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El músico Hugo Candelario González, aseguró que "en Bahía, la esencia es la marimba, es el instrumento que va de forma transversal uniendo todo, en eso no hemos cambiado. Pero sí en el nivel de exigencia, en los conceptos musicales, en las fusiones”.

MUSICA

El Grupo Bahía presenta su nuevo álbum este sábado vía Facebook

'Ya se liberó' es el nombre del nuevo álbum del Grupo Bahía. No se pierda el concierto este sábado.

22 de agosto de 2020 Por: Redacción de El País

El sonido que sale del golpe de las baquetas o mazas a las tablas de madera de chonta, para el maestro Hugo Candelario González Sevillano, “es agua que entra al cuerpo por los oídos”, y libera al cuerpo y al alma de sus males. “En los últimos tiempos me ha liberado de temores añejos, de necesidades materiales, de compañías tóxicas y energías pesadas, de fantasmas, de creencias innecesarias”.

Y qué decir de las propiedades curativas del tambor. “Como dice el maestro Eddie Palmieri, la música ya no es afrocubana, afroperuana, afroboricua, afrocolombiana, sino afromundial y es debido al tambor, que está en todos los continentes y reemplaza el sonido del corazón que escuchamos en el vientre de la madre. El sonido de sus pieles, tocadas por músicos virtuosos, lo conecta a uno con esa sensación rítmica inicial. Es de los instrumentos que más produce sensación de libertad y esparcimiento, donde está un tambor, hay felicidad, comunión”.

Hoy, después de 30 años de trasegar musical, Hugo Candelario González Sevillano emprende con su Grupo Bahía una campaña libertadora a través de su trabajo discográfico Ya se Liberó. Once canciones son su invitación a cantarle a la vida y a la tierra. Van impregnadas por la esperanza, la alegría, y la espiritualidad del Pacífico colombiano, con sonidos populares y contemporáneos y un repertorio tradicional y letras que escribe el maestro desde el alma.

Este sábado Bahía, en su fanpage de Facebook y en su canal de Youtube, a las 6:00 p.m., presentará su nuevo álbum en un concierto en medio de la naturaleza, y con un repertorio variado.

“La música es un conjunto de elementos melódicos, armónicos, rítmicos, presentes en la naturaleza, nos acompaña desde que nacemos hasta que fallecemos. Físicamente son sonidos que están muy bien coordinados, dentro de lo emocional nos tocan fibras a las que ningún otro arte llega: el corazón, los recuerdos, la memoria; y es como un espíritu que nos cobija a todos y, consciente o inconscientemente, nos libera”, describe el maestro guapireño. Aclara que los músicos son como los mismos instrumentos, “tenemos que estar lo más afinados y lo más limpios posible, para que la música que pasa a través de uno, la inspiración, las letras, los sonidos, estén puros y puedan transmitir, porque también hay música mal hecha con vibraciones no tan positivas ni tan altas. La música, el texto, la poesía y los sonidos armoniosos nos liberan”.

La producción de este álbum inició acompañada de Jairo Varela, quien “de la nada, sin ton ni son, noble y generoso, por pura admiración y cariño”, como dice el maestro Hugo Candelario, le puso a disposición los Estudios Niche, donde empezaron a grabarla, “muy agradecido con el maestro Jairo, no sabía que estaba en su llavero, compartí con él los últimos cuatro meses en vida. Hablaba muy poco, pero a veces él entraba a la sala de grabación y daba unos conceptos que me hacían pensar: ‘Con razón Niche suena como suena’”.

Currulao, juga, aguabajo, bunde, fundidos con diversas atmósferas y ritmos afrolatinoamericanos, vibran en las melodías que transmiten la magia del Pacífico a través de Bahía. La canción que da nombre al álbum nació en una gira en Kenia, “en un concierto en Nairobi, se subieron unas mujeres nativas al escenario a cantar con nosotros, hubo una química cultural, musical, racial, que hemos sentido también en Angola, en Sudáfrica. Su canto se le mete a uno en el alma, en los huesos, el que está enfermo se alienta y el medio moribundo se despierta. Es como el lamento que tenemos en el Pacífico, en la marimba, en los cantos, es la historia de la esclavización y del desarraigo de nuestros antepasados africanos”, cuenta el maestro, que mientras añora su regreso a las playas del río Guapi y Juan de Dios, emprende con quien escucha a Bahía, un camino de liberación.

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