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“Protagonistas del proceso 8.000 están en la Convención Liberal”: Andrés Pastrana

En su polémico libro, el expresidente Andrés Pastrana dice que Rafael Pardo le propuso un pacto de silencio para no revelar narcocasetes.

1 de diciembre de 2013 Por: Fenner Ortíz | El País Bogotá.

En su polémico libro, el expresidente Andrés Pastrana dice que Rafael Pardo le propuso un pacto de silencio para no revelar narcocasetes.

l expresidente Andrés Pastrana Arango vuelve a ser el centro de la polémica. A través de su libro ‘Memorias olvidadas’ vuelve a abrir las heridas, 20 años después, del Proceso 8.000.En sus páginas y en sus propias palabras, Pastrana suma nuevos ingredientes como que el presidente César Gaviria conocía los narcocasetes y que los hermanos Rodríguez Orejuela le entregaron una carta en la que dicen que los recursos que llegaron a la campaña de Ernesto Samper no fueron a espaldas del candidato.Relata su experiencia del secuestro, su encuentro con Pablo Escobar, cuando se le ‘congeló la sangre’.Pastrana es consciente de que va a ser blanco de críticas, pero advierte que “el problema de decir la verdad en este país es que nosotros vamos tras el mensajero y no lo que dice el mensaje”. ¿Cuál es el principal propósito que tuvo para publicar el libro ‘Memorias olvidadas’ justo en este momento?Contar episodios de mi vida que han sido, de una u otra forma, importantes en la historia reciente del país, de los últimos 20 años. ¿Por qué decide hacerlas en esta coyuntura?Lo decido porque, inclusive, muchos de los personajes que estaban mencionados en los casetes del Proceso 8.000 hoy siguen en la vida pública y creo que el país necesita la otra versión, después de 20 años en los que ellos han contado sus historias, por eso tomé la decisión de contar la mía y en buena parte eso está en ‘Memorias olvidadas’.Usted ha insistido en que no quiere referirse a los temas de la agenda electoral, política y de paz que acontecen hoy en día, pero su libro ya es un golpe de opinión que genera ampolla...Bueno, esa no es la intención. La intención es escribir unas memorias, pero vemos los primeros resultados del libro y fue que el senador Juan Manuel Galán toma la decisión de no ir a la convención Liberal, porque -precisamente- Juan Manuel se refiere es a ese Partido Liberal, en el cual Pablo Escobar hacía parte en las listas, como congresista y que buena parte de personajes que están mencionados en este libro son los que están presentes en Cartagena. Usted encuentra a (César) Gaviria, quien conocía los casetes con anterioridad; encuentra a Ernesto Samper, que fue quien recibió los dineros del narcotráfico; encuentra a Horacio Serpa, encuentra a muchos. Si se revisa la lista de quienes participan en la Convención Liberal, buena parte de ellos son los protagonistas del Proceso 8.000. Hoy en día con un nuevo socio, que no entendemos, que es el presidente Juan Manuel Santos, que está en la coalición Santos-Samper-Serpa.¿Cuando usted advierte que estas personas ya contaron su historia, lo que quiere decir es que la tergiversaron y usted la quiere enderezar?No, yo voy a contar la mía. Ellos contaron las de ellos, que es importante que el país la conozca, y yo estoy contando la mía, porque creo que lo que hace falta en Colombia es memoria histórica. Creo que se llegó el momento de publicar esas historias o esos episodios de mi vida para los jóvenes, especialmente para ellos, porque uno ve que no conocen nuestra historia.En su libro hace una denuncia grave y es que advierte que el entonces presidente César Gaviria sabía de la existencia de los narcocasetes antes de que usted se los llevara. ¿Lo que quiere decir es que los tenía ocultos?No, lo que digo es que durante 20 años nosotros sabíamos que Samper conocía que el narcotráfico financió su campaña. La otra cara de la moneda era que los Rodríguez Orejuela dijeron que ellos financiaron la campaña de Samper. El último informe fue hace como dos meses, cuando el hijo de Miguel dice que metieron 15 millones de dólares en la campaña de Samper, pero cuando escribo la historia, ya en la perspectiva que empezamos a mirar, yo digo: Aquí falta una pieza del rompecabezas y creo que usted va a coincidir conmigo si cuando, después de muerto Pablo Escobar, el objetivo número uno era capturar al Cartel de Cali, que el Presidente y su Ministro no estuvieran al tanto del seguimiento del cartel que se le hacía más importante del mundo, no es creíble. Lo que vengo diciendo es que el presidente César Gaviria seguía diariamente qué estaba sucediendo. Lo que es claro es que hasta el momento conocemos solo diez narcocasetes, pero cuántos son los de verdad que hay, eso no lo sabemos. O sea que ¿hay más?Mire usted, ¿Quiénes grababan en ese momento?, lo hacían la Policía, el DAS, la Armada, el Ejército, la DEA, la CIA, un grupo especial de la Policía, la Dijín, Estupefacientes, en fin, hay ocho o diez agencias que estaban grabando, imposible que el Presidente no hubiera dado la orden de perseguir al Cartel de Cali. Por lo tanto, todos estos elementos con mucha anterioridad ellos los comenzaron a conocer y conocían de primera mano lo que estaba sucediendo con el Cartel de Cali. Además existe un hecho nuevo y es que siendo yo Presidente de Colombia, muchos años después del lío de los narcocasetes, el general Freddy Padilla me dice: ‘Presidente tengo una espina en mi corazón, yo grabé los narcocasetes y nunca se lo dije’.Usted da estos antecedentes que sustentan el conocimiento del presidente Gaviria de los narcocasetes y también cuenta que el ministro de Defensa de la época, Rafael Pardo, le propuso un pacto de silencio, al que usted se niega ¿no son elementos suficientes para decir que no querían que esto se conociera?Sí, lo que creo que esa es la gran frustración, porque usted sabe que uno de los grandes defensores del gobierno de Gaviria fui yo, inclusive terminé enfrentando a mi padre en ese momento por defender al Gobierno. Cuando se escapa Pablo Escobar de la cárcel, cuando viene el apagón, el presidente Gaviria hace una coalición con la Nueva Fuerza Democrática y hacemos una coalición con el M-19, que somos los que le damos el soporte a Gaviria para finalizar su gobierno. Por lo tanto, esa es la gran frustración, porque confié en el presidente Gaviria y la verdad me encontré que ellos no me dijeron nada. Porque -lo más importante aquí en este tema- él manda a su ministro Rafael Pardo a hablar con el candidato liberal, pero no manda a nadie a hablar conmigo, lo que me dicen es que mandaron a hablar con los jefes de la campaña. Si a mí el presidente Gaviria y el ministro Pardo me dicen directamente: ‘las voces son ciertas, las voces las confrontamos’ como se lo dijeron a Ernesto Samper, porque a él le dijeron: ‘Doctor Samper ojo con lo que está pasando’. Si hubiera hecho lo mismo conmigo, si Rafael Pardo o César Gaviria me llaman y me dicen ‘Andrés los casetes que usted me trajo son reales’, otra era la historia de Colombia.¿Cómo va a sortear usted la andanada de críticas que se le van a venir encima?El problema de decir la verdad en este país es que nosotros vamos tras el mensajero y no lo que dice el mensaje. Mire, el tema de la carta de Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela, creo que no hay una prueba, una evidencia más importante que esa. A veces en Colombia buscamos cómo matamos al mensajero, pero esto que he dicho lo manifesté a los dos días después de las elecciones del 94 en una rueda de prensa, hace 20 años estoy contando la misma historia. Si algo me reconocen en el país es que Andrés Pastrana dice la verdad y tiene coherencia, lo que ha dicho desde hace tanto tiempo lo mantiene y si se revisa la rueda de prensa es exactamente igual: cuando fui a la casa de Pardo, cómo fue que me propusieron el acuerdo, cómo le llevé los casetes al presidente Gaviria. Lo que pasa es que 20 años después hay otros elementos como lo que hablé con ‘Popeye’ y ver el otro lado de la moneda, la carta de Miguel y Gilberto Rodríguez, la forma de cómo se grabaron los casetes. Fíjese que la gente se preocupa más por quién entregó los casetes a Andrés Pastrana y no lo que decían.En esa carta, los Rodríguez dicen que no quieren ser más escudo para lavar los pecados de quienes recibieron recursos de ellos...La carta es muy clara y lo que se ve es que hay un resentimiento por parte de ellos. ¿No es un riesgo que esa carta sea interpretada como un resentimiento de los Rodríguez y no como una prueba?No la veo de esa forma, lo que veo es que por primera vez dicen ellos que la financiación de la campaña Samper Presidente no fue a espaldas del candidato.Usted se reúne con Pablo Escobar, que ya lo tenía en cautiverio...Exacto y amenazado de muerte. Por eso comienzo con esa historia, porque es que Escobar ya me tenía amenazado de muerte por ser periodista, fundamentalmente, por cumplir mi labor a través del noticiero TV Hoy. Fue un momento muy difícil, porque encontrarse frente a frente con la persona que te ha amenazado de muerte, el hombre más poderoso del mundo, –como lo entenderá usted- desde el punto de vista humano, como digo yo, se me congeló la sangre al estar con la persona que había dado la orden de matar a Andrés Pastrana. ¿De qué hablaron?Fue una conversación larga que está en el libro. Durante dos o dos horas y media hablamos de la extradición, de los hechos recientes en ese momento como la bomba al edificio Mónaco, igualmente compartí con él, quise preguntarle, quizá por mi labor de periodista, qué estaba pasando con el negocio de la droga, cómo operaba ese negocio, de qué forma estaban exportando, si había miembros del Cartel en Estados Unidos.Usted cuenta además que cuando Alberto Santofimio se entera de su secuestro, dice que el paso a seguir es matarlo. ¿Por qué cree que lo quería sacar del camino?Sí, eso es lo que dice ‘Popeye’ que Santofimio le dice a Pablo escobar ‘mate a Andrés Pastrana’ y Pablo Escobar le dice ¿por qué? y él responde: ‘Porque ese va a ser Presidente de Colombia, tiene que matarlo porque ese va a ser nuestro peor enemigo’. Y hay una frase durísima que cuenta ‘Popeye’ que Santofimio quería llegar a la Presidencia de Colombia sobre una escalera de ataúdes.Cuando usted habla de su proceso de paz cuenta que la idea de la zona de distensión fue del hoy presidente Juan Manuel Santos...Sí.¿Cómo fue eso?A ver, eso venía desde atrás. La primera propuesta que hay en el diseño de una zona de distensión es del hoy presidente Santos y, además, hay un elemento primordial que es curioso, si mal no recuerdo, en esa carta que le envió a la Comisión, inclusive, propone una constituyente. La zona de distensión nace es porque Naciones Unidas a través de un grupo, el cual lideraba Juan Manuel Santos, propone como una de las fórmulas y mecanismos para conciliar un proceso de paz, una zona de distensión. De eso es lo que se trataba esa propuesta y era la que le iban a llevar al candidato que ganara las elecciones del año 98, fuera Andrés Pastrana u Horacio Serpa, era la propuesta del programa de Naciones Unidas para el Desarrollo y el primero que propone es Santos.Diplomacia del tabaco¿Cómo es la historia de la diplomacia del tabaco, terminó usted sacando adelante el Plan Colombia en Estados Unidos con puros de Fidel Castro?Fidel nos enviaba unos cargamentos importantes de tabacos y alguna vez Luis Alberto Moreno me dice ‘busquemos mecanismos para que podamos regalar algunos de estos puros a algunos de los amigos del Congreso americano’ y así fue que lo hicimos. Como había gente que le gustaba fumar puros, nosotros le enviábamos algunas cajas a Luis Alberto siempre y regalábamos varios de esos puros a miembros del Congreso y de la Administración que les gustaba fumar el habano cubano.

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