La verdad sobre Daniel Samper Ospina
Ser hijo de un admirado columnista y sobrino de un cuestionado ex presidente no desvela a Daniel Samper Ospina.
Ser hijo de un admirado columnista y sobrino de un cuestionado ex presidente no desvela a Daniel Samper Ospina.
Daniel Samper Ospina pidió responder esta entrevista por escrito, que es como mejor destila su tinta humorística. Juzguen ustedes.¿Cuál es el concepto del libro Sálvese quien Pueda?Según una profecía maya, el mundo se acaba en el 2012, y puede ser cierto: que el Santa Fe haya ganado un campeonato demuestra que podemos estar ante el final del planeta. Por ese motivo, quise editar un libro que sirviera como un Arca de la Salvación, para salvar a los políticos colombianos; para que suban de dos en dos, como animales. Salvaré delfines, como Simón Gaviria, aunque no sepa leer; águilas calvas, como Juan Lozano; animales prehistóricos, como Enrique Gómez. Advierto ahora que a Roy Barreras no lo salvaré: sé que gracias a su condición anfibia conseguirá salvarse por sus propios medios.¿Cree que tendrá más éxito que El Club de los Lagartos?Gracias a Dios le ha ido muy bien hasta ahora. Ha sido un libro casi más vendido que Roy Barreras, justamente. Es posible que le vaya mejor que a El Club de los Lagartos, ojalá. Porque en esta Arca también caben lagartos.¿Usted dio la primera o la última palabra en la selección de las columnas?Creo que las columnas, ya juntas, pueden leerse como si fueran una serie, en la que los personajes reaparecen con frecuencia con los argos que los definen; el criterio de escogencia fue ese, justamente: que pudiera leerse como un seriado.¿Qué personaje colombiano se salvó en ese libro y no entró en desgracia?Como ya dije, salvé a muchos políticos, a muchos animales: salvé elefantes, aunque me acusen de nepotismo; salvé lobos, para hacerle un guiño al ex presidente Gaviria.¿A quién quiere bajar de esos personajes del Arca de Noé para que su especie se extinga?A los uribistas. La verdad es que no vale la pena salvarlos: ya tienen el agua hasta el cuello. Creo que lo mejor es que naden hasta Panamá, y que refunden la patria allá.¿Qué similitudes y diferencias hay entre el escritor de El Aguilucho, la revista del Gimnasio Moderno, y el columnista de Semana?Los kilos de más y el pelo de menos. ¿Cómo le alcanza el tiempo para ser director de Soho, columnista de Semana, hacer columnas deportivas y sonetos, ser jefe, papá, marido, hincha, amigo, hijo?En SoHo tengo un equipo que realmente es muy bueno; estoy casado con la mejor mujer del mundo. De modo que tengo todo para llevar una vida intensa pero tranquila. Usted está acostumbrado a la adulación por su columna política satírica e irrevente. Pero otros le dicen que es un pseudoperiodista, que irrespetar a los personajes y ridiculizarlos en sus columnas no es periodismo...La virtud de un columnista no es caerle bien a todo el mundo sino ser leído. Sé que la columna es polémica y que a determinados lectores les molesta, pero más me preocuparía que los dejara indiferentes. Por lo demás, es sátira hecha a partir de la actualidad, lo cual le da un condimento periodístico. E irreverente, naturalmente. A su papá le preguntamos si lo había reprendido por alguna columna y nos respondió: ¿Cómo? ¿Es columnista? Yo pensaba que se encargaba de retratar mujeres desvestidas...¿Cómo? ¿Es mi papá? Yo pensaba que era un lector de SoHo que miraba retratos de mujeres desvestidas...¿A cuál de sus connotados enemigos públicos, como José Galat, Armando Benedetti o Álvaro Uribe, le teme?Quizás al doctor Galat, líder de las juventudes conservadoras: como humorista, le tengo algo de celos. Me disputa el público.¿En algún momento ha temido por su vida?Sí: en esos eternos 70 minutos en que el Santa Fe no conseguía marcar un gol en la final contra Pasto.De los líos en los que ha estado inmerso por sus columnas, ¿cuál lo ha desvelado más?Hasta ahora, ninguno me ha desvelado: duermo casi tanto como el ex ministro Carlos Holguín durante una plenaria del Congreso.¿Qué lección le dejó su episodio con la polémica propuesta de la Última Cena con Alejandra Azcárate en el lugar de Jesucristo?Que la libertad de expresión está por encima de otros derechos y que los íconos religiosos no son patrimonio de la fe (es decir de los creyentes) sino de la cultura y que, como tal, uno puede parodiarlos y reelaborarlos: esa es la razón por la cual al maestro Botero no lo pueden encarcelar por la demanda de cualquier feligrés que se sienta ofendido por haber pintado a Jesús gordo, por ejemplo.¿Con cuál de sus modelos le gustaría tener su última cena?Con mi mujer.En una pasada columna decía que extrañaba a Uribe. ¿Es eso posible con tantos trinos que lanza el ex Mandatario?Como humorista me hace falta, esa es la verdad: Uribe hacía más fácil el trabajo de nosotros, los humoristas. Lo cual no quiere decir que no lo respete en sus labores de ex presidente como redactor de tweets, conferencista internacional y presentador del show de Suso.¿Por qué el humor de Santos no le simpatiza tanto?¿Quién dijo que no? Santos ha demostrado ser un excelente humorista involuntario, una musa para cualquier redactor de sátiras, y mucho más ahora, cuando en medio del desespero le ha dado por imitar a Uribe: ahora viaja a las regiones, monta a caballo, baila joropo. Si no fuera porque se le daña la laca, ya se habría metido en el río Guatapurí, como solía hacerlo el Paspi.¿Ernesto Samper, ha dicho usted, es el tío al que más ama. ¿Será por eso que con él le buscan a usted el lado flaco?Es verdad que amo a mi tío Ernesto por encima de los demás; no sólo por sus grandes capacidades intelectuales y culinarias, sino, en especial, porque es el único tío que me queda.¿Quién le daría para escribir su tercer libro de humor: Roy Barreras, Simón Gaviria, Angelino Garzón o Lucho Garzón?Roy, Angelino y Lucho. Simón no. Simón sólo serviría para leerlo. ¿Se ha sentido alguna vez en el Club de los Lagartos de Colombia?Permanentemente.¿Su adicción al BlackBerry qué problemas sociales y de pareja le han traído?Es al revés: mi adicción por los amigos y la familia me han traído problemas con mi relación con el BlackBerry.¿Cómo festejó el triunfo de su Santa Fe después de tantos años de espera?Con trabajo: en menos de un mes, mi editorial, Santillana, con su sello Aguilar, sacará al mercado un libro que escribí sobre cómo fue ganar la séptima estrella: pude cubrir los últimos diez días del torneo muy de cerca, en el camerino, en el bus, en la concentración; y el libro es una crónica sobre cómo se vivió desde dentro la obtención del título.¿Guarda su billetera con el logo de Santa Fe?Naturalmente.Sus amigos dicen que es buen futbolista, la oposición dice que es un tronco...No diría que un tronco. Digamos que era un delantero biodegradable, que a veces se iba por las ramas.Los hombres y algunas mujeres le agradecen por Soho, otras lo critican por explotar el cuerpo humano, ¿cómo les responde?Me parecen críticas trasnochadas: procuran salvar a las mujeres de las mujeres mismas, como si una modelo fuera menos mujer que ellas y se dejara manipular y codificar. Es como si, cuando salió el Tino Asprilla o Juan del Mar, un colectivo de hombres indignados hubieran protestado porque Soho explota el cuerpo masculino.¿Es marido solidario, de los que no hace desorden o si lo hace lo recoge? Soy marido solidario, de los que recoge el desorden.¿Es papá consentidor, alcahueta o exigente?Creo que más de las dos primeras.¿Verdad que inspiró a su papá para crear a Ramoncito, en Dejémonos de Vainas?Me temo que sí. Pero me lo temo por él.Dicen que como jefe es un bacán, pero si alguien le falla no le llama la atención: espera el menor descuido para echarlo...Falso de toda falsedad.Que es un encantador de serpientes. Que a modelo o anunciante que se resista a salir en Soho lo envuelve con labia. ¿Es una cualidad innata o heredada?Falso; la revista es evidentemente exitosa y no necesito acudir a nada para que un anunciante nos acompañe.¿Ya está preparado para la crisis de los 40?Listo y preparado: si José Galat la ha afrontado, y superado con éxito, más de cuatro veces, no veo por qué yo no pueda vencerla.¿Tiene o tuvo complejo por su calvicie?Desde que el Santa Fe es campeón, no tengo complejos de ninguna especie; mucho menos de calvicie, condición capilar que me honra compartir con San Ómar Pérez, mi santo de cabecera.