Esta es la historia de la Barbie, la famosa muñeca que cumple 57 años
Quien no conozca el impacto de Barbie debe saber que en su época dorada se vendían tres muñecas por segundo en el mundo. Mientras que fabricar cada prototipo de un modelo es un trabajo que se hace a mano y conlleva tres horas.
Quien no conozca el impacto de Barbie debe saber que en su época dorada se vendían tres muñecas por segundo en el mundo. Mientras que fabricar cada prototipo de un modelo es un trabajo que se hace a mano y conlleva tres horas.
Si una joven de carne y hueso, tuviera las proporciones de la Barbie, tendría las piernas dos veces más extensas que los brazos, el talle de la cintura un 50 % más delgado, el cuello dos veces más largo y la mitad de ancho que lo normal. Quien no conozca el impacto de Barbie debe saber que en su época dorada se vendían tres muñecas por segundo en el mundo. Mientras que fabricar cada prototipo de un modelo es un trabajo que se hace a mano y conlleva tres horas. Pues bien, una de las adeptas de este personaje tan popular como Mickey Mouse hay 500 grupos de seguidoras en Facebook, incluyendo uno llamado Tequila Barbie, la estadounidense Galia Slayen, que de niña jugaba a diario con esta chica plástica, cuando creció padeció anorexia y a sus 20 años construyó un muñeca a escala humana con las proporciones de la Barbie. Todo para mostrar el impacto que tiene esa imagen negativa que promueve. La Barbie humana, que ella exhibió en la Universidad Hamilton, en la Semana Nacional de Conciencia sobre los Desórdenes Alimenticios, medía 1.82 metros, pesaba 49 kilos y sus medidas eran 96-45-83.La de plástico, Barbara Millicent Roberts, mide 11 y media pulgadas (29.2 cm). Nació el 9 de marzo de 1961, y tiene seis hermanos, menores que ella, Skipper, Tutti, Stacie, Kelly, Krissy y Todd. En los años 50, su creadora, Ruth Handler, esposa de Elliot Handler, co-fundador de Mattel, se percató de que su hija prefería jugar con muñecas con apariencia adulta, en vez de infantiles como eran las de moda. Le propuso a Elliot que fabricaran unas así, pero este se mostró escéptico. El origen de la Barbie no es santo. Durante un viaje a Alemania Ruth vio en una vitrina a una muñeca llamada Bild Lilli. No se trataba de un juguete inocente. Se vendía a los hombres y tenía connotación sexual. Pero se empezó a vender a las niñas que disfrutaban cambiándola de ropa. Esta precuela de Barbie traspasó las fronteras alemanas, alcanzando los Estados Unidos. Mattel, que había rechazado la innovadora idea de Ruth, no tuvo más remedio que reconocer el éxito de Lilli y comprar los derechos. Ruth Handler bautizó al juguete Bárbara, en honor a su hija. La primera muñeca costaba US$ 3 y lucía un peinado rubio de los años 60 y un traje de baño animal print blanco y negro que simulaba piel de cebra. Los estudios de mercado iniciales apuntaban a que no se vendería porque tenía pechos. Nada más lejano a la realidad. Se estima que se han vendido más de mil millones en el mundo, en más de 150 países. Hoy en día, una muñeca años 60, en buenas condiciones, vale US$ 25.450. Una reliquia digna de subasta. Hoy en día una Barbie original cuesta en promedio $ 415.900 y accesorios como su casa hasta $ 1.300.000. El cambio radical Quizás el cambio más grande de la Barbie en sus 57 años es el que se dio a finales de enero pasado, cuando Mattel cedió, tras una crisis de ventas y años de críticas, y presentó una muñeca bajita, voluptuosa y de muslos anchos, semejante a una mujer real. Son tres modelos, el curvy, el petite y tall, con varios tonos de piel, cabello y tallas de calzado. Era un imposible. Barbie, la muñeca de cuerpo perfecto, amada y vilipendiada a la vez por sus medidas tan increíbles como imposibles, cambia. Y lo hace para bien: para adaptarse al siglo XXI, a los múltiples cuerpos, registró el portal huffingtonpost.es la noticia de la metamorfosis de Barbie. Esto es producto del Proyecto Amanecer, en el que la marca trabajaba desde hacía dos años y del que solo sabían 20 personas en el mundo. Algunos dirán que nos tardamos mucho en hacerlo, pero los cambios en una corporación tan grande toman tiempo, dijo Evelyn Mazzocco, jefe de la marca Barbie. Según el psiquiatra y sexólogo Fernando Calero de la Pava, la Barbie representaba la belleza estereotipada y sin valores. Y hoy en día las niñas prefieren muñecos de carne y hueso, como sus ídolos musicales y de películas y conceptos lúdicos que impliquen competitividad, como el deporte, la tecnología, el arte y la construcción (tipo Lego). El cambio de la Barbie es un freno de emergencia a la caída en las ventas. Si bien la muñeca genera anualmente mil millones de dólares en ventas en más de 150 países y el 92% de niñas estadounidenses de entre 3 y 12 años ha tenido una, las ventas descendieron un 20 % del 2012 al 2014 y en 2015, aún más. Una línea de juguetes de Lego destronó a Mattel como la más grande en el mundo en 2014. Y Hasbro derrotó a la Chica plástica con Elsa, protagonista de la película de Disney Frozen con la que los productores de Barbie perdieron US$ 500 millones. Tanto niños como adultos se ríen de la Barbie con curvas. Espero que en un futuro a la Barbie rellenita la vean igual de hermosa, dice Tania Missad, líder de investigación de Mattel. Para Alejandro Prado, director de la agencia de modelos El Molino, este es un cambio positivo. Hablamos de niñas en proceso de formación sicológica, a las que ese prototipo de estética, que les comunica el juguete, les marcará su personalidad. Criticada desde su nacimientoDesde que debutó el 9 de marzo de 1959, en la American International Toy Fair, en Nueva York, Barbie fue criticada por sus proporciones corporales y los industriales sentenciaron que nadie jugaría con una muñeca con pechos. M.G. Lord, autora de una biografía no autorizada, dijo que fue diseñada para enseñar a las mujeres lo que se espera de ellas en la sociedad. En 1963 un libro de dieta traía una muñeca que recomendaba no comer y otra Barbie que hablaba, decía: La clase de matemáticas es difícil. Para la sicóloga Frauky Jiménez, las niñas han sido bombardeadas por un ideal irreal de belleza que ha llevado a muchas a pasar hambre y a someterse a cirugías plásticas. Que ahora haya Barbies caderonas, bajitas, morenas, les da un mensaje positivo, de que no hay un estándar único de belleza y que si no eres de tal forma no serás rechazado. Jiménez se refiere a la ucraniana Valeria Lukyanova, la Barbie humana, parte de un movimiento de adolescentes obsesionadas por parecer muñecas. La precursora fue Dakota Rose, que con 16 años revolucionó la red con sus fotos de muñeca de porcelana. Ángela, niña caleña de 13 años, considera que el cambio de tallas de la Barbie es positivo, pues se creía que la mujer bonita debía ser alta y delgada. Esta nueva reduce la discriminación. Por su parte Gabriela, de 17 años, cuenta que ella no se sintió influenciada por el fenómeno Barbie en su infancia. Casi no me dieron muñecas y crecí tranquila con la forma como me veía, pero a mis amigas las influía negativamente la Barbie, porque ya estaban pensando en cómo se debían ver cuando grandes. Este cambio de apariencia de la Barbie ayuda a que las niñas vean que la belleza no está en muñecas delgadísimas, y que la perfección no existe. Sobre las polémicas de que Barbie promueve una mujer plástica, el director y gerente de operaciones de Mattel, Richard Dickson, se justifica en que la muñeca ha tenido 126 profesiones y oficios, fue mujer de negocios en 1963, astronauta en 1965 y cirujana en 1973 cuando solo el 9 % de los doctores era mujer. Nuestra marca representa el empoderamiento femenino. Barbie tenía carreras en un momento en que las mujeres se limitaban a ser solo amas de casa. Mattel en 1997 creó un estándar de figura saludable: Belly Button. Pero así como la Barbie ha tenido sus detractores, tiene rivales como American Girl, creada en 1986 por Pleasant Company. No tiene medidas de reina, ropa sexy ni novio. En vez de grandes senos, tiene cuerpo de niña, cara redonda y rosada y dos dientes. Mide 50 centímetros, cuesta US$ 95 e incluye biografía, la cual cuenta que una exmaestra, Pleasant T. Rowland, al visitar una ciudad colonial se inspiró en el estilo del lugar para crear muñecas que motivaran a las estudiantes a aprender historia, como Molly, niña de 1944 de la Segunda Guerra Mundial; Samantha, victoriana de 1904, y Josefina, hija de inmigrantes mexicanos de 1824. Las niñas de EE.UU. y de otras partes del mundo cada año se llevan a sus casas 500.000 unidades. En 1995 -tres años antes de ser comprada por Mattel- se lanzó la colección Just like you (Igual a Ti) que les ofrece una muñeca a su imagen y semejanza, eligen su color de piel, pelo y ojos y atuendo para su muñeca y para ellas. Otra rival de Barbie es Lammily, creada en 2014. y Monster High creada en 2011 por Mattel, como una muñeca inspirada en personajes de terror. Cuesta entre $50.000, $630.000, y $1.190.900.