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Uribe cambió el estilo de hacer política en Colombia

Si hubo un sector durante estos ocho años de gobierno en el que el presidente de la República Álvaro Uribe haya estampado su huella, por su estilo de gobierno, fue en el terreno político. Con su ascenso al poder le puso fin a más de 160 años de hegemonía bipartidista.

26 de julio de 2010 Por: Redacción de El País

Si hubo un sector durante estos ocho años de gobierno en el que el presidente de la República Álvaro Uribe haya estampado su huella, por su estilo de gobierno, fue en el terreno político. Con su ascenso al poder le puso fin a más de 160 años de hegemonía bipartidista.

Si hubo un sector durante estos ocho años de gobierno en el que el presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, haya estampado de manera más significativa su huella, por su estilo de gobierno, fue en el terreno político. No sólo porque a su nombre se cambió la Constitución de Colombia para permitirle reelegirse a un segundo mandato de forma consecutiva, sino porque con su ascenso al poder le puso fin a más de 160 años de hegemonía bipartidista.Por primera vez en décadas un Jefe de Estado rompió con la política intramuros de la Casa de Nariño y salió a recorrer cada rincón del país, manteniendo un contacto directo con la comunidad y conociendo sobre el terreno de las necesidades de cada región.Su carisma, mezclado con la innovadora fórmula de los consejos comunales de gobierno, que cada sábado realizó en más de 300 ciudades y municipios del país, fueron en parte la clave del éxito para que tras ocho años de mandato la popularidad del presidente Uribe se mantuviera arriba del 70%.“Lo de los consejos comunales cambió diametralmente la manera de hacer política en Colombia y la forma en la que un presidente se acercaba a la ciudadanía para escucharla, así en ocasiones nunca solucionara nada, pero eso de regañar a los ministros en público a la gente le encantaba”, aseguró el analista y politólogo Ancízar Marroquín.Pero no fue sólo su carisma. Es claro para los analistas que el éxito de Uribe en sus primeros cuatro años de gobierno radicó en que cumplió con lo pactado ante la opinión pública: una lucha frontal contra las Farc, el esfuerzo por erradicar de la administración pública la corrupción y la politiquería, un Presidente que trabajaba todo el día y todos los días y que se dedicó a gobernar con la gente.Esas características le permitieron al Jefe de Estado que en su nombre se creara y se consolidara el Partido de la U, que acaba de barrer en la primera vez que se enfrenta a unas elecciones presidenciales y se hizo al dominio total del Congreso de la República.Ese vertiginoso ascenso trajo como consecuencia otro de los hecho políticos que enmarcó el gobierno Uribe: un debilitamiento al Partido Liberal, que por poco lo lleva al fondo del abismo y la absorción del Partido Conservador, que por primera vez en su historia renunció a la posibilidad de gobernar el país. Revestido en teflónFue tan alto el nivel de aceptación que en los últimos ocho años mantuvo el presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, que ni los más graves escándalos surgidos durante su administración lograron estremecer, aunque fuera medianamente, su popularidad.El llamado ‘efecto teflón’, como se le conoció a ese revestimiento de apoyo ciudadano que impidió que ningún escándalo lo tocara, repeló asuntos tan delicados como los falsos positivos, las ‘chuzadas’ telefónicas a magistrados y opositores y el tema de la ‘Yidispolítica’, que comprometía la entrega de puestos y prebendas para que congresistas aprobaran la primera reelección.Todos estos, aseguran los analistas, hechos que, por separado, en cualquier otro país del mundo hubieran generado una crisis política e institucional que muy seguramente habría desencadenado la caída misma del Mandatario.Para el analista Rafael Nieto el ‘efecto teflón’ está ligado a los resultados de su gestión, hecho que la gente valora positivamente y siente en carne propia la forma como ha mejorado en estos ocho años la seguridad y la economía.“Son varios hechos puntuales: mucha gente siente que vive mejor; ve en Uribe una persona dedicada a trabajar; comprometido con la construcción de un país mejor; también está el contraste cuando la gente compara la gestión de los últimos presidentes, su cercanía con la gente y ve en él un líder, incluso con rasgos caudillistas, y esta combinación de factores hace que la gente perdone errores”, explica el analista Nieto.Pero no todo fue gloria. Hubo un hecho que representó para Uribe más que un fracaso, un desliz político, porque a decir de los analistas, no se le puede llamar derrota. El referendo de reforma constitucional que no fue aprobado por los colombianos.Para Marroquín, independientemente del resultado, fue importante el simple hecho de que Uribe aplicara esta figura constitucional para consultarles a los colombianos la opinión sobre determinados temas de interés nacional.“En casi 20 años de la Constitución, fue la primera vez que un Presidente se mete en serio a hacer campaña por el referendo, pese a haber perdido. Sin embargo, ese referendo le sirvió como primarias para su reelección porque ahí se dio cuenta que tenía un gran apoyo popular”, indicó el analista.También hubo serios cuestionamientos como la visita al Palacio de Nariño del jefe paramilitar ‘Job’ y la insistencia en mantener a ministros cuestionados por la ‘Yidispolítica’.La 'Yidispolítica' estremeció al GobiernoQuizá el mayor escándalo al que debió hacerle frente el presidente de la República, Álvaro Uribe Vélez, durante sus ocho años de gobierno fue a la llamada ‘Yidispolítica’.Así se bautizó la investigación surgida en abril del 2008, cuando la ex representante a la Cámara Yidis Medina confesó haber recibido prebendas por parte de funcionarios del alto Gobierno para que votara en favor de la primera reelección.Según la versión de Medina, quien fue condenada por el delito de cohecho, fueron el entonces ministro del Interior y de Justicia, Sabas Pretelt de la Vega, el ministro de la Protección Social, Diego Palacio, y el secretario de la Presidencia, Bernardo Moreno, quienes le hicieron los ofrecimientos para que permitiera con su voto que Uribe aspirara a un segundo mandato consecutivo.El hecho también involucró al ex representante por el Valle, Teodolindo Avendaño, quien también habría recibido prebendas para ausentarse el día de la votación.Sus tres grandes logros1. Consejos comunales: Fueron más de 300 encuentros los que realizó el presidente Uribe con las comunidades de todo el país, en sus ocho años de gobierno. A través de ellos conoció de primera mano las necesidades básicas de la gente y planteaba soluciones inmediatas, lo que le significó un alto reconocimiento de los colombianos.2. Unas Farc sin piso político: El presidente Álvaro Uribe logró no sólo arrebatarles los territorios que históricamente estaban en poder de las Farc, sino restarles todo el piso político que habían alcanzado con algunos gobiernos internacionales y logró incluirlos en el listado de grupos terroristas.3. Garantías para la oposición: Otro de sus logros, según algunos analistas, fue hacerse fuerte políticamente, permitiéndoles y ofreciéndoles todas las garantías a movimientos como el Polo Democrático y el Partido Liberal para que hicieran oposición. Esto ayudó, dicen, a acentuar más la democracia y la institucionalidad.Sus tres fracasosChuzadas del DAS: Después de los ‘falsos positivos’, el más duro golpe a la imagen del gobierno Uribe ante la comunidad internacional fue el escándalo por las ‘chuzadas’ del DAS, para espiar a la oposición, periodistas y magistrados de las altas cortes.Segunda reelección: Tras los escándalos por la forma como el Comité Proreferendo violó la normas establecidas durante la recolección de firmas para que Uribe pudiera aspirar a su segunda reelección, la Corte Constitucional declaró inexequible el proyecto que estudió y aprobó el Congreso.La politiquería: Pese a que estuvo dentro de sus principales promesas de campaña, el gobierno del presidente Álvaro Uribe Vélez no logró extirpar la corrupción y la politiquería de la administración pública y, al contrario, debió afrontar escándalos como el del Agro Ingreso Seguro, AIS.Preocupado por Cali y el ValleDurante estos ocho años de la administración Uribe, el Valle del Cauca y su capital estuvieron constantemente girando en la agenda política del Gobierno Nacional. No en vano el departamento figura, después de Antioquia, como la región que mayor número de veces fue visitada por el primer Mandatario. Difícilmente, consideran los analistas, habrá en la historia del país un Jefe de Estado que halla visitado tantas veces la región, atendiendo personalmente los problemas de seguridad y orden público, las obras del MÍO, la intervención de las Empresas Municipales de Cali, Emcali, y los asuntos sociales y de inversión.Para algunos, esa presencia constante de Uribe fue una demostración del interés de su gobierno por brindar la atención que demanda una de las regiones más importantes del país. Otros, por su parte, consideran que esos viajes periódicos demuestran la incapacidad que tuvo la clase dirigente vallecaucana para regir los destinos del departamento y su capital.Para el ex congresista Santiago Castro, “Uribe siempre tuvo una afinidad especial por el Valle, y una vez fue elegido hubo una serie de situaciones que obligaron al Gobierno Nacional a asumir un papel protagónico en el departamento, a causa de los vacíos que existían y demandaban de su presencia”. En contraposición se manifestó la veedora ciudadana Alicia Osorio, quien consideró que la alineación de la gran mayoría de congresistas en torno a las políticas del presidente Álvaro Uribe Vélez le causó un gran perjuicio al Valle, porque “se perdió mucha autonomía” y al departamento y su capital les queda como resultado un “saldo en rojo”.“Que Uribe haya trasladado por unos días la Presidencia a Cali, afectó gravemente la imagen de la ciudad y fue una demostración de la falta de liderazgo de la clase dirigente del Valle”, aseguró Osorio.

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