Gas natural en Colombia: Así está el panorama para el 2026; hay preocupaciones

Los usuarios del gas natural tanto residenciales como industriales en el Valle del Cauca y en gran parte de Colombia experimentarán alzas en la tarifa mensual del servicio.

El anuncio lo hizo recientemente la Asociación Colombiana de Gas Natural, Naturgas, que vaticinó incrementos entre 30 % y 35 %, a partir de este mes de diciembre en el gas natural vehicular y del 5 %, promedio en el residencial, presentando, además, un panorama difícil del sector para el corto plazo.

Las razones, según explica el gremio, tienen que ver con la reducción de la producción local de gas natural, lo que ha obligado al país a aumentar las importaciones del mismo, pero a un precio más costoso.

De esta forma, entre el 7 % y 19 % del gas consumido entre 2024 y 2025 ha sido comprado en el mercado externo.

Aunque el suministro del combustible está garantizo, más importaciones significará precios más altos.

De acuerdo con el análisis de Julio César Vera, presidente de la Fundación XUA Energy, los nuevos contratos de gas para el año que comenzó el primero de diciembre tendrían un efecto promedio del 14 % en el precio del gas, a nivel residencial, en cuanto al componente de producción, es decir un efecto estimado del 5 % en el precio final.

“Esto teniendo en cuenta que el componente de producción tiene un peso entre el 35 % y el 40 % del valor final a los usuarios”, dijo.

Sin embargo, se estima que el alza en el precio promedio país para todos los sectores de la demanda esencial puede llegar al 27 %, pero “dependerá mucho de cada zona y subsector; lo claro es que, en los hogares, el efecto de aumento no será más allá de la inflación anual esperada”, dijo.

Pero otra cosa plantean desde la industria. Marcela Mejía, gerente de la Siderúrgica de Occidente, Sidoc, mostró su preocupación por la problemática, pues por los cambios en los contratos la empresa estima un aumento superior al 230 % en el costo de este combustible que es “importantísimo en la producción y la transformación del acero que nosotros producimos”.

Sidoc consume aproximadamente 920.000 metros cúbicos de gas natural que compraban a unos 9 dólares por millón de BTU (Unidad Térmica Británica) y ahora, con los nuevos contratos que incluyen gas importado, la tarifa cambió a 25 dólares.

“Veníamos pagando facturas aproximadamente de $1300 millones y estimamos que pasaremos a unos $4500 millones, lo que obviamente nos resta competitividad en el acero que producimos, con el agravante de que somos la ciudad que está más lejos de la Costa Atlántica, que es por donde se está importando el gas”, aseguró la ejecutiva.

Agregó Mejía que ese sobrecosto no se le puede trasladar al consumidor final, por lo que la empresa está estudiando opciones para producir con unos combustibles alternativos. “Esto es un retroceso desde el punto de vista ambiental. Vamos a retroceder 25 años”, afirmó.

Tomás González, director ejecutivo del Centro Regional de Estudios de Energía (CREE), comentó que efectivamente el gas barato en Colombia se acabó.

“El gas que tuvimos por décadas, que pagábamos a 4, 5, 6 dólares se acabó, nos dormimos y nos comimos ese gas y nunca lo reemplazamos y ahora el importado es 60 % o 70 % más caro”, reiteró.

Sobre el tema, María Isabel Ulloa, directora de Propacífico, dijo que la situación es “sin duda muy preocupante”, en especial para los vallecaucanos.

“Ya éramos la cola del sistema, por lo que teníamos que cancelar más caro el gas que el resto de Colombia, ahora que todo el país está pagando más, pues nosotros seremos de los más afectados”, reiteró.

Para Ulloa, este panorama muestra la importancia de que el departamento tenga un plan de suministro de energía de mediano y largo plazo, con diferente opciones, basado en lo que la región necesitará a futuro. “Con ello vamos tener la claridad de qué necesitamos para la región”.

Precisamente esta semana Propacífico y el CREE presentaron un estudio sobre el crecimiento que tendría la región, en los próximos 25 años, y la energía que se demandará para soportar ese desarrollo. Esto con el objetivo de que el departamento se prepare diseñando, estructurando y promoviendo los proyectos que, en materia energética, se necesitarán para lograr el objetivo propuesto.

Panorama Nacional

El experto Julio César Vera comentó sobre la situación energética que todos los escenarios muestran que, por lo menos en los próximos 4 a 5 años, y dependiendo de qué tan rápido avance el proyecto de exploración Sirius de Ecopetrol, el país será importador neto de gas para la atención de su demanda esencial y no térmica, es decir la demanda del sector residencial, comercial, industrial y gas vehicular.

Reiteró el Presidente de la Fundación XUA Energy que, como ya se está viendo, este será un combustible más costoso que el de carácter local y que hoy se mueve entre los 12 y los 15 dólares por millón de BTU. Además, señaló que el gas local hoy es más caro, entre los 9 y los 12 dólares por millón de BTU con respecto a los 5 a 6 dólares por billón de BTU que se manejaban en el pasado “cuando teníamos señales de suficiencia y oferta superavitaria en el país”.

¿Cuáles serían las salidas?

Según Julio César Vera, hay varias tareas que el país debe sacar adelante para cambiar el panorama actual. Por ejemplo, considera que Colombia debe avanzar y materializar los diferentes proyectos de importación que se vienen desarrollando en Colombia y que garantizarán la oferta como la regasificadora en Buenaventura de Ecopetrol que dará 60 millones de pies cúbicos por día (ver recuadro), así como la planta de Coveñas, también de Ecopetrol (de 250 millones de pies cúbicos por día).

Así mismo es clave avanzar en el proyecto de Sitio Nuevo - Magdalena al frente de Barranquilla (que aportaría hasta 150 millones de pies cúbicos por día) y la Guajira - TGI (300 millones de pies cúbicos por día), explicó el experto.

“Esto, a la par que se avanza con las consultas previas, licencias, desarrollo, construcción y puesta en operación del proyecto Sirius de Ecopetrol (el cual permitirá llegar a colocar en el mercado hasta 450 millones de pies cúbicos por día) y la búsqueda de oportunidades y otras posibles fuentes locales en proyectos en cuencas como el Piedemonte llanero, la cuenca Sinu - San Jacinto, la cuenca Cesar - Ranchería, el Valle Inferior del Magdalena e inclusive evaluar la posibilidad del desarrollo de los yacimientos no convencionales en el país”.

Para los analistas, estos desarrollos darían la posibilidad de un gran salto en materia de soberanía y seguridad energética en materia de gas natural.

En esto coinciden las directivas de Naturgas que ha reiterado que superar esta situación requiere decisiones y ejecución: “acelerar proyectos estratégicos ya aprobados, modernizar la infraestructura de transporte, actualizar regulaciones congeladas desde hace 12 años, desarrollar proyectos continentales con potencial de 60 GBTUD antes de 2027 y avanzar en descubrimientos costa afuera como Sirius, con potencial de 400 GBTUD. Garantizar la seguridad energética no es un debate ideológico, sino una decisión de país”, dijo recientemente Luz Stella Murgas, presidente del gremio.

¿Qué dice el Gobierno?

El presidente Gustavo Petro lanzó acusaciones por la actual situación: “Los especuladores de la energía eléctrica y el gas han creado pánico a través de la idea que vamos hacia un apagón, precisamente cuando más energía limpia generamos”.

El mandatario afirmó que no habrá apagón y solicitó reducir sustancialmente el precio del gas que genera Ecopetrol. “Les pedimos a las empresas industriales y empresas de gas al servicio al usuario, no preferir gas importado sino gas de Ecopetrol, a bajo precio, en los próximos días se expedirán las resoluciones respectivas”, añadió.

Y efectivamente, el ministro de Minas y Energía, Edwin Palma, socializó 20 acciones para “garantizar precios justos” y proteger el bolsillo de los colombianos.

Entre ellas están: expedir un decreto para frenar lo que consideran prácticas especulatorias, mediante la limitación de la intermediación en el mercado. También se expedirá una resolución para optimizar el uso de la plata de regasificación, se permitirá que los distribuidores contraten gas interrumpible para atender la demanda esencial y fortalecer el monitoreo de precios, entre otras decisiones.