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Como se recordará los datos preliminares del censo 2018 indicaron que Cali tiene solo 1,9 millones de habitantes, cuando se esperaba una población de 2,4 millones, | Foto: Foto: Archivo Colprensa

DANE

¿Al fin cuántos habitantes tiene Cali y el Valle?, expectativa por cifras del censo

Según el censo de 2005, la ciudad tenía 2 millones de habitantes. Al parecer hubo poco crecimiento en 13 años.

16 de junio de 2019 Por: Redacción de El País

El censo que hizo el Dane en el año 2005 señaló que la ciudad de Cali tenía 2.075.380 habitantes y el Valle 4.052.535. Todos los indicadores económicos del departamento, desde esa época, se han perfilado a partir de estos datos demográficos.

Para esta fecha, de acuerdo con los cálculos de la misma entidad, la población del departamento debía haber aumentado en unas 800.000 personas, es decir, que el Valle tendría alrededor de 4.800.000 habitantes y Cali 2.470.000.

Pero la realidad parece ser otra. El Dane publicará a final de mes o inicio de julio las cifras definitivas del censo de población 2018 y lo que hasta ahora se conoce es que la población de Cali, el Valle y el Pacífico no creció, es decir que la ciudad se mantendría en unos 2 millones de habitantes.

Esto no es un dato menor y desde ya preocupa a las autoridades regionales, pues este cambio en el número de habitantes frente a las proyecciones tendría impacto social y económico.

Expertos dicen que el departamento podría quedar en un limbo estadístico demográfico porque no sabemos cuantos ni cómo somos y obligaría a revaluar muchos datos con los que se mide la situación de la región, pues no habría forma de hacer comparaciones frente a años anteriores, a menos que se hagan una serie de ajustes.

“Lo que nosotros estamos esperando es que el Dane nos dé explicaciones, de manera técnica, de cuál es nuestra realidad. No pueden decirnos que lo que creíamos no es así y entonces ¿lo de atrás está mal?”, afirmó María Víctoria Machado, directora de Hacienda del Valle.

Agregó que se pudo evidenciar que el censo no cubrió toda la población, “creo que el proceso tuvo serias deficiencias y eso puede afectar la vida de los vallecaucanos hacia el futuro, pero estamos esperando los resultados finales”, dijo.

Al respecto Angélica Mayolo, secretaria de Desarrollo Económico de Cali, aseguró que “no sabemos cuál será el dato real, tal vez 2 millones 0 un poco más, pero lo que sí sabemos es que será inferior a lo proyectado”.

En su momento, el Dane informó que en la ciudad se presentaron varios problemas para efectuar el censo (personas que no estaban o rechazaron dar información), por lo que se hizo un segundo barrido en diciembre pasado para que los ciudadanos que no habían sido censados acudieran a los puntos que había dispuesto la entidad.

Antes de esto, el Dane había informado que, según resultados preliminares, la población de Cali estaba por encima de 1.900.000 y el Valle no llegaba a 4.000.000.

Lo contradictorio de esto es que otras bases de datos que se manejan en la ciudad y el país indican que habría más población en el departamento, por ejemplo, las de seguridad social. Según información del Ministerio de Salud, al mes de mayo de este año, el Valle tenía 4.301.519 personas afiliadas a los regímenes contributivo y subsidiado en salud y Cali tenía 2.262.842 para una cobertura del 95 %.

Pero que la ciudad tenga menos habitantes de los esperados no es del todo malo. Esteban Piedrahita, presidente de la Cámara de Comercio de Cali, dijo que “al margen de que los resultados puedan ser revisados más adelante, es claro que la ciudad está creciendo mucho más lento de lo que pensábamos. Eso derrumba muchos mitos, por ejemplo sobre la magnitud de la inmigración desde el Pacífico”.

Para este analista, a los datos se le puede ver el lado positivo. “En muchas dimensiones es una excelente noticia para la sostenibilidad de la ciudad. Habrá menos expansión urbana, menos presión invasiva sobre los cerros, menos asentamientos de desarrollo incompleto y mayor posibilidad de hacer recuperación integral de los barrios”, explicó Piedrahita.


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Sin embargo, de confirmarse que en Cali y el Valle se redujo el número de habitantes, se tendrían algunos impactos demográficos con implicaciones sociales económicas y políticas, según considera el economista Julio Escobar.

Por ejemplo, con una menor población aumentaría el PIB per cápita y las transferencias del Sistema General de Participaciones (SGP) podrían disminuir si se reparten por población vulnerable y total. “En el empleo tendríamos que hacer ajustes y si recalculamos la PEA (Población Económicamente Activa) afectaríamos las tasas de participación de la fuerza laboral”, explicó. 

Ante esto, autoridades locales y regionales están a la espera de conocer realmente cuántos personas habitan en el departamento.

Según la entrega preliminar del censo, en Colombia había en 2018: 45,5 millones de habitantes, de los cuales 44,2 millones fueron visitados. Se calculan que 1,3 millones estuvieron ausentes o rechazaron la visita censal.

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Indicadores de seguridad

Uno de los indicadores que se afectaría por los cambios en la población es la tasa de homicidios de la ciudad. Angélica Mayolo, secretaria de Desarrollo Económico, considera que este es un tema delicado, pues si se reduce el número de habitantes esa tasa sería más alta y eso tendrá un impacto en la inversión.

“La ciudad podría volver a aparecer en los listados de capitales con advertencias para la inversión”, dijo.

Autoridades y gremios del Valle han hecho esfuerzos para que varios países levanten esas restricciones de seguridad que tienen sobre la ciudad y así promover no solo la inversión sino el turismo en los diferentes territorios del departamento.

PIB per cápita

Este indicador sale de tomar el valor del PIB local o departamental y dividirlo entre el número de habitantes.

Expertos explican que si la población es menor habría “por arte de magia” un aumento en el PIB per cápita y eso tendría implicaciones en términos de cómo se compara la región con otros departamentos.

“Seríamos más ricos y eso tiene implicaciones en términos de los recursos que obtenemos del sistema general de regalías”.

Asimismo, el Gobierno determina recursos para las regiones según el índice de Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) y si se altera el censo, con menos gente, implicaría que el departamento tendría menos población en condición vulnerable y por ende menos recursos.

Mercado laboral

Este es otro indicador que podría afectarse, pues el Dane calcula la tasa de desempleo haciendo encuestas, pero algunas de las variables como la tasa de ocupación usan los números del censo, es decir que al tener cambios en la población también impactaría el mercado laboral.

Otro caso que plantea el economista Julio Escobar es la formalización.
Por ejemplo, a marzo de 2018 la Superintendencia de Subsidio Familiar reportó que había en la ciudad de Cali 922.000 trabajadores afiliados a las diferentes cajas de compensación, de los 1,2 millones ocupados.

Es decir que si hay cambios en el censo, la capital del Valle estaría bajando sus índices de informalidad. Teniendo en cuenta los datos de las cajas, estaría por debajo del 25 %.

¿Fallas en el censo?

Fuentes de la Alcaldía de Cali consideran que hay varias razones por las que el censo realizado en la región pudo presentar problemas.

Por un lado, no se exigió a las familias que se quedaran en casa el día del censo, “eso hace que algunas personas, por olvido o adrede, no dieran toda la información de los que viven en el hogar”.

Adicionalmente, hubo familias que no abrieron sus puertas al censo porque asociaron esto con la posibilidad de que se les aumente el cobro de impuestos. Y en tercer lugar no se hizo la cartografía, es decir no se actualizó el mapa de viviendas, la más reciente cartografía fue la de hace cuatro años para el censo agropecuario, lo que pudo dejar por fuera nuevos hogares.

Inclusive El País conoció de familias de diferentes barrios de la ciudad que no fueron censadas. “Las personas encargadas de este operativo nunca llegaron a la casa donde vivimos siete personas y conocí casos similares”, dijo Margarita Meza.

María Victoria Machado, directora de Hacienda del Valle, dijo que el censo deja un “gran sinsabor” en la región, porque estuvo claro que se presentaron varias situaciones que impidieron que toda la gente se censara.

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