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La nieve es protagonista en algunas tendencias de este año para Navidad. El toque de color lo dan algunos accesorios como cojines, cobijas y manteles de cuadros. Una matera rústica puede servir de base al árbol nevado. Un reloj de pared (ojalá de madera) que tenga un mínimo motivo navideño y algunas alusiones al invierno como las medias de lana o unos sobrios baldes en tonos plata o dorados y campanas antiguas complementan esta sobria ambientación navideña, para quienes prefieren la evocación invernal. | Foto: https://bricolajeydecoracion.cafeversatil.com/decoracion-de-navidad/

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Los adornos navideños que mandarán la parada este diciembre en Cali

Atrás quedaron los adornos convencionales y los árboles en colores tradicionales rojo y verde. Ahora todo se vale para atraer a ‘Santa’.

7 de noviembre de 2018 Por: Redacción de El País 

Aunque hay quienes le apuestan a los adornos tradicionales, cada vez se prescinde más de estos y se apuesta por otros más funcionales y menos recargados. Hoy en día las figuras no tienen que ir colgadas necesariamente del árbol, mejor si van flotando en algún espacio de la casa aportando un poco de luz y de calidez.

Atrás quedó el convencional binomio de rojo y verde, para dar cabida a tonos como el blanco y negro, el blanco y rojo, o incluso el rosa o el amarillo, para los más audaces.

Así como en la decoración en general se usa mucho la personalización de los espacios, en la navideña este tip también aplica, de ahí que en vez de armar un engorroso árbol, los más prácticos prefieran un vinilo para pared alusivo a la Navidad, al que puedan pegarle encima algunas fotografías familiares o bordear con luces.

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Los adornos de la abuela pueden ser también de utilidad para quienes quieren darle un toque nostálgico a los ambientes. De ahí que un farol, un viejo reloj, un baúl o algún objeto vintage puedan servir para complementar la decoración.

Los cojines pintados, bordados o a cuadros pueden ser el complemento ideal para una sala como las de hoy que tiende a ser monocromática.

Las figuras navideñas también han cambiado. Ya no es la clásica cerámica costosa que los niños solían tumbar, sino una más moldeable, en materiales reciclables, con la que incluso los más pequeños pueden jugar.

La Navidad se ha vuelto incluso más amigable con el planeta. Se vale usar aquella vieja botella que está en desuso para llenarla de luces o de algodones que simulen nieve, o también usar ramas secas para improvisar un árbol poco convencional.

Los niños pueden participar en la decoración navideña elaborando sus propias figuras, como farolitos, estrellas o aros de luz. La idea es que aprendan a compartir y se llenen del espíritu de la Navidad.

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