Reforma tributaria: así reaccionaron gremios y analistas a la propuesta que aumenta impuestos

Aunque el Gobierno Nacional asegura que con el proyecto de reforma tributaria no se afectará la canasta familiar que consumen los colombianos, lo cierto es que la gran mayoría de ciudadanos y empresas tendrán que pagar más impuestos en el 2026.

Esto por cuenta del nuevo ajuste tributario que, finalmente, fue radicado ayer en el Congreso por parte del ministro de Hacienda, Germán Ávila.

“Estamos procurando tener una estrategia que garantice la estabilidad fiscal y macroeconómica, en el mediano plazo, y en gran medida las propuestas que hemos presentado van a ser de utilidad para el próximo gobierno, pues se garantizará que este tenga una estructura de ingresos estable y llene el hueco fiscal que tiene país”, aseguró el funcionario.

El Gobierno busca con este proyecto $26,3 billones, los cuales son vitales para completar el presupuesto de la Nación para la próxima vigencia.

Principales propuestas

Según el proyecto impositivo, se aumenta el IVA para los vehículos híbridos, impuesto que pasa del 5 % al 19%. El aguardiente, ron, whisky, brandy y vodka también tendrán un alza en tributo de 5 % al 19 %.

La gasolina y acpm pasan de un IVA de 5 % al 10 %, en 2026 y 19 % en 2027 y se eleva a 19 % este impuesto para el alcohol carburante desde julio del 2026, de acuerdo con la propuesta.

Las boletas para espectáculos deportivos y culturales, que estén por encima de $500.000, pagarán la tarifa general de IVA.

También tendrá el 19 % los juegos de suerte y azar por internet, así como los servicios de software y procesamiento en la nube, que actualmente están excluidos.

Los extranjeros que vengan al país, asumirán un impuesto del 19 % en el costo del hospedaje. “El turismo es un sector jalonador, pero la reflexión es qué un turista extranjero no dejará de venir al país por pagar un IVA sobre el hospedaje. Eso será imperceptible para ellos”, dijo el ministro Ávila.

Igualmente, más personas tendrán que pagar impuesto al patrimonio, dado que baja la base. El tributo pasa de 72.000 UVT hoy ($3.600 millones) a 40.000 UVT ($2.000 millones).

Asimismo, aumentan la tarifas para el patrimonio. El sector financiero tendrá una sobretasa de 15 puntos para una tarifa de 50 %, se iguala la sobretasa del carbón con el petróleo y se coloca impuesto a las herencias líquidas.

De igual forma, se gravan las importaciones de cuantías mínimas y se incrementa de 16 % al 19 % el impoconsumo para bienes de lujo como vehículos con valor superior a los US$30.000.

Se mantiene un impuesto ad valorem del 10 % para los cigarrillos en cajetilla y aumenta el tributo al 30% para los vapeadores o cigarrillos electrónicos.

Ganancias ocasionales en general pasa de una tarifa de 10 % al 15 %, pero en el caso de loterías y apuestas, la tarifa pasa de 20 % al 25 %.

Reacciones de gremios y analistas

Las reacciones a la propuesta del Gobierno Nacional no se hicieron esperar. Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, calificó la iniciativa de “aberrante”, pues considera que afectará gravemente el bolsillo de las familias y el comercio formal.

“Estamos ante una propuesta que busca resolver el desequilibrio fiscal no con eficiencia en el gasto, sino extrayendo aún más recursos de los ciudadanos y del sector productivo. Esto es insostenible y socialmente injusto”, afirmó.

José Manuel Restrepo, exministro de Hacienda y rector de la EIA, dijo que el proyecto tributario es inoportuno porque destruye el poco ánimo de inversión privada para crecer y afecta a todos los consumidores.

Además, lo considera innecesaria y asegura que lo mejor sería controlar los excesos y el derroche de gasto de funcionamiento en el presupuesto nacional. “Por qué el ánimo del Gobierno de afectar a todos al aumentar el IVA a productos como café, cereales, avena, harina, aceites, productos de panadería, ponerle IVA a conciertos, partidos de fútbol, cine, parques de diversiones y teatros, así como al pago de administración en edificios o a los parqueaderos”, se pregunta el analista.

El senador Efraín Cepeda aseguró que “no permitiremos más impuestos a personas naturales, ya agobiadas, ni a empresas, asfixiadas por mayores costos. El IVA, regresivo, golpea a los más vulnerables. Pareciera que el Gobierno busca frenar el crecimiento empresarial y debilitar el patrimonio ciudadano. Algunos voceros de izquierda sugieren que mantener a las personas en la pobreza asegura votos para su proyecto político”.

Por su parte, Juan David Velasco, socio de Impuestos en Baker McKenzie Colombia, comentó que en Colombia, la tramitación casi bianual de reformas tributarias obedece a la presión fiscal estructural de la Nación, derivada del crecimiento sostenido del gasto corriente respecto del PIB y a la ausencia de una política tributaria de largo plazo.

De ahí que cada gobierno introduce ajustes coyunturales de recaudo inmediato en lugar de diseñar un marco tributario estable; “esta práctica, poco común en economías comparables como México, Chile o Perú, ha convertido el Estatuto Tributario en un cuerpo normativo fragmentado, con normas transitorias y regímenes especiales que erosionan la seguridad jurídica y la eficiencia recaudatoria”.

Agregó el analista que se evidencia, por el déficit fiscal, que la fórmula de insistir únicamente en mayores ingresos corrientes por impuestos ha resultado errada. El recaudo que generó la reforma de Ley 2277 de 2022, promovida por el Gobierno actual, resultó en el más alto de la historia reciente en términos relativos, pero el déficit fiscal solo creció, erosionando de paso la confianza inversionista.

“El verdadero ajuste debe provenir de la reducción y racionalización del gasto corriente de la Nación y de una redirección estratégica de la inversión pública hacia sectores que impulsen crecimiento y productividad”.