El pais
SUSCRÍBETE
Las Fuerzas Armadas en Colombia (Policía, Ejército. Armadas y Fuerza Aérea) están integradas por cerca de 450.000 efectivos que podrían empezar a votar si se aprueba esta iniciativa. | Foto: Especial para El País

COLOMBIA

¿Qué tan viable es que los militares puedan votar en Colombia?

Por enésima vez la polémica se trenza entre quienes apoyan o rechazan este proyecto de ley.

27 de marzo de 2021 Por:  Redacción de El País

Una vieja polémica se toma por estos días los círculos políticos del país, frente a la posibilidad de permitir mediante un proyecto de ley que los integrantes de las Fuerzas Armadas en Colombia puedan ejercer el derecho al voto.

Esta prohibición, establecida en el Artículo 219 de la Constitución Política de Colombia, se pretende revertir por iniciativa del Partido Colombia Justa Libres, que radicó el proyecto desde inicios del 2019, pero por temas de agenda política y pandemia apenas inició trámite en el Congreso.

El senador John Milton Rodríguez aseguró que apoya plenamente el proyecto de ley de autoría de su partido y que lidera el congresista Édgar Palacio, que otorga el derecho al voto a integrantes de las Fuerzas Armadas.

“Vemos como personas vinculadas a grupos al margen de la ley, una vez desmovilizadas, ya ejercen el derecho al voto y no se entiende por qué los miembros de las Fuerzas Armadas no pueden hacer uso de ese derecho cuando han entregado su vida para defender a los colombianos; como si fueran ciudadanos de segunda categoría”, explicó el senador Rodríguez.

Puede leer: Abren indagación contra Claudia López por tuit sobre decisión de la Fiscalía en caso Uribe

La Constitución de Colombia señala que “la Fuerza Pública no es deliberante” y que “Los miembros de la Fuerza Pública no podrán ejercer la función del sufragio mientras permanezcan en servicio activo, ni intervenir en actividades o debates de partidos o movimientos políticos”.

Al respecto el senador John Milton indicó que el proyecto de ley “obviamente no los faculta para hacer proselitismo en ninguna organización política, pero sí consideramos importante que ellos manifiesten su posición frente a decisiones que afectan a sus familias y a la patria”.

Colombia, junto a Paraguay, Guatemala y Honduras, son los únicos países de América Latina en los que sigue existiendo el veto a los miembros de la Fuerza Pública para que ejerzan el derecho al sufragio.

Cambios paulatinos

Frente a esta polémica el analista y politólogo Fernando Giraldo indicó que desde el punto de vista de la teoría democrática y del interés por mejorar nuestro sistema político, todos los ciudadanos deberían tener derecho a votar porque es un principio de la Constitución y nada debería limitarlo.

“En el caso colombiano se negó el derecho al voto a los miembros de las fuerzas gubernamentales porque había una excesiva ideologización de estas fuerzas y de sus miembros. Hoy en día, si queremos avanzar democráticamente, valdría la pena proponer que se restablezca ese derecho, pero para que se materialice y no mine la democracia, sería importante tomar la precaución de que esas instituciones no estén excesivamente ideologizadas o influenciadas indebidamente por un partido, si se quiere hacer progresar la democracia, de lo contrario sería contraproducente”, dice Giraldo.

Aseguran los analistas que es necesario tener en cuenta que este tipo de reformas no deben darse en el marco de una campaña electoral para tratar de resolver un problema o asegurar un triunfo electoral, sino que toda reforma electoral debe ser infutura e impersonal para garantizar igualdad.

Para el senador John Milton, una iniciativa de este tipo “siempre, y en el momento que se presente, será política porque tiene que ver con la vida política del país, pero fundamentalmente con el derecho de todo colombiano a decidir mediante el voto”.

El también analista y docente de la Universidad Central de Bogotá, Jorge Luis Yarce, recuerda que con esta prohibición se busca evitar una injerencia del Gobierno y de los comandantes militares en el ejercicio del voto, sobre todo en países como el nuestro que la presencia militar es tan numerosa.

“Un conglomerado tan grande de hombres y mujeres a las órdenes exclusivas de sus comandantes y en particular del comandante y jefe que sería el presidente de la República podría inclinar la balanza en favor o en contra de un extremo u otro político en ciertas circunstancias y eso evidentemente deformar por completo el principio de la democracia”, señala Yarce.

Coinciden los analistas en que los miembros de las Fuerzas Armadas no son ciudadanos de segunda categoría por no tener derecho a votar; que por el contrario, tienen un enorme valor y se debe garantizar su discrecionalidad y distancia de asuntos políticos porque son ellos quienes garantizan la estabilidad, la paz y la unidad de la Nación.

“La Historia ha sido diáfana en enseñarnos que las armas en la política siempre acarrean desastres. Aquí serían cientos de miles de colombianos legítimamente armados y al servicio del Estado que podrían ahora integrar las decisiones electorales y participar legítimamente de la democracia, pero ¿a qué costo?, se pregunta Yarce.

Acore, la Asociación Colombiana de Oficiales Retirados de las Fuerzas Militares, dice que es un derecho fundamental y que debe reglamentarse para que no haya política en los cuarteles.

AHORA EN Contenido Exclusivo