"No podemos dejar que el Covid-19 acabe con todo lo que este país ha construido": Duque

El dilema que algunos plantean sobre qué emergencia debe atender de forma prioritaria, la sanitaria o la económica, Iván Duque no lo tiene.

El Presidente de la República está convencido de que ambos frentes hay que atenderlos con igual dedicación. Por eso anuncia la implementación, a partir del 27 de abril, de un aislamiento inteligente colaborativo, mediante el cual se pueda proteger la vida de las personas pero también “recuperar la actividad productiva”.

¿Por qué decidió prorrogar por dos semanas la cuarentena?

Nosotros veníamos monitoreando la curva epidemiológica con infectólogos y con epidemiólogos y vimos que nuestra curva en este momento se comporta mejor que la de otros países y consideramos que era importante hacer un esfuerzo adicional para quitarle velocidad de crecimiento exponencial al virus y adicionalmente salvar más vidas. Esa es la razón fundamental y obviamente tratar de hacerlo con la premisa de que mientras estamos haciendo un aislamiento preventivo obligatorio inteligente podemos diseñar un aislamiento preventivo colaborativo inteligente.

El coronavirus va a estar mucho más allá de la cuarentena, no va a ser un tema de un mes ni de dos, salvo que ocurra un milagro, el coronavirus va a estar presente en nuestras vidas más de un año, mientras descubren la vacuna y por lo tanto nosotros tenemos que lograr un balance y conciliar la protección de la vida y la protección de la salud, pero también la protección del desarrollo social.

A pesar del respaldo que ha tenido esa decisión, hay mucha preocupación por los efectos que la cuarentena puede tener sobre la economía y el empleo...

Hay que tener cuidado en afirmar que lo que está generando el problema es la cuarentena. Lo que está generando el problema es el coronavirus. Es muy importante que nosotros no endilguemos los efectos económicos a la cuarentena sino a la pandemia. Las decisiones que hemos tomado son para proteger la vida, la salud, para quitarle velocidad exponencial al virus y al mismo tiempo preparar las capacidades del sistema de salud.

Lo que estamos viviendo son unas circunstancias donde tenemos todos que salir solidarios adelante. Esto no se trata de que haya ni cálculos ni avaricia ni mucho menos egoísmo, aquí es la solidaridad la que nos va a permitir salir adelante.

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¿Qué escenario visualiza usted para el país el 27 de abril, cuando se debe acabar la cuarentena?

Yo creo que debemos seguir avanzando en lograr mantener un aislamiento preventivo colaborativo y que sea cada vez más inteligente.

¿A qué se refiere con aislamiento colaborativo?

Por un lado, los mayores de 70 años van a seguir en sus casas, mínimo hasta el 30 de mayo; los niños van a estar por fuera de los colegios, y los universitarios no van a tener clases presenciales hasta esa fecha.

Las personas que tengan enfermedades con preexistencias severas también deben permanecer en aislamiento. Vamos a seguir promoviendo la mayor cantidad de teletrabajo y en la cotidianidad seguiremos limitando las aglomeraciones, no volveremos a ver estadios llenos, ni conciertos ni bares o discotecas por un buen tiempo y vamos a implementar protocolos en distintos sectores y en distintas industrias donde se pueda recuperar actividad productiva, con los mejores estándares de seguridad, para que sigamos protegiendo vidas y sigamos quitándole capacidad de crecimiento al virus.

¿Eso quiere decir que el 27 se reactiva el aparato productivo?

Esas son medidas que se están discutiendo aquí y en el mundo entero, porque el coronavirus va a estar por lo menos un año más, no podemos dejar que el coronavirus acabe con todo lo que el país ha construido a lo largo de su historia.

Sobre el tema de las ayudas, el Gobierno ha dispuesto de recursos para ayudar a preservar el empleo y que las empresas puedan seguir funcionando. Pero lo que se están encontrando los empresarios es que esos recursos, que deben facilitar los bancos con el aval del Gobierno, son casi inalcanzables...

Si uno mira, aún sin haber entrado en funcionamiento y a plenitud el sistema de las garantías de la Nación, ya se ha generado la reestructuración de créditos en Colombia por el orden de 66 billones de pesos. Es la cifra de reestructuración de créditos más alta que haya visto el país en un período corto. Seguramente hay empresas que han tenido dificultad y hay que ver cómo lo resolvemos. El sistema de garantías va a permitir prestar hasta 70 billones de pesos, es decir el 7 % del PIB; es el programa de créditos garantizados más grande que hay en América Latina.

A esto hay que agregarle las ayudas para la pequeña y la mediana industria que anunciamos a finales de la semana: vamos a expedir un decreto que habilita al Estado para que pueda financiar, por tres meses, nóminas de las mipymes, tratando de cubrir a quienes devenguen hasta cinco salarios mínimos. La única contraprestación que les vamos a exigir a esas empresas es que no despidan personal.

Si a eso le sumamos lo que Colombia está haciendo en materia social, donde estamos llegando con programas de transferencias a diez millones de hogares, es el país que en América Latina ha puesto, en un tiempo tan corto, más para la protección de los más vulnerables.

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La pregunta que se hacen los colombianos es si nuestro sistema de salud está preparado para afrontar un eventual pico de la pandemia..

Ningún sistema de salud en el mundo está preparado para enfrentar una pandemia de estas proporciones, porque se expande velozmente. Por eso es que el virus se crece, es altamente letal a la población de mayor de 70 años, contagia mucho más a los jóvenes. Por eso es tan importante tomar medidas drásticas y a tiempo, con dos propósitos: quitarle el crecimiento exponencial al virus, con el fin de mejorar las capacidades del sistema de salud, y salvar vidas.

¿Pero cómo está nuestra infraestructura hospitalaria?

Si uno mira a Colombia, con las dificultades que tiene nuestro sistema de salud, que está muy distante de ser el de los países desarrollados, nosotros podemos tener alrededor de 87.000 camas en todo el territorio y somos uno de los países de América Latina con más unidades de cuidados intensivos per cápita, tenemos alrededor de 5300, de las cuales ya hemos liberado la mitad; vamos también a promover que las Unidades de Cuidado Intermedio se conviertan en Unidades de Cuidados Intensivos. E insisto, si nosotros protegemos a las personas mayores de 70 años, quitamos la presión a los hospitales.

Otro dato importante: más de 1300 personas contagiadas de Covid en Colombia están siendo atendidas domiciliariamente. En la medida en que las personas con preexistencias se queden en sus casas también quitamos presión sobre los hospitales y, al proteger esos sectores, podemos garantizar que el sistema de salud tenga una mejor respuesta.

Preocupan las demoras que se están presentando en los resultados de las pruebas de Covid-19. ¿Qué se está haciendo para mejorar esa parte diagnóstica, que es fundamental para combatir el virus?

Mucha gente habla del tema sin saber de él. En estos días escuché a un funcionario decir que para determinar quién tiene coronavirus habría que hacer la prueba a los 50 millones de colombianos. Hay que tener en cuenta que el mundo tiene 7000 millones de habitantes y solo hay disponibles 300 millones de pruebas. Las pruebas son un problema complejo por la escasez de las mismas, pero no son solo las pruebas, son los reactivos de las máquinas. Nosotros nos hemos ido preparando para aumentar la capacidad de hacer pruebas. Las pruebas más rigurosas son las PCL que nosotros adelantamos en el Instituto Nacional de Salud, también se han habilitado laboratorios en las regiones, en el Valle ya hay cuatro trabajando. También estamos trayendo al país pruebas serológicas o pruebas rápidas que pueden aumentar la capacidad de testear.

Comparados con otros países, ¿cómo estamos en ese campo?

Colombia hoy hace más pruebas percápita que México, que Brasil, que Argentina, estamos ligeramente por debajo de Perú, muy por debajo de Panamá y de Ecuador. Pero todo esto sirve para demostrar que no necesariamente más pruebas significa menos muertes.

Nosotros, en América Latina, en el número de muertos por millón de habitantes, estamos mejor que muchos países y las pandemias también tienen la característica de que se evalúan y se proyectan en función de la letalidad. Y yo creo que en ese sentido hasta ahora Colombia tiene un buen desempeño.

Entonces, vamos a seguir aumentando las pruebas en los territorios y lo seguiremos haciendo sobre la base de que un mayor nivel de prueba también debe ir acompañado de un compromiso de las secretarías de Salud a nivel local para hacer trazabilidad a los casos y proceder con los aislamientos.

Hay mucha preocupación por la situación de los inmigrantes venezolanos , incluso algunos colectivos han pedido vuelos humanitarios para que regresen a su país. ¿Qué manejo le está dando el Gobierno a esta población, que es muy vulnerable porque permanece en la calle?

Es muy ingenuo pensar que vamos a regresar en vuelos humanitarios a 1.700.000 venezolanos. Además, en Venezuela no hay comida, no hay medicinas, no hay empleo. Lo que hay que buscar es que se siga avanzando en el restablecimiento de la democracia en ese país, por un lado, y, por otro, nosotros tratar de mantener mecanismos solidarios de protección y ayuda.

En momentos tan difíciles, ¿no es un despropósito escalar un conflicto con Venezuela, como parece pretender el presidente Trump?

Yo no creo que Estados Unidos esté buscando guerras con nadie. Sencillamente hay unas denuncias que vienen de años atrás y que fueron develadas por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, de lo que es ‘el cartel de los soles’, de lo cual se viene hablando hace mucho tiempo y esas autoridades seguirán haciendo sus investigaciones y harán las capturas que corresponda.

Finalmente, Presidente, ¿cuál es la enseñanza que esta crisis le está dejando a la humanidad en general y a Colombia en particular?

Esta es la crisis más grande que ha vivido la humanidad después de la Segunda Guerra Mundial y obviamente nos golpea. Pero no podemos enfrentar esto con una sensación de calamidad, tenemos que enfrentarla con una actitud de resiliencia. Debemos convertir esta gran adversidad en la mejor oportunidad, no esperemos que Colombia vuelva a lo que llamamos la normalidad sino que volvamos a una Colombia mejor, más consciente, más solidaria, más humana, más colaborativa, más creativa, más innovadora. Y eso depende de que entendamos que nos tenemos que desprender de muchas cosas y proteger a quien más lo necesita. Si transitamos por esta circunstancia tan difícil con un sentimiento de resiliencia, saldremos como un mejor país de todo esto.

Protección personal
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Presidente, usted es una persona que, por su cargo, por sus funciones, tiene que interactuar con mucha gente y uno pensaría que está expuesto y corriendo riesgos. Además tiene niños chiquitos. ¿Qué medidas preventivas toma usted para evitar complicaciones?

En lo personal hemos tomado muchos protocolos al interior de la familia, eso me lleva a no dar abrazos ni besos ni a ‘chocholear’ a los niños, pero seguimos compartiendo en familia.

Yo tomo muchas medidas de higiene personal que son muy importantes, me estoy lavando las manos entre diez y doce veces al día, uso jabón antibacterial antes de tocar cualquier cosa, procuro no tocarme la cara nunca y al interior de la familia hemos distribuido funciones para minimizar riesgos.

Además, lo digo de una forma muy clara, yo soy una persona de fe y todos los días me encomiendo a Dios y a la Virgen y les pido que me mantengan protegido y que me mantengan bien de salud para enfrentar esta situación.