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Andrés Acosta Jaramillo, 'Gusi', cantante colombovenezolano. | Foto: Cortesía para Elpaís.com.co

VENEZUELA

Gusi, el artista que cambió el fútbol por la música

Su futuro como arquero lo abandonó por su amor a la música. Cuando dejó de perseguir a Fernán Martínez, este se convirtió en su mánager. Este año Gusi busca la internacionalización.

3 de abril de 2017 Por: Isabel Peláez R. / Reportera de El País

Nacido en Venezuela, de padres y costumbres colombianas, Gusi ganó un reconocimiento en Latinoamérica al mezclar el vallenato y la cumbia con el pop, desde que hacía parte del grupo Gusi & Beto.

Fue su abuelo, Carlos Arturo Acosta, un guajiro que le transmitió ese sentimiento vallenato con el que muchos lo asocian, porque ha sido un exponente de los cantos de los grandes juglares.

Pero paralelo a la música estuvo el fútbol. Andrés Acosta Jaramillo o Gusi, como le llamó su mamá desde que lo vio nacer, jugaba como arquero y estuvo cerca de iniciar una carrera en este deporte, pero al final, su talento para componer y cantar melodías pudo más.

Estudió música en la Universidad Javeriana e hizo talleres de guitarra clásica y canto. Formó el dueto Gusi & Beto con Beto Murgas, con el que grabó tres álbumes y logró la primera de sus nominaciones a los Latin Grammy. Dos las obtuvo como solista.

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Ahora presenta sus nuevas versiones del sencillo ‘Amor con amor se paga’, una de salsa con el nicaragüense Luis Enrique ‘El Príncipe de La Salsa’ y una urbana con la colaboración de Pasabordo.

Antes de empezar la entrevista, hojea una edición de El País del 22 de abril de 1984, el día en el que él nació.

¿Y qué pasó ese día en el que usted nació?

Como era un Domingo de Resurrección, todo el tema del periódico ese día es religioso, habla del Papa Juan Pablo II, pero también hubo unos quemados en el Cerro, terminó la Guerra de Irán e Irak.

¿Cómo le ha ido con las versiones de ‘Amor con amor se paga’?

Muy bien, la música ha tenido muchos cambios, entre esos está hacer fusiones con diferentes artistas. En el camino me encontré con Pasabordo, Luis Enrique y el Checo Acosta, logré hacer unas fusiones muy especiales, estas funcionan muy bien.

¿Cómo fue su paso por el Carnaval de Barranquilla con el sencillo?

Logramos mantener nuestra canción, al lado del Checo Acosta, en los primeros lugares de la radio en Barranquilla para esos días. Siguió sonando y se quedó en los corazones de la gente.

¿Por qué escogió a Luis Enrique y a Pasabordo para las versiones de ‘Amor con amor se paga’?

Luis Enrique, ‘El Príncipe de la Salsa’, es un gran amigo y no me hubiera imaginado nunca una versión salsa si no hubiera sido con él. Pasabordo representa la juventud, hemos compartido giras, somos muy amigos.

¿Qué tan salsero es usted?

Bastante, me gusta mucho la salsa, la música Caribe toda es de mi gusto. En el colegio toqué percusión y cantaba en grupos que hacían salsa. En la universidad canté en una charanga.

En enero de este año se anunció que la esposa de Gusi, Ángela Aguirre, estaba esperando a su primer hijo.

¿Cómo fue su trabajo con el productor Iván Lozano, el de ‘Vente pa’cá’, éxito de Ricky Martin y Maluma?

Tremendo. Es un productor local, un gran músico y pianista, le hizo un aporte muy importante a la versión salsa, tiene todo el conocimiento de cómo está sonando la salsa hoy en día.

¿Siempre tuvo claro qué quería cantar?

Estaba entre la música y el fútbol. Mi día soñado es jugar tenis y fútbol en la mañana y dar conciertos en la noche.

¿Por qué dejó el fútbol?

Apenas me gradué del colegio, mi mamá me inscribió en la universidad, gané el cupo y el fútbol quedó como hobbie, tuve una lesión en la rodilla que me ausentó, pero volví.

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¿El amor por la música lo heredó de sus padres?

Sí, mi papá tiene una colección muy amplia de música y le regaló a mi mamá una guitarra, ella le enseñó a mi hermano y a mi hermana y a mí, y yo no la solté nunca más.

¿Aún se ve con Beto, su excompañero de dueto?

Ya no tanto, se fue a otra ciudad. Fue una época muy bonita, dejamos canciones sonadas en la radio, fue como el paso de James por el Envigado, una etapa donde nos nutrimos mucho.

¿A su paso por La Voz Teens, como entrenador, recordó sus inicios?

Sí. Volví a encontrarme con esa cara de angustia, de ansiedad, de ganas, de nervios, antes de subirse a la tarima, también de la disciplina para preparar una canción, un performance, una audición. Fue una experiencia divertida.

¿Qué consejos les da usted a esos jóvenes que salen de los realities?

Ellos regresan a sus casas, retoman sus estudios y pierden el ímpetu y las ganas. Hay que aprovechar esa plataforma para seguir trabajando en surgir.

¿Le quedaron cicatrices de sus inicios?

Los guerreros tenemos cicatrices. Hubo mil puertas cerradas pero, si te cierran una, entras por la ventana. A mi mánager actual lo perseguí por muchos lados, y cuando dejé de buscarlo llegó: Fernán Martínez. Ha forjado carreras exitosas.

¿Qué dice que vio él en usted?

Música fresca, buena imagen, musicalidad, talento, disciplina. Soy de los que madrugan a tocar la guitarra.

¿Y qué sigue ahora en su carrera?

Estoy preparado para la internacionalización. Vienen más canciones. Y la primicia: Grabé una con Goyo (Chocquibtown), es una fiesta.

¿Qué no se sabe de usted?

Que les doy vueltas y vueltas a mis pies hasta que me quedo dormido y me encanta imitar gente.

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