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Así funciona el temible negocio del robo de autopartes en Cali

“Por lo menos el 70 % de los carros robados en Cali son desguazados”, dice Asopartes. ¿Cuáles son los puntos de la ciudad en la mira de las autoridades? Le contamos en este informe.

23 de octubre de 2016 Por: Redacción de El País

“Por lo menos el 70 % de los carros robados en Cali son desguazados”, dice Asopartes. ¿Cuáles son los puntos de la ciudad en la mira de las autoridades? Le contamos en este informe.

[[nid:576373;http://contenidos.elpais.com.co/elpais/sites/default/files/imagecache/563x/2016/09/whatsapp-image-2016-09-13-at-4.03.31-pm.jpg;full;{Doce capturados, 2.000 autopartes incautadas y cinco vehículos recuperados es el balance que dejan 14 allanamientos realizados por la Policía de Cali contra una banda que se robaba entre tres y cinco carros diarios. La organización tenía, mensualmente, ganancias cercanas a los $1.500 millones.Video: cortesía de la Policía Metropolitana de Cali}]]Veinte mil autopartes robadas fueron recuperadas hace más de un mes por la Sijín y la Estructura de Apoyo de la Fiscalía en el operativo realizado en una chatarrería de la  Carrera 14 con Calle 16 del barrio Sucre, en el que además fue desmantelada la banda ‘Los Crúguer’, que hurtaba entre cuatro y cinco vehículos diarios en Cali. En su mayoría, las autopartes no tienen sistema de identificación por lo cual, según la Fiscalía, todas las latas, puertas, farolas, parachoques, guardafangos... entrarán en un proceso de peritaje hecho por los técnicos en automotores. De acuerdo con un investigador de la Fiscalía, este proceso se realizará para “saber qué piezas pueden ser identificables (por ejemplo una puerta que en la ventana tenga el número de la placa con una etiqueta autoadhesiva muy pequeña) y nos permita mirar en el sistema a quién pertenece”. Las piezas que no puedan ser identificadas serán sometidas a un proceso de desintegración. Lea también: Chatarrería de La 16, 'cementerio' de autopartes robadas en el centro de Cali. Pero la historia no para allí. ‘Los Crúguer’ son la décimocuarta banda dedicada al hurto y desguace de vehículos que las autoridades han desmantelado durante el 2016. Además de los delincuentes en mención, también fueron desmanteladas las bandas conocidas como ‘Alta Gama 2’ y los ‘Indios RX’ dedicadas al robo y desguazamiento de carros. Las autoridades de Cali son conscientes de que uno o dos meses de aparente calma llegan tras el último operativo, pero la demanda de autopartes continúa y hay por lo menos 10 bandas más identificadas en la ciudad y otras que pueden llegar de afuera para suplir esa apetencia. Este año, según datos de las Sijín, han sido hurtados 1352 vehículos. La cifra  ha bajado si se compara con el año anterior, que a la misma fecha era de  1500 casos.  Durante el 2016, han sido recuperados 240 vehículos robados; es decir, alrededor del 18 % y aunque el robo ha bajado, continuará mientras exista la demanda.  “Quisiéramos que bajara más, pero si el análisis se ve desde un punto de vista social y económico, el atractivo es que existe negocio, hay dinero de por medio y está la cultura de que lo barato es lo bueno”, cuenta el investigador de la Fiscalía. El negocio es millonario y según Tulio Zuloaga, presidente de Asopartes, las pérdidas en lo corrido del año se estiman en US$90 millones solo en la ciudad de Cali y en el país la suma llega a los US$500 millones. “Por lo menos el 70 % de los carros robados en Cali son desguazados y las autopartes más apetecidas son las llantas, baterías, plumillas, pero en general todo lo de un carro sirve y es sabido que cuando se roban los vehículos los desguazan al 100 %, el negocio es tan bueno que un vehículo desguazado vale un 20 % ó 30 % más que un vehículo completo”, agrega Zuloaga. De acuerdo con un investigador de la Sijín, vehículos similares a los taxis como los Kia Cerato, Kia Rio, Spark GT, Hyundai 10, Hyundai Tucson, entre otros modelos de gama media-alta, son los más apreciados y hurtados, esto se debe a que permiten que al ser ‘picados’ las partes les sirvan a los taxis. “Espejos, estructura del vehículo, parte eléctrica y mecánica, latonería, todo les sirve”, cuenta el investigador. Las autoridades que le siguen la pista al robo de autopartes coinciden en que La 16, en el barrio Sucre, es el punto más importante de venta autopartes robadas. “Allí fácilmente y en poco tiempo le instalan un bómper rojo a un taxi y ahí mismo le hacen el servicio de pintura”, relata el  miembro  de la Fiscalía. Hay, incluso, personas que fueron víctimas de robo de una parte de su vehículo que se dirigen a alguno de los locales de este sector y una vez allí encuentran y compran su propio espejo o la copa del rin que les fue hurtado pocas horas antes. “Todo el mundo sabe lo que pasa en la 16; podés vivir en el norte, en el sur, en Siloé, pero si te gusta buscar lo barato sabés a dónde vas a ir”, manifiesta el investigador. ¿Cómo funciona el mercado de las autopartes? Al final de la cadena delictiva del robo de autopartes están los ‘calentadores’, como los llama la Fiscalía. Estos personajes aguardan en la calle esperando que lleguen los clientes en sus vehículos y en pocos segundos realizan un análisis del carro. “'Los calentadores' son los que te dicen qué te falta en tu carro, ellos con habilidad analizan el vehículo y ven qué le hace falta para ofrecerlo, es el popular ‘se lo tengo’,” dice el investigador de la Fiscalía. Antes de que lleguen estas autopartes al sector de La 16, la cadena delincuencial inicia con el robo del automóvil,en un 70 % realizado mediante el conocido halado.  Las bandas tienen su modo de hacerlo y en el caso de ‘Los Crúguer’ desactivaban las alarmas de los carros mediante controles chinos que cuestan 3 millones de pesos y los llaman ‘bichos’.  “Los delincuentes no es que lleguen por un carro en particular, ellos pasan con el ‘bicho’ oprimiendo botones a ver qué carro les acepta la señal y logran desactivar la alarma”, explica el investigador de la Fiscalía. Según la Fiscalía, el sistema de seguridad de algunos vehículos es analógico, “lo que el ‘bicho’ hace es mandar miles de códigos en un momentico al módulo de la alarma del carro y si le pegó al que es, el carro abre”. Por eso recomiendan invertir en sistemas de alarma seguros, “es preferible invertir $400.000 ó $500.000 en un sistema más seguro que perder 40, 50 ó 70 millones de pesos”. Otro de los métodos usados por los ‘jaladores’ es la pesa y el destornillador. “Para dañar el switch de encendido le meten un destornillador y encima una pesa, la giran y de esa manera desactivan el carro para poderlo encender manualmente con los cables”. Luego de hurtado, hay otros individuos que se encargan de transportar el vehículo al punto de desguazamiento que puede ser parqueaderos, bodegas o incluso chatarrerías. “Una vez tienen el vehículo en el lugar de desguace, los delincuentes actúan rápidamente, hemos conocido que hasta en una hora pueden tener ‘picado’ un carro. Para cortar las latas más rápido usan soldadura autógena y para quitar otros elementos usan herramientas diversas como llaves, alicates, destornilladores, taladros y pulidoras, con el fin de sacar lo más completas posible las piezas”, relata un investigador de la Sijín. El punto donde ‘pican’ el vehículo no es el mismo donde venden las autopartes y por eso  otras personas transportan las piezas para distribuirlas a los clientes en esta y  otras ciudades, como hacían ‘Los Crúguer’ con la venta de autopartes en Bogotá. Autoridades continúan atentas Hay por lo menos 10 procesos investigativos en curso   frente al hurto de vehículos en Cali, modalidad de atraco y halado, procesos que según la Sijín tienen pendientes para finiquitar en los próximos dos meses del 2016 y comienzos del 2017. Según la Fiscalía, en operativos realizados en anteriores oportunidades,  cuando los investigadores llegan al sitio los propietarios de algunos locales sacan facturas viejas de compra de vehículos siniestrados a las aseguradoras “y con eso quieren justificar las autopartes que tienen allí. El problema es que son autopartes, que a diferencia del chasis y del motor no tienen guarismos de identificación, por lo que se hace difícil su identificación y eso lo aprovechan los delincuentes”.

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