CaliAfro

Suena la marimba, se unen el cununo y la tambora, así parte de África se conserva viva en el Pacífico Colombiano, desde allí llega la magia a cualquier rincón del mundo: cantoras y sus grupos musicales la materializan al entonar bundes, jugas, currulaos y abozaos.

Cali no es la excepción: la sucursal del cielo fue conquistada por estos ritmos que viajaron desde Tumaco, Chocó, Buenaventura, López de Micay, Bocas de Satinga, Timbiquí, y muchos otros municipios de la región.

“Con la música manifestamos lo que sentimos: alegría, tristeza. Es una forma y expresión de resistencia”, comenta Nidia Góngora, cantora y fundadora de la agrupación Canalón de Timbiquí y una de las voces de Quantic, junte musical que lleva el arte afro a escenarios de todo el mundo.

Para ella, la música tradicional del Pacífico tiene un alto contenido espiritual que la conecta con su territorio. Así es como Timbiquí ha viajado a Estados Unidos y muchos rincones de Colombia a través de su voz.

Elena Hinestroza desde Integración Pacífica piensa lo mismo.

Hace 11 años salió desplazada de Timbiquí y hace 10 formó su agrupación musical en Cali. “Escribo y canto para llevar a mis ancestros conmigo”.

Ambas son embajadoras de su tradición. Sus agrupaciones se convirtieron en fundaciones que enseñan a niños y jóvenes los saberes ancestrales y durante el Festival Petronio Álvarez sus voces hacen vibrar con la fuerza del Pacífico a la sucursal del cielo.