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Paras mataron a siete personas para intentar huir de la masacre del Naya

Ayer se cumplieron quince años de la masacre de Yurumanguí cometida por un grupo de aproximadamente quince paramilitares, liderados por ‘El Cabo’ y ‘Félix’.

28 de abril de 2016 Por: Redacción de El País.

Ayer se cumplieron quince años de la masacre de Yurumanguí cometida por un grupo de aproximadamente quince paramilitares, liderados por ‘El Cabo’ y ‘Félix’.

La mujer se quedó sola en la sala, mirando la pantalla. Observando la imagen de un hombre que le hablaba. Yesid Pacheco, ‘El Cabo’, le pidió perdón.

Ella no pudo decirle esas dos palabras. El dolor de lo que vivió años atrás aún la persigue. 

La mujer fue una de las víctimas de una de las peores masacres cometidas por el Bloque Calima.  ‘El Cabo’, uno de los mandos medios de este bloque en el Pacífico, reconoció que esa noche del 27 de abril del 2001, ordenó a asesinar a siete pobladores de la vereda El Firme, en el río Yurumanguí. A ella la violó. Pacheco en sus versiones ante Justicia y Paz relató cómo cometieron esa masacre para intentar desplazar de la zona a la Infantería de Marina, que realizaba las operaciones para capturar a los paramilitares que dos semanas antes cometieron la masacre del Naya. 

Ayer se cumplieron quince años de la masacre de Yurumanguí cometida por un grupo de aproximadamente quince paramilitares, liderados por ‘El Cabo’ y ‘Félix’ (jefe de los paras en Buenaventura asesinado en esta ciudad tras la desmovilización).

La idea era cometer un acto “bárbaro”, “atroz”, que llamara la atención de las autoridades. ‘El Cabo’ y ‘El Fino’ -jefe financiero del bloque- relataron en Justicia y Paz que la idea se las dio un  coronel de la Infantería de Marina  de Buenaventura que les manifestó que no podía retirar las tropas del Naya y les sugirió que cometieran una barbaridad en otro lugar.

Pacheco había sido uno de los miembros del Bloque Calima que logró escapar de la incursión del Naya. El 11 de abril del 2001 aproximadamente 150 paramilitares irrumpieron por Buenos Aires, Cauca, al Naya. En el primer sitio, ‘Peligro’, un guerrillero del ELN que retuvieron les señaló a supuestos colaboradores, quienes fueron asesinados. 

Y en el recorrido hasta la salida al mar cometieron una serie de asesinatos. “A algunos los mataron por sospecha, a otros porque se pusieron nerviosos, otros porque no quisieron dejar sus casas”, se indicó en las versiones de Justicia y Paz dadas por paramilitares.

A la salida del Naya, en Puerto Merizalde, la Armada capturó a 70 de los paramilitares, quienes fueron condenados por la justicia ordinaria y luego se acogieron a la ley de Justicia y Paz. El resto  pudo escapar. Entre ellos se encontraba alias El Capi -un militar retirado que huyó de la masacre y desde ese momento dejó las filas del Bloque Calima-. ‘El Cabo’ también se fugó con uno de sus hombres. Relató que tomó la lancha de un puesto de salud y se hizo pasar como enfermero y el patrullero como herido.

Al llegar a Buenaventura se reunió con varios jefes de los paramilitares y planearon la masacre. Las versiones de Pacheco indicaron que reunió un grupo de “urbanos” comandados por Félix y escogieron un sitio donde cometerla.  Como Félix y varios de los hombres habían sido guerrilleros del Frente 30 conocían la zona rural de Buenaventura. Escogieron la vereda El Firme, en el río Yurumanguí.

En la madrugada del 27 de abril, hace quince años, llegaron en tres lanchas por los esteros. Con  tiros despertaron a los habitantes y reunieron a un grupo. Los hicieron parar en fila y con un hacha les cortaron las cabezas. A dos hombres que intentaron correr  les dispararon.

Quemaron las casas. Pintaron grafitis con mensajes del Frente 30 de las Farc. Amedrentaron el pueblo, les ordenaron salir del Firme. A ella, ‘El Cabo’ la violó.  Tuvo que dejar su pueblo por los señalamientos. Su esposo la abandonó. Más de tres mil personas de esta zona se desplazaron.

Albert Jesús, uno de ellos, recordaba que a las 4:00 a.m.  “una profesora llegó a decirnos que habían picado a siete hombres, en ese momento todo fue confusión, solo se escuchaban gritos y llanto”.

El comandante de la Infantería del momento atribuyó en los medios de comunicación que los autores habían sido guerrilleros de las Farc. La comunidad insistía en que creía que eran paras. 

Pero solo años después, cuando los miembros del Bloque Calima contaron su verdad en Justicia y Paz se corroboró que habían sido los autores de esta masacre. En ese proceso, se encuentran procesados en Justicia y Paz por línea de mando Ever Veloza, ‘HH’;  ‘El Cura’; ‘El Fino’, y ‘Sancocho’ (asesinado el año pasado al salir libre). ‘El Cabo’ es el único autor material procesado.

La Fiscalía acusó a los cinco paramilitares hace más de un año y medio por las masacres del Naya y Yurumanguí ante un magistrado de Justicia y Paz. Ya se presentó el incidente de reparación de las víctimas y solamente falta la sentencia del Tribunal de Justicia y Paz.

 

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