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Sueños, felicidad, estafas y mucho más, se esconde detrás del auge de las escuelas de fútbol de Cali
Cali cuenta con más de 200 clubes y academias, donde los padres llevan a sus hijos con la ilusión de que se conviertan en profesionales.
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9 de ago de 2025, 11:46 a. m.
Actualizado el 9 de ago de 2025, 11:46 a. m.
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La fiebre del fútbol en Cali está a la orden del día. La ilusión de los padres de tener un jugador profesional en casa los ha llevado, incluso, a ser estafados.
En todos los barrios de la ciudad hay, al menos, una escuela dispuesta a cumplir las necesidades de quienes abrigan ese sueño. Las hay recreativas, formativas y élite.
Y en las tardes, miles de niños se toman los campos de fútbol de la urbe para ser felices pateando la pelota y gritando gol.
El boom de las escuelas ha generado la creación de 205 clubes, según datos de la Secretaría del Deporte de Cali, y la mayoría de ellas se encuentra en el Distrito de Aguablanca.
Pero la tarea de ser profesionales no es sencilla. En la ciudad hay miles de infantes, jóvenes y adolescentes en busca de esa oportunidad, pero menos del 1 % lo logra.
Sabiendo la frustración que eso está causando en los menores, los dueños de los clubes, los formadores y el presidente de la Liga Vallecaucana de Fútbol, Oweimar Giraldo, tratan de aterrizar a los padres y de no crearles falsas expectativas.

El boom de las escuelas
De acuerdo con la Liga Vallecaucana de Fútbol, en Cali hay 179 clubes afiliados y 34 invitados a sus campeonatos.
Según Giraldo, esta fiebre se debe a que “nos volvimos, con el fútbol, un reglón importante en la economía del país. Hacemos muchas transferencias de deportistas, no solo internas, sino al exterior. Los padres y los niños ven que alguien del barrio es profesional, tiene mejor casa y carro, y todos quieren ser profesionales. Se volvió una moda”.
Además, señala, “tenemos una ventaja y es la cantidad de canchas de fútbol, casi que son tres por cada barrio. Donde más jugadores hay es en el Distrito de Aguablanca”.
Y aunque la mayoría de los dueños buscan formar personas, hay otros que quieren ser ricos a costillas de papás y chicos, prometiendo cosas imposibles.
“Hace poco nos pasó, en un sector de Cali, que una persona embaucó a un poco de padres de familia; les pidió plata para llevar a sus hijos a mostrarlos a Bogotá. Los citó un jueves en la noche, con maletas, en un parque para viajar. Ni el bus, ni los sueños, ni el proyecto, ni la plata apareció. Esa urgencia que tienen de jugar fútbol cómo sea, los lleva a cometer estos errores”, insiste.
Hay escuelas de fútbol clubes que han establecido casas hogares con beneficios para los más necesitados (alimentación y alojamiento), pero en algunos casos cobran por ello: si un niño ‘revienta’, será vendido y se cobrarán los derechos de formación.
Héctor Cárdenas, fundador, hace 33 años, en el popular barrio El Guabal, el Club Deportivo que lleva su nombre, afirma que “la escuela nació para generarles espacios a los niños. Hemos crecido y, con la evolución del fútbol, ahora tenemos muchos servicios con profesionales para formar personas”.
El entrenador de la Selección Colombia Sub-20, César Torres, nacido en Cali, dice que “por todo lado hay escuelas de fútbol” y que eso favorece al país, porque se pueden forjar “futbolistas callejeros, en los barrios marginales”, ya que, “los de estratos más altos no tienen ese espacio, los tienen en las escuelas”.
Giraldo enfatiza en que la clave es ver niños y niñas alegres: “La felicidad es lo primero, pero los padres no lo piensan así. La meta es que sea profesional, porque él no pudo cumplir ese sueño o porque ven en el niño una posibilidad económica”.

Padres apasionados
En muchos otros casos la alegría es el principal sentimiento que se ve en las canchas.
Son tal las emociones que despierta este deporte, que ya los padres parecen entrenadores. Dan indicaciones, alegan con los árbitros y alientan a sus hijos con pasión desenfrenada.
“Vamos”, “dale”, “tú puedes”, “con toda”, son algunas de las frases que se les escuchan.
Esmeralda Zorrilla, madre de Sebastián Rivera Zorrilla (11 años), del Club Héctor Cárdenas, prioriza la felicidad .
“Acompañar a mi hijo es una experiencia inolvidable. Si llega a ser profesional, muy bien, pero si no lo logra, lo más importante, como se lo he dicho, es que disfrute su proceso y sea feliz”.
Por esa misma línea va Juan Ceballos, papá que no desampara a Matías Ceballos (8 años), del equipo Cali Leones, que entrena en Valle del Lili.
“Como padres vinculamos a Matías en una escuela porque me gusta el fútbol y la otra razón importante es que el deporte le inculca disciplina”.
Además, Juan enfatiza que el objetivo de él y su esposa, Jessica, es que su hijo “se oriente por el deporte y si puede, que viva de esta actividad. Sabemos que el fútbol es bastante luchado y no todos logran ser profesionales, por eso queremos que practique un deporte”.
Un mal crónico
El directivo de la Liga está de acuerdo con Cárdenas: el eje principal debe ser la persona y no ver al niño como una máquina.
Pero se suelen generar discordias de algunos padres y madres con técnicos y dueños de escuelas de fútbol, porque quieren ver a sus hijos en grandes clubes.
“Eso nos causa muchos problemas. El fútbol es de procesos, pero los papás van de club en club por la carrera de ver al hijo profesional”, manifestó Oweimar Giraldo.

Para el técnico Torres, es vital que los padres “no presionen” a los chicos. Ese “pensamiento es errado, los ven como la salvación económica y el niño deja de disfrutar. El padre le recarga una responsabilidad familiar”.
Para el reconocido ‘profe’ Prudencio Viveros, dueño de Cali Sanín, a su equipo lo buscan porque “llevo 45 años vinculado al Deportivo Cali y hemos sacado muchos profesionales”.
En su equipo se han forjado Germán Mera, ‘Guigo’ Mafla, Deiber Caicedo, Luis Manuel Orejuela, Jeison Murillo y otros.
“Antes los niños iban a las escuelas a divertirse. Ahora los padres tienen un afán, los ven como la salvación económica”, dice y aconseja que “dejen a los niños ser felices. No le digan que jugó muy mal, no saben el daño que le hacen”.

Por eso, el técnico de la Tricolor exhorta a los papás a que “apoyen a sus hijos, que no les corten el proceso y los dejen ser felices. Los padres deben ser formadores, el principal objetivo es tener un gran ser humano”.
Al ver la fiebre que despierta el fútbol en Cali, dirigentes, formadores y propietarios de clubes están inculcando en sus deportistas el estudio y que sean personas integrales, pues nadie garantiza que sean ‘profetas’.
Los valores de las mensualidades en los clubes
De acuerdo con el sector donde estén instaladas las escuelas de fútbol, asimismo puede costar el valor de la mensualidad para pertenecer a una de ellas.
Por ejemplo, en los barrios de la Comuna 17, como Primero de Mayo, Santa Anita, Quintas de Don Simón, Valle del Lili, El Caney, El Ingenio y Ciudadela Comfandi, el valor mensual que se debe cancelar oscila entre los $ 120.00 y los $140.000.
Por su parte, en sectores como El Guabal, El Dorado, San Judas y Santodomingo, de la Comuna 10, los padres pagan alrededor de $90.000.
Mientras, en barrios del oriente como Andrés Sanín, Mojica, El Retiro, El Vallado, Ciudad Córdoba, Mariano Ramos, Unión de Vivienda Popular y Petecuy, los costos pueden estar entre los $ 30.000 y los $ 90.000.
Y en la zona sur, específicamente en Pance, Ciudad Jardín y los alrededores de la carretera Cali-Jamundí, los valores de la mensualidad son más elevados, ubicándose sobre los $ 180.000 y los $ 190.000.

En datos
- La Comuna 17 es la que más clubes de fútbol tiene en Cali, con 21.
- Las siguientes comunas con las escuelas de fútbol están en el Oriente de la ciudad, en donde la 6 y la 16, tienen 14, mientras que la 14 y 14 cuentan con 14 cada una.
- Sorprende que la zona de estrato más alto en Cali, en la Comuna 22, es una de las más pobladas con clubes de fútbol con 15.
- Los clubes de fútbol con más antigüedad en Cali son Héctor Cárdenas (33 años), Depor Olimpia (31 años) y Cali Sanín (40 años).
- Golondrinas y Navarro son los únicos corregimientos de Cali con equipos, tienen de a un club.
- La mayoría de las escuelas de fútbol cobran mensualidad, que va de entre los $ 30.00 hasta los $ 180.000, pero hay otras pocas que son gratis.
- Los técnicos de los clubes deben, según una ley, tener un carné que los acredite como tales, o no pueden dirigir.
Comunicador Social. Periodista con una trayectoria 21 años trabajando en los programas radiales de mayor reconocimiento en Cali, también en medios televisivos y prensa escrita. Soy especialista en deportes. Ganador del premio Farallones de Cali, de la Alcaldía de Cali, como Mejor Periodista Social Comunitario de Cali. Tres veces nominado al Premio Terraco de Oro, de la Gobernación del Valle, como Mejor Periodista Deportivo del Valle. Soy amante a los deportes.
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