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A 20 años del apagón, Colombia se siente blindada en energía

La crisis eléctrica de 1992-1993 le dejó grandes lecciones al país. El sector ha tenido importantes transformaciones.

5 de marzo de 2012 Por: Colprensa

La crisis eléctrica de 1992-1993 le dejó grandes lecciones al país. El sector ha tenido importantes transformaciones.

Hace 20 años los colombianos tuvieron que acudir a velas, linternas, gas propano y estufas de gasolina para afrontar un racionamiento eléctrico. El pasado 2 de marzo los recuerdos florecieron y seguramente la mayoría no revivió con agrado los apagones que se repitieron por más de un año, entre 1992 y 1993.La culpa se le atribuyó al fenómeno climático de ‘El Niño’, que dejó al descubierto la fragilidad del sistema energético nacional, pues cerca del 80% de la generación de energía dependía de las hidroeléctricas, lo que dejó inerme al país ante la sequía que soportaron los embalses.En un principio los racionamientos estaban programados para dos horas; sin embargo, en Bogotá llegó a ser de 9 horas y en San Andrés y Providencia hasta de 18 horas diarias.El entonces presidente, César Gaviria, enfrentó esa situación con medidas que obligaron a miles de familias a cambiar sus hábitos de consumo, trabajo y estudio.“Con mi esposa y mis hijos estábamos acostumbrados a salir de la casa más tarde, pero las cosas cambiaron. La ‘hora Gaviria’ significó menos sueño y más sacrificio. Hasta cocinamos con una estufa de gasolina que aún guardo”, recuerda Benjamín Ortiz, un bogotano de 68 años.Esa hora menos de sueño a la que se refiere Benjamín tiene que ver con la decisión del Gobierno de adelantar en 60 minutos la hora oficial del país para aprovechar la luz solar. La decisión permaneció vigente nueve meses. Después de 20 años este suceso no sólo hace parte de la historia nacional, sino que renueva los interrogantes sobre cómo se mantiene el sistema eléctrico y, sobre todo si existe posibilidad de un nuevo apagón.Frente a esa posibilidad el ministro de Minas y Energía, Mauricio Cárdenas Santamaría, señala que “el país ha hecho grandes avances desde ese momento hasta hoy, y aunque sería demasiado arriesgado hacer una afirmación categórica de que el país no tiene ningún riesgo, pero las posibilidades de que se presente algo así hoy son sumamente bajas”.Por su parte, César Tobón, director Ejecutivo del Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico del Sector Eléctrico, Cide, afirma que “el apagón fue un problema de rezago en la ejecución de obras de infraestructura, que eran necesarias para garantizar la confiabilidad del sistema”.A raíz de la emergencia, el Gobierno cambió las reglas de juego en la prestación de los servicios públicos y adoptó medidas para asegurar el abastecimiento energético, con la expedición de las leyes 142 y 143 de 1994 y la creación de la Comisión de Regulación de Energía y Gas, Creg.Las soluciones llegaron cuando el sector dejó de ser un monopolio estatal para dar paso a la inversión privada.Eduardo Pizano, actual presidente de Naturgas, quien vivió el apagón del 92 siendo Senador de la República, afirma que “la situación ha cambiado, pues hay mayor participación de la generación térmica, pero sigue siendo la hidroelectricidad la principal fuente de generación de energía. También hay más mejores garantías para el sector”.Colombia se siente blindada así frente a otro apagón. César Tobón, director del Cide, señala que “el futuro parece promisorio. El país puede tener una relativa tranquilidad sobre otro eventual apagón, porque hay una mejor planeación del sistema en su conjunto”.Aún hay sitios con racionamientosAunque la interconexión eléctrica fue una de las soluciones para evitar futuros apagones, al lado de un nuevo marco regulatorio y el ingreso de inversionistas privados al sector, todavía hay lugares en Colombia que no gozan del servicio de energía.“Hay 39 cabeceras municipales que no están interconectadas, pero durante el cuatrienio se espera lograr darles energía por 24 horas a esas zonas. En donde se presenta esa situación es en Chocó, Cauca, Nariño, Caquetá, Meta y Guaviare”, dice el subdirector del Instituto de Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas, Ipse, Luis Eduardo Villamizar.Las cabeceras a las que se refiere tienen servicio sólo por 6, 8, 12 o 18 horas diarios. Por tal razón se está ejecutando un plan de acción que les permita disfrutar de un servicio continuo, especialmente, en los departamentos de Cauca y Nariño.Frente a esa coyuntura el ministro de Minas y Energía, Mauricio Cárdenas, dice que “el Gobierno está pensando en dar más incentivos para que se construya una planta que nos permita coyunturalmente, y por periodos de tiempo cortos, importar gas para atender situaciones extremas. También estarían disponibles más centrales hidroeléctricas, con las grandes inversiones que se están haciendo en El Quimbo, Ituango e Hidrosogamoso”. Hoy, la capacidad eléctrica nacional es de 14.850 megavatios.

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