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Exposición Nosotros, 172 años después. Exposición Nosotros, 172 años después.
Exposición Nosotros, 172 años después. | Foto: Externnos

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Estos son los rostros del Caribe Colombiano que llegan a la Gran Manzana

El trabajo de la artista visual Ruby Rumié se traslada a las grandes ligas del arte en las galerías de Nueva York.

9 de mayo de 2023 Por: El País

Hasta hace algunas semanas, en el centro histórico de Cartagena, dos exposiciones impactaron entre los habitantes y visitantes a La Heroica, y ahora, prometen hacer lo propio en Nueva York.

Se trata de ‘La Caída’ y ‘Nosotros 172 años después’, dos propuestas de la artista visual Ruby Rumié, las mismas que generaron un alto impacto entre los visitantes del Museo de Arte Moderno, y a pocas calles de él, en la Galería NH de Cartagena.

Los visitantes se encontraban con dos propuestas completamente distintas entre sí, pero unidas por la búsqueda y los intereses artísticos de la creadora, quien siempre está en búsqueda de narrar historias que nutran la memoria del Caribe, con todas las posibilidades de la reivindicación de sus pueblos. Todo esto a través de distintas formas del arte plástico.

Todo esto forjado y desarrollado desde su taller en el corazón del barrio Getsemaní, un lugar de hermosos callejones que también se presenta como un barrio de resistencia cultural para mantener la identidad cartagenera de la tradicional zona.

Exposición Nosotros, 172 años después. Exposición Nosotros, 172 años después.
Una propuesta, que tras presentarse en Cartagena, ahora se traslada a las grandes ligas del arte en las galerías de Nueva York, llevando el Caribe colombiano a la Gran Manzana. | Foto: Externnos

Qué mejor lugar, usualmente caracterizado por un gran bullicio, para tener un taller, que al cerrar sus puertas, extraerse de ese mundo y sumergirse en sus propias propuestas artísticas y estéticas.

Dos obras con dos viajes distintos, como ‘La caída’, la que empezó a desarrollar en 2019 y buena parte de la pandemia con sus temporadas de aislamiento, con el silencio ideal para darle rienda suelta a la creación artística.

En esta propuesta, se encuentran distintos formatos, entre la pintura, así como el dibujo y todo un performance que hacen posible a ‘La caída y muerte de una paloma’ (o cientos de ellas).

Exposición Nosotros, 172 años después. Exposición Nosotros, 172 años después.
Exposición Nosotros, 172 años después. | Foto: Externnos

En 2018, saliendo de su taller, vio una escena que la impactó. Un automóvil arrolló una pequeña paloma, con tal impacto, que caería a los pies de Ruby Rumié.

Impactada por el hecho, y ver toda la indiferencia que rodeaba la muerte de este animal, entre la cotidianidad del horror de la muerte que caracteriza a este país, la artista no dudó en tomar el cuerpo inerte del pequeño animal y llevárselo a su estudio-taller.

En ese momento, el impacto del hecho la impulsó a empezar a dibujarla, a tomarle fotografías, reflexionando, meditando sobre la indiferencia sobre la muerte.

En todo ese proceso, la artista cartagenera recordó la obra ‘Paisaje con la caída de Ícaro’, que en 1554 realizara el pintor Pieter Brueghel. En ella, narra la tragedia de Ícaro, que se ahoga en el mar y nadie se detiene a socorrerlo y todos continúan en la cotidianidad de sus labores.

Exposición Nosotros, 172 años después. Exposición Nosotros, 172 años después.
Exposición Nosotros, 172 años después está compuesta por 117 fotografías. | Foto: Externnos

Encontró la relación directa entre el trágico hecho y la clásica obra de arte, emprendiendo su propio camino artístico que dio resultado todo una instalación en la que se destacan cerca de 500 palomas muertas, creadas en tela, lo que requirió la participación de otros artistas. Todo esto, para recrear, una y otra vez, la muerte de la paloma y la indiferencia que gira a su alrededor.

Todas ellas, en el suelo, con su cuello completamente quebrado en una propuesta, que además de la crítica a la indiferencia, toca otros temas profundos de la sociedad actual.

“Vivimos tiempos donde la aceleración de los tiempos en la vida, lo que genera la desorientación actual, la altísima competitividad y el consumo desmedido que nos ha llevado a la crisis actual, la caída paloma simboliza la ruptura de los lazos afectivos del ser humano consigo mismo, su comunidad, memoria y entorno”, comentó la artista.

Y agregó: “En estos tiempos donde impera la inmediatez, es urgente encontrar los momentos de pausa para permitir que las experiencias cotidianas de la vida nos atraviesen y así percatarnos del coraje que implica conmovernos”, dicta en uno de los apartes de su exposición.

RUMBO A NUEVA YORK

A la par, estuvo exponiendo ‘Nosotros, 172 años después’, que pronto estará exhibiéndose en una galería de la exigente Nueva York.

Se trata de una exposición compuesta por 117 fotografías donde la artista ha retratado a distintos personajes característicos de la diversidad del Caribe Colombiano, con su alimento favorito de esta misma región del país.

Esta obra parte de su ya conocido interés de la artista por la historia y la idiosincrasia de las personas del Caribe colombiano, rica en su diversidad, gracias, en gran parte, por la gran cantidad de movimientos migratorios que ha vivido.

Exposición Nosotros, 172 años después. Exposición Nosotros, 172 años después.
Buena parte de la pandemia, con sus temporadas de aislamiento, sirvieron para darle rienda suelta a la creación artística. | Foto: Externnos

Siempre apoyada en una minuciosa investigación, encontró La Comisión Corográfica propuesta por Tomás Cipriano de Mosquera, la misma que sería liderada por Agustín Codazzi, lo que fue un estudio adelantado a su época para conocer realmente cómo era el país y su gente, entre los años 1850 - 1859.

La labor no fue nada sencilla, entre artistas y redactores, viajaron por el país, con las dificultades de movilidad por Colombia de aquellos tiempos, para retratar los habitantes de las distintas zonas del país.

Material que la artista cartagenera conoció y estudió de manera minuciosa, aunque sólo tuvo acceso a 151 láminas de las 400 que produjo el estudio y que se encuentran bajo la protección de la Biblioteca Nacional de Colombia.

Pero para sorpresa de la artista, de sus láminas estudiadas, no encontró la representación de la población del Caribe Colombiano, lo que la impulsó a intervenir dichas láminas, y a través de la magia de la tecnología, borraba los personajes originales, para invitar a personajes del Caribe, con su alimento favorito, y retratarlos.

La idea del alimento partió de la idea de intelectuales del siglo XIX, como Francisco José de Caldas, quienes aseguraban que tanto el clima como los alimentos influyen en el carácter de las personas.

Una propuesta, que tras presentarse en Cartagena, ahora se traslada a las grandes ligas del arte en las galerías de Nueva York, llevando el Caribe colombiano a la Gran Manzana.

*Sergio Villamizar, Colprensa*

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