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¿Quién fue Lorena Henao, viuda del narcotraficante Iván Urdinola?

Lorena Henao Montoya fue asesinada en la tarde del jueves, cuando salía de una hacienda ubicada entre Armenia y La Tebaida, departamento del Quindío.

28 de diciembre de 2012 Por: Redacción de El País

Lorena Henao Montoya fue asesinada en la tarde del jueves, cuando salía de una hacienda ubicada entre Armenia y La Tebaida, departamento del Quindío.

Su vida fue una novela. Una novela negra que empezó a hacerse pública cuando su hermano Orlando Henao dejó de ser un simple muchacho que hacía travesuras en las calles de Cartago, para convertirse en el temible ‘Hombre del Overol’. La historia de necesidades de la familia campesina, que alguna vez se dedicó a vender sombreros, empezaba a transformarse entonces un recuerdo difuso en la memoria de la gente. Eran los años ochenta.Orlando, ya en la ropa de un capo emergente, se había unido a Iván Urdinola para empezar a articular lo que poco después de convertiría en una empresa criminal de dimensiones insospechadas: el Cartel del Norte del Valle. Arcángel y Fernando (que cayeron presos en Estados Unidos por narcotráfico), los menores de los Henao, también se unieron a la organización. Así pues, la cercanía con Urdinola, el gran capo de la época y la zona, era un asunto natural. Algo que tarde o temprano pasaría. Y pasó: Lorena terminó casada con él. Con el tiempo Lorena dejó de ser “la hermana de” o “la esposa de”, para tener un nombre propio al interior de la mafia. ‘La Doña’, poco a poco, fue haciéndose célebre por estar el tanto de muchos de los negocios de su esposo, por aconsejarlo en algunas de sus decisiones y por impartir ordenes temerarias. Fue amante de los caballos. Y Urdinola la complacía con bestias que valían su peso en oro, exhibidas por ella en cabalgatas y haciendas de la familia. En su momento también fue una mujer bella. Altiva. Imponente. De carácter. Y Urdinola se obsesionó con todo eso. Tanto así, que dispuso un pequeño ejército de hombres para que le cuidaran día y noche. ‘La Doña’, sin embargo, lograba burlarlos para hacer su voluntad, cumplir sus caprichos. Uno de ellos: los amoríos con otros hombres. El teniente retirado Ricardo Peterson, encontrado desmembrado en el río Cauca, habría sido uno de sus amantes. Otro habría sido un antiguo trabajador designado por el propio Urdinola como su conductor personal. El tipo también acabó muerto.En el 2002 Urdinola falleció en la cárcel de máxima seguridad de Itagüi por una supuesta intoxicación que afectó sus problemas cardíacos. Y aunque el Inpec descartó que se tratara de un envenenamiento, las versiones extraoficiales apuntaron desde entonces a Lorena Henao que empezó a ser llamada ‘La Viuda de la Mafia’. De acuerdo con el relato hecho por el exnarcotraficante Andrés López en el libro El cartel de los Sapos, tras la muerte de Urdinola ella se habría unido sentimentalmente a Wilber Varela para que la protegiera de Don Diego e impidiera que sus propiedades le fueran arrebatadas por el Cartel de Cali. Hasta ayer, La Viuda tuvo un corazón con gran capacidad de resurrección.

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