Los casos polémicos que han salido a la luz tras la captura del Director Anticorrupción

El país no sale del asombro por la captura del director Nacional de la Unidad Anticorrupción de la Fiscalía General, Luis Gustavo Moreno, ocurrida el lunes anterior.
El funcionario, que llegó al cargo en octubre del año pasado por designación del Fiscal General de la Nación para desenmascarar a los corruptos en Colombia, tiene una orden de captura con fines de extradición de una Corte de Florida por presuntamente cobrar dádivas para desviar procesos a funcionarios.

Según reveló ante la justicia de Estados Unidos el exgobernador de Córdoba, Alejandro Lyons, Moreno cobraba para mantener quietos procesos en su contra. Y desde el pasado martes cuando se conoció de la decisión judicial, son muchos los hechos que han empezado a salir a la luz pública y que ponen un manto de dudas sobre su trayectoria.

Luis Gustavo Moreno Rivera fue abogado de Bartolo Valencia, exalcalde de Buenaventura destituido por irregularidades en contratados del programa de ampliación de cobertura educativa. Durante su defensa libró una encarnada disputa con la Fiscalía, a la que le hizo constantes acusaciones.

Los procesos contra Bartolo lo adelantaron dos unidades: una de Buga y otra nacional, que es la que dependía de Moreno. Y en el 2015, Moreno incluso denunció por prevaricato al juez de Control de Garantías de Buga, Hernando Rafael Agudelo Chárris, quien llevaba el caso de Valencia.

Pero no es el único caso polémico. A Moreno se le cuestiona porque en su corta carrera como abogado logró hacerse a millonarios contratos durante la administración del fiscal Eduardo Montealegre. Incluso, hay quienes dicen que la cifra de ($23 millones mensuales por contrato) solo lograban alcanzarla exmagistrados y Moreno no llevaba ni diez años de graduado como abogado en la Universidad Libre.

Así mismo, para muchos causa curiosidad que durante la presentación de su libro ‘El falso testimonio’, que reunía historias de varios procesos judiciales que estuvieron atravesados por falsos testigos, hubiera “mucho despliegue” en medios nacionales. Primero, en 2014 y luego, en 2015 en el Hotel San Clara, de Cartagena, donde incluso se dice que hubo más de 20 invitados con gastos pagos.

Ante los hechos, el contralor General de la República, Edgardo Maya Villazón, calificó como “muy grave y muy lamentable” la captura del ahora exdirector de la Unidad de Anticorrupción de la Fiscalía General de la Nación.

Al término del acto de inauguración de la nueva sede del organismo de control fiscal en Bogotá, el Contralor dijo que esa noticia “es muy lamentable, muy grave, para la entidad (la Fiscalía) y para la justicia colombiana”, pero dijo: “creo que se ha actuado oportunamente en develar y en encontrar una responsabilidad inmediata en los funcionarios que tiene actitudes proclives hacia el delito”.

Maya descartó que esta captura signifique una crisis en la justicia colombiana: “El Fiscal General fue claro, en los meses de mayo y junio se iban a hacer informes sobre la corrupción en la Justicia, y creo que le está cumpliendo y entregando los resultados a la sociedad colombiana”, afirmó Maya Villazón.

Desde que el Fiscal General de la Nación, Néstor Humberto Martínez, asumió la dirección del ente acusador, 48 fiscales han salido de la institución por estar involucrados en procesos judiciales. Es decir, que por día, cinco funcionarios de la entidad son sometidos a la justicia colombiana.

La vicefiscal General de la Nación, María Paulina Riveros, confirmó que a Moreno se le retiró porque en conjunto con el abogado penalista Leonardo Luis Pinilla Gómez, también capturado, buscaron a Alejandro Lyons para exigirle dinero a cambio de actuaciones de Moreno para incidir en los casos que actualmente enfrenta el exgobernador de Córdoba en Colombia.