Colombia
Informe especial: El daño de grupos armados y del narcotráfico al agro con el contrabando y el uso del dólar negro
Fuentes aseguran que la moneda, a un precio más bajo, está siendo utilizado para ingresar arroz y otros productos que tienen en jaque a agricultores colombianos.
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30 de jul de 2025, 01:22 p. m.
Actualizado el 30 de jul de 2025, 01:23 p. m.
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Ni siquiera sembrando arroz en las azoteas sería posible producir la cantidad de grano que aparentemente está inundando hoy el mercado colombiano y que tiene a los agricultores y pequeños productores al borde de la quiebra.
Según el consumo per cápita en el país, el mercado demanda 2,4 millones de toneladas de arroz cada año y las cifras hablan de que entre la producción y lo que llega importando legalmente se tendrían al rededor de 1,5 millones de toneladas.
En Colombia no producimos todo lo que consumen los colombianos, asegura Eudoro Álvarez Cohecha, ingeniero agrónomo y director ejecutivo de Dignidad Arrocera. “De Estados Unidos se importarán unas diez mil toneladas este año y Ecuador dice que ha importado 116.000 toneladas, pero afirman que en registros no tienen sino 52.000 toneladas. Si se comparan esas cifras, se da uno cuenta que nos han metido todo el contrabando que han querido”.
“Y si es contrabando, lo más posible es que sea con dólar negro; lo más posible es que sea lavado de activos, lo más posible es que el narcotráfico se haya tomado esta actividad. Entonces uno dice que estamos cogiendo el rábano por las hojas. Eso pesa, obviamente, en el mercado”, asegura el dirigente arrocero.

Fuentes de Inteligencia consultadas por El País aseguraron que mientras el dólar puede tener un precio para Colombia de $ 4170 como tasa representativa del mercado, en Tulcán, frontera con Ecuador, se puede conseguir ‘dólar negro’ a $ 3700.
Dineros que han llegado producto del narcotráfico y que circularían en zonas donde ejercen control grupos como Comandos de Frontera, las disidencias de las Farc, el ELN e incluso organizaciones de Brasil, en alianza con bandas criminales ecuatorianas y carteles del narcotráfico que intentan legalizar esos recursos, poniéndolos a circular en mercados legales.
Eso explica por qué una carga de arroz (dos bultos de 62,5 kilos) que el año pasado costaba al rededor de $ 235.000, bajó a $205.000 y cerró el año con un precio de $ 170.500, lo que ya representa pérdidas para los agricultores en Colombia.
Sin embargo, esa misma carga de arroz procedente de Ecuador, puesta en el centro del país y tras el pago de fletes, se comercializa entre $ 125.000 y $130.000, con lo que condenan a la quiebra a los campesinos.
Más preocupante aún para los agricultores, es que el mercado en Colombia se inundó de arroz sin que el país estuviera en cosecha y que apenas en agosto arrancará la principal cosecha del grano en Ecuador.

“Ahora, no son carritos los que transportan ese contrabando, son tractomulas como la que llegó a Granada (Meta) hace poco cargada con arroz de contrabando a $ 125.000 la carga y que han llegado al centro del país sin que nadie los viera, por vías pavimentadas, pasando peajes, puestos de control, y eso genera también mucha desconfianza sobre la manera en la que están circulando sin ser vistos. Además, porque ingresa también cebolla roja, frutas y hasta camarones en grandes cantidades”, asegura Milton Fabián Ruiz, agricultor del Meta.
Entre tanto, Martín Vargas Chacón, líder de Dignidad Arrocera en el Huila, subrayó que “aquí siempre hemos advertido que la Policía Fiscal y Aduanera (Polfa) debe estar muy atenta a departamentos como el Huila, porque por estas carreteras se distribuyen mulas y camiones con arroz de contrabando y nadie los ve, pero sí llega al consumidor final a un precio demasiado bajo y eso nos tiene al borde de la ruina”.
Al listado de sectores afectados se suma el contrabando procedente de Perú con productos como cebolla, arroz, huevos, granos, azúcar y pollo, entre otros.
Buena parte de ellos, productos que reciben subsidios por parte de sus gobiernos y con valores contra los que es imposible que puedan competir los agricultores colombianos.
La otra modalidad
Pero no es solo a través del contrabando como grupos armados y de narcotráfico están afectando a un sector significativo de la producción en Colombia como arroceros y paperos.

El lavado de activos se viene realizando, según los dirigentes consultados, con la adquisición y renta de tierras para la siembra de productos del agro en el suroccidente del país.
“No entendemos por qué hay gente que paga arriendos costosísimos cuando yo, que soy un agricultor pequeño, que lo he conseguido trabajando, no puedo pagar un arriendo de hasta dos millones de pesos por hectárea y donde uno se pregunta de dónde sale esa plata o qué ganancia obtienen si son extensiones inmensas de tierra las que tienen rentadas”, dice una de las fuentes consultadas.
El precio de cerca de dos millones de pesos corresponde al pago que personas llegadas al campo realizan por cada hectárea de tierra rentada para la cosecha, la cual tiene una duración de seis meses hasta la recolección de la misma.
“Hay casos en los que se paga el arriendo de un año por 50 o 60 hectáreas. Y si usted a ese arriendo le suma mano de obra, insumos y recolección de la cosecha de arroz, no hay forma de que pueda obtener alguna ganancia. Es una competencia desleal que presiona también la reducción del precio porque, con la carga a $ 170.500, no están alcanzando a sacar ni siquiera los costos de producción”.
“El contrabando está llegando aquí con la complicidad de alguien. Aquí tiene que estar metida la industria o los empaquetadores, porque es que la gente no compra por tractomulas sino por arrobas y por libras”, concluye el ingeniero y dirigente Eudoro Álvarez Cohecha.
El gran desafío para las autoridades en Colombia es poder controlar las más de 110 trochas o pasos ilegales entre Ecuador y Colombia, además del control en ríos como Putumayo o Mataje, por donde ingresa contrabando al país.

Igualmente, una frontera porosa con Perú, marcada también por el río Amazonas en Leticia, donde hay decenas de trochas ilegales al servicio de la criminalidad.
Generación ‘narcopapera’
Contrario a lo que ocurre con el contrabando de arroz y cebolla, no es este el flagelo que afecta a los productores de papa a todo nivel en Colombia.
De acuerdo con los papicultores consultados, “no es cierto” que el contrabando de papa de Ecuador o de Perú esté afectando el mercado, porque Ecuador tiene sus variedades para el pueblo ecuatoriano y Perú tiene sus variedades para el pueblo peruano, y algunas importaciones no generan incidencia.
“La verdadera crisis del sector papero, y que desde hace tiempo lo hemos denunciado, es el lavado de activos por parte del narcotráfico con este cultivo; y ante eso no hay nada qué hacer y el responsable, porque omite acciones, es el Gobierno Nacional”, explicó un dirigente y productor de Nariño bajo reserva de identidad por temor a represalias de los grupos armados. “Sin problemas, le meten a uno su tiro”.
“Aquí aparecen paperos que no son paperos, pero sí saben el manejo del lavado del narcotráfico y donde generan una desestabilización de todo. Y grave, porque acaban con toda una cultura de agricultores paperos; acaban con el verdadero agricultor honesto y trabajador que sí vivimos de un cultivo importantísimo para la alimentación en Nariño, Colombia y el mundo”, aseguró el dirigente.

Detalla la fuente que la afectación al mercado la genera la aparición de una oferta y demanda en la que manejan unos precios muy por debajo de lo que podrían estar manejando los agricultores, condenando al campesino a la quiebra.
“Al que lava dinero del narcotráfico no le importa absolutamente nada y siembra lo que le da la gana, que le produzca lo que le dé la gana e inunda el mercado cómo le da la gana, afectando precios”, explica.
Para que haya un nivel competitivo o de equilibrio, aseguran los agricultores consultados, debe estar el bulto rondando hoy los $ 80.000 o $ 90.000, pero en la actualidad el mercado se ha distorsionado de una manera, que lo que se está pagando es entre $ 30.000 y $ 40.000 por cada bulto de papa.
Al tema de precios y el lavado de activos, asegura otro dirigente gremial bajo anonimato, se suma la crisis económica del país: “Muchos sectores están fregados y el poder adquisitivo para compra de alimentos a todo mundo está afectando”.
“Nosotros venimos hace prácticamente un año largo en una crisis por precios irrisorios y que causan unas pérdidas casi totales desde el agricultor más pequeño hasta el mediano y el grande. A eso le suma la extorsión por parte de grupos delincuenciales que operan para los grupos armados que controlan el territorio y el panorama es caótico”, indicó la fuente.

Periodista y editor de la Unidad Investigativa. Egresado de la Universidad Santiago de Cali y con especialización en Cultura de Paz y DIH de la Universidad Javeriana. Escritor y coproductor de documentales.
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