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Son varios productos con los que doña 'Chepa' endulza a los colombianos. | Foto: Especial para El País

GASTRONOMÍA

Los 100 años de Doña Chepa, una hija ilustre de Popayán

La 'Ciudad Blanca' celebró el centenario de Josefina Muñoz, quien ha endulzado a los colombianos con su empresa ‘Aplanchados Doña Chepa’. Esta es su historia.

24 de enero de 2020 Por: Redacciòn de El Paìs

100 años de dulzura, cien años de amor, cien años de afecto, cien años de tradición, cien años de ejemplo y de gratitud.

Todas estas virtudes reunidas en una solo persona, Josefina Muñoz Martínez, que ha sido la guía, y el espejo de una familia, y que ha mostrado el camino a seguir, un camino lleno de sacrificios, de pasión, de paciencia y de perseverancia.

Esta bella historia nació el 19 de enero de 1920 en la vereda La Cabuyera, zona rural de Popayán, cuando llegó al mundo doña Josefina, una mujer que a través de los años, con esfuerzo, dedicación y amor, forjó su destino, formó una numerosa familia y creó y consolidó una empresa que ha endulzado a los colombianos.

Al lado de su esposo, Miguel Ángel Bonilla (Qepd) tuvo 15 hijos; fundó la empresa ‘Aplanchados Doña Chepa’ que ha sido el deleite de los payaneses y de muchos colombianos y con la que ha ganado numerosos reconocimientos.

En 1932, cuando apenas tenía 12 años, aprendió a preparar los famosos aplanchados. Trabajaba en la casa de las Constain, Jesusita y Amalia, las únicas banqueteras que habían en la ciudad. Allí aprendió la receta.
Inicialmente su función en esa casa era la de limpiar y realizar algunas labores en la cocina hasta que decidieron llevársela a vivir con ellas.

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“Yo ayudaba a batir el ponqué, doña Amalia se metía en una pieza para hojaldrar y que yo no la viera; pero había una ventana tapada con una malla por donde yo veía cómo hojaldraba. En este tiempo doña Amalia sufrió un derrame y se tuvo que ausentar de la ciudad, quedando con el compromiso de entregar unas empanadas de guiso de arveja, garbanzos y carne picada a la señora Rosa Elvira Chaux; y como ya doña Amalia no podía hacer las empanadas, doña Rosa Elvira me compraba los ingredientes para que yo las hiciera y me las pagaba sin que en la casa de las Constain se dieran cuenta. Cuando ellas volvieron yo ya sabía decorar ponqué y hojaldrar. Un día les encargaron aplanchados y ponqué, y como ellas no podían por su enfermedad, me indicaron, pero yo ya sabía hacerlo’’, recuerda doña Josefina.

Su sazón empezó a consolidarse en la cultura payanesa al punto de que en 1955 cocinó para el presidente de ese entonces Gustavo Rojas Pinilla.

Doña Josefina Muñoz se casó el 20 de abril de 1945 con Miguel Ángel Bonilla (qepd).

De esa unión nacieron 15 hijos que han mantenido vigente la empresa de Aplanchados.

Y así fue creciendo su fama en el mundo de la gastronomía; personalidades e instituciones distinguidas también disfrutaron de sus delicias; entre ellos Alfonso López Pumarejo, Eduardo Santos, Guillermo León Valencia, Alberto Lleras, y otros más recientes como Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos. Familias prestantes de Popayán como los Aragón, Angulo, Garrido, Chaux, Mosquera, Hormaza, Iragorri y Valencia, entre otros.

Trabajó para los clubes de la ciudad, El Club Popayán, El Club Campestre y El Club de Leones. Sirvió en el Seminario Mayor en 1967, fue jefe de cocina del Hospital San José (1976), y tuvo a su cargo las cocinas de cafeterías importantes de la ciudad como lo fueron Residencias Americanas y la cafetería de la Facultad de Medicina de La Universidad del Cauca.

Cocinó para la Policía y el Ejército, así como para empresas de la talla de Carvajal y la Federación de Cafeteros. De 1992 hasta el 1994 trabajó con La Escuela Taller del Cauca, a donde iban 80 estudiantes a almorzar diariamente.

Los aplanchados han sido la base de la empresa familiar. Los famosos pastelitos de hojaldre empezaron a venderse en un comienzo por 10 centavos la unidad, pero su fuerte en ese entonces era el ponqué “porque en esa época no podía faltar en las celebraciones de primeras comuniones, bautizos, matrimonios y fiestas para las quinceañeras’’, recuerda.

Doña Josefina se ha caracterizado por ser una mujer de un gran corazón y nunca ahorró esfuerzos para ayudar a los más necesitados, haciendo donaciones para diferentes causas como la primera comunión de 500 niños de bajos recursos, a quienes les obsequió el ponqué. También hizo donaciones a diferentes sitios como los ancianatos, reclusorios, orfanatos, y demás.

Ha sido visitada por chefs reconocidos a nivel internacional como Franco Basile y Borja Blázquez del canal Gourmet Kendon Mac Donald; y es que mientras ella hojaldra y bate el ponqué, lo cual lo hace con un inmenso placer, no se da cuenta de lo que en realidad ha venido amasando: un legado que ha mantenido la tradición culinaria payanesa, lo cual la ha hecho merecedora de diferentes reconocimientos por parte de diferentes entidades.

El 15 de enero de 2014 el Ministerio de Cultura, en el gobierno de Juan Manuel Santos, le otorgó la medalla al mérito cultural. En el 2006 la Cámara de Comercio del Cauca la homenajeó.

También ha sido reconocida por la Gobernación del Cauca, la Alcaldía de Popayán, el Congreso Gastronómico, la Universidad del Cauca, el Concejo Municipal de Popayán, la Asamblea Departamental y Acopi Cauca.

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Vida de superación

Josefina Muñoz nació en la zona rural de Popayán. Desde muy niña trabajó en la casa de una familia prestante de la ciudad.

Allí conoció los secretos de la cocina y años después, con esfuerzo y dedicación, fundó y consolidó su empresa de aplanchados.

Ha colaborado con muchas causas sociales principalmente en Popayán, obsequiando aplanchados y ponqué.

En el 2014 el Ministerio de Cultura le otorgó la medalla al mérito cultural.

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