El pais
SUSCRÍBETE
Expresar la tristeza es una de las mejores formas para aliviarla, según explican los psicólogos. | Foto: El País

CONTENIDO PREMIUM

La tristeza de los niños es diferente, aprenda a identificarla y tratarla

Los niños tienen formas particulares para expresar su tristeza, muy distintas a las de los adultos. Consejos para que aprenda a reconocer sus aflicciones.

1 de abril de 2019 Por: Maria Camila Cardona / Especial para El País

Ningún ser humano está exento de experimentar sentimientos como la tristeza, ni siquiera los más pequeños. Esta se puede ocasionar por la pérdida de alguien, una circunstancia imprevista o hasta una oportunidad desaprovechada. Y en el caso de los niños la tristeza se manifiesta de formas muy diferentes a las de un adulto, y es necesario saber qué hacer en estos casos y cómo identificar los diferentes sentimientos en los niños.

“Ese tema de las emociones es algo que se debe trabajar desde temprana edad, pero durante toda la vida, así que depende de la edad del niño la manera como la expresan. Con los más pequeños se debe empezar a trabajar en reconocer qué es la alegría, qué es la tristeza y qué es el enojo. Luego se comienza a trabajar sobre la manera en que ellos expresan ese sentimiento y por último se les explica la regulación”, explica Susana Baudichon, psicóloga del Colegio Nuevo Cambridge.


Los expertos aseguran que lo más importante es generar conciencia y regulación emocional desde temprana edad, aclararle al niño que los sentimientos desagradables son normales en el desarrollo humano y que son claves para afrontar las diferentes situaciones de la vida.

Lea también: ¿Hijos menores de 18?, estas son las claves para entender a los 'Centennials'

Cuando un adulto se siente triste normalmente reconoce sus emociones y tiene la capacidad de transmitir lo que le pasa, si a través de su vida ha generado las estrategias necesarias para desarrollar dichas emociones.
Sin embargo, explican los expertos en psicología, cuando los niños experimentan estos sentimientos, no necesariamente reconocen lo que están sintiendo y por consecuencia no suelen ser muy claras sus formas de hacerlo saber a otros.

Para la psicóloga Baudichon se debe tener claro que los niños identifican su emoción asociándola con un suceso, por ejemplo, la muerte de una mascota, perder un partido de fútbol o la partida de algún familiar. Aquí algunos de los factores que le permitirán identificar si su hijo está triste.

1. No palabras, sí acciones
Uno de los principales problemas (este factor va determinado por la edad del niño) es la falta de lenguaje suficiente para ser claro a la hora de expresar lo que sucede o siente.

Por esta razón su forma de manifestar su malestar va a ser a través de su comportamiento, la mayoría se muestra irritable, agresivo, agitado o incluso hiperactivo.

2. Desinterés
Otra de las maneras en que los más pequeños pueden manifestar su tristeza es a través del desinterés en sus labores o actividades favoritas.
Si su hijo ama el fútbol podría manifestar la tristeza diciendo que este deporte ya no le agrada y quizás se niegue repentinamente a seguir practicándolo.

3. No quieren dificultades
Muchos niños que están experimentando sentimientos de tristeza pueden adquirir una actitud de abandono de tareas frente a la primera dificultad.

La tarea es uno de los momentos iniciales en las etapas de la vida que permite que ellos experimenten sentimientos como frustración y aprendan a manejarlos, los niños que tienen tristeza suelen dejar de lado o no terminar las tareas frente a cualquier asomo de dificultades.

4. Variación en el sueño

El cambio repentino en sus rutinas de sueño puede ser un claro indicador de que algo con la felicidad de nuestros niños sucede.
Los psicólogos aseguran que no hay un factor definido pues algunos pequeños pueden no dormir y otros, por el contrario, dormir más de lo usual.

Recomendaciones

Es bueno elogiar frecuentemente y con sinceridad a los niños. Con esto la idea es acentuar lo positivo para mejorar la autoestima baja y la tendencia a la crítica.

Lo mejor es estar a su lado y facilitar
que se exprese verbalmente, preguntarle qué es lo que sucedió, por qué considera que esa situación lo afecta y que explique cómo se siente exactamente.

Ayudar al niño a distinguir entre los acontecimientos que él puede controlar y los que están fuera de su alcance: animándolo a hablar positivamente de sí mismo y evitar el sentimiento de culpa.

Para ayudarle a recuperar el apetito y evitar problemas de peso no es aconsejable obligarlos a comer,
se pueden preparar sus comidas favoritas y hacer de la comida un momento feliz.

Si tiene dificultades para dormir
se debe mantener un horario constante y participar junto con él en actividades relajantes como leer o escuchar música suave, así como terminar el día con una anécdota positiva.

Buena comunicación. Esto permite que ellos sientan la confianza para decirles todo lo que les sucede. A veces esa persona de confianza es un tío, el abuelo o algún otro familiar.

El ejemplo es la mejor opción. Los padres pueden mostrarles de vez en cuando a sus hijos que alguna situación a ellos les causó tristeza y cómo ellos hacen para enfrentar ese suceso.

AHORA EN Contenido Exclusivo