Cali, una ciudad 'saludable' para los negocios fitness

Entrenando sin descanso, dando zancadas de gigante y al ritmo de la frecuencia cardíaca de quien corre una maratón, así ha ido creciendo el ‘fitness’ y su negocio en Cali.

Más en épocas como estas, donde cientos de personas llegan a los gimnasios para cumplir con metas como desaparecer esos kilos de más, incrementados por los banquetes decembrinos imposibles de rechazar.

Pero los propósitos ‘fitness’ no se limitan a enero, el auge de esta tendencia ha sido tal que según la Asociación Internacional de Salud, Juegos de Raqueta y Deportes, Ihrsa (por sus siglas en inglés), en Colombia hay al menos 1752 gimnasios y cerca de 979.000 usuarios vinculados, lo que hace que el país ocupe el quinto lugar en Latinoamérica y facture unos US$376 millones anuales.

Lo más llamativo es que el crecimiento de la industria ha sido mayor en los últimos años, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Cepal, pues solo entre 2011 y 2015 el aumento de la cantidad de gimnasios en Colombia fue de 46,3 %. En Cali funcionan entre 50 y 70.

Sin embargo, la tendencia no es nueva, así lo aseguró Álvaro Navarro, gerente comercial de Smart Fit: “Este es un tema que a nosotros en Colombia apenas nos está pegando, pero que viene en el mundo desde hace 10 años. En Europa del 15 % al 20 % de la población está inscrita en algún gimnasio y en EE.UU., el 15 %, mientras en Colombia solo entre 2 % y  3 %”.

No obstante, lejos de ahuyentar a los inversionistas, ese bajo porcentaje de afiliados a gimnasios en el país, los atrae. Por eso cada vez llegan a Colombia y a Cali más firmas extranjeras como Smart Fit y recientemente la cadena sueca Fitness24Seven, con ofertas asequibles a la población.

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Pero cuando se habla de inversión, la otra cara de la moneda son los afiliados, aquellos que hoy no solo visitan de manera ocasional esos establecimientos para ejercitarse, sino que han hecho del entrenamiento deportivo y de la alimentación saludable su estilo de vida.

Ese es el caso de Julie González, quien actualmente paga una mensualidad de $145.000 en el box donde entrena crossfit. Ha cambiado sus hábitos alimenticios, dedica dos horas diarias a ejercitarse y los fines de semana se une a actividades grupales como salidas a ecoparques y a trotar en Pance.

Un estilo de vida que le ha significado cambios no solo físicos sino económicos, así lo aseguró ella: “Aunque no me considero una persona estricta con la dieta, sí se ha incrementado el precio de lo que invierto en nutrición y suplementos. Por ejemplo, la proteína me dura cuatro meses y vale $300.000, los aminoácidos Bcaa $90.000 y la L-carnitina $70.000, estas últimas me duran un mes. Eso sumado a que ahora estoy más concentrada en el deporte y como más sano e intento ir a restaurantes con ofertas saludables, que suelen ser más costosos”.

De igual forma, Gloria Valencia, triatleta entusiasta y dueña de una tienda de suplementos, asegura que para mantener un estilo de vida enfocado en el deporte se requiere de una alimentación que compense el desgaste muscular provocado por la actividad física y eso implica un incremento significativo en el precio de la canasta familiar.

Pero no solo eso, el costo que tiene entrenar y participar en competencias es elevado. “Si estás afiliado a algún grupo de entrenamiento que trabaje los tres deportes (atletismo, natación y ciclismo) puedes pagar $280.000, sin contar implementos como la bicicleta, el kit de natación, la ropa, el calzado y demás, esenciales para poder practicarlos”, afirmó Valencia.

Además, participar en competencias de triatlón o atletismo, tan de moda ahora en Cali, puede costar entre $65.000 y $140.000, si es un evento local. Si se trata de uno de gran envergadura, puede llegar a valer hasta $3.000.000, como es el caso del Ironman de Cartagena, y todo esto sin contar hospedaje o tiquetes de avión.

Sin embargo, las competencias deportivas no se quedan en carreras, ahora han surgido plataformas como FeriaFit, que reúnen a personas, productos y servicios entorno a la salud, el deporte y el bienestar.
La iniciativa ha contado con tanto éxito que en su última versión, en 2018, logró convocar a más de 20.000 asistentes y 160 marcas, sin contar a los entrenadores, fisioterapeutas, ‘influenciadores’, ortopedistas y demás, que ofician como marca.

Respecto a la popularidad que ha tomado la tendencia ‘fitness’, el surgimiento de cada vez más emprendedores que hacen parte de ella y a la duda de si es solo moda o persistirá en el tiempo. Manuel Solarte, director de FeriaFit, afirma: “La industria seguirá creciendo, sobre todo en el sector del bienestar. Y más ahora que la gente está más pendiente de lo que come y de ejercitarse porque no se puede jugar con la salud. Es muy costosa y el sistema está quebrado”.

Asimismo, Álvaro Navarro asegura que cambiar el estilo de vida por uno más saludable es un asunto de consciencia que cada vez se entiende más.
“Hay un sinnúmero de personas enfermas, de todas las edades, por malos hábitos. Por eso hoy las entidades públicas hacen alianzas con gimnasios, porque ya han entendido que el ejercicio es salud”.

Alimentación:

Aceite de coco por 360 ml: $38.000
Sal rosada del Himalaya 220 gr: $62.000
Arepas de quínua x 6: $23.000
Pancakes protéicos 500 gr: $35.000
Leches vegetales 500 ml: entre $12.000 y $24.000

Accesorios
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Reloj deportivo especializado: entre $150.000 y $600.000
Medias de compresión para recuperación: $50.000
Cordones elásticos para correr: $16.000

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