Gimnasio Campestre Los Laureles reconoce errores en caso de Valeria Afanador: docentes investigados

El caso de Valeria Afanador, la niña de 10 años con síndrome de Down que fue hallada sin vida el 30 de agosto en Cajicá, sigue generando conmoción y fuertes cuestionamientos a la institución donde estudiaba. El Gimnasio Campestre Los Laureles Bilingüe admitió públicamente que hubo fallas en la supervisión de la menor el día de su desaparición.

Francisco Bernate, abogado de la institución, reconoció en entrevista con Noticias Caracol que, si bien se activaron los protocolos de búsqueda, la reacción del personal docente fue tardía. Según explicó, se identificaron dos profesores que habrían incumplido las instrucciones de supervisión, por lo que deberán rendir explicaciones ante las autoridades competentes.

La cronología de los hechos, revelada a partir de los chats internos de los docentes, evidencia una demora de 69 minutos entre el momento en que las cámaras registraron la salida de Valeria por una cerca viva y la primera alerta en el grupo de mensajería. Durante ese lapso, la menor se dirigió hacia la zona del río Frío, donde finalmente fue encontrada sin vida tras 18 días de búsqueda.

Los mensajes internos muestran que algunos profesores intentaron ubicarla preguntando a los estudiantes por su paradero, mientras que el docente que debía recibirla en su clase posterior al descanso tardó más de una hora en reportar su ausencia.

Su justificación fue que tenía poca batería en su celular, por lo que optó por enviar a otros menores a buscarla en lugar de notificar de inmediato a la coordinación académica.

De acuerdo con Bernate, la maestra que estaba a cargo de la supervisión antes del receso permitió que Valeria se dirigiera sola al salón de deportes a buscar un balón, sin asegurarse de su regreso al aula. El profesor del área de deportes, por su parte, facilitó el acceso al balón pero no permaneció en el lugar para garantizar el acompañamiento de la niña.

Por su lado, Julián Quintana, abogado de la familia, cuestionó de manera contundente la actuación del colegio. El jurista calificó como “grave” que no se activara un protocolo inmediato de búsqueda y denunció que, tras el hallazgo del cuerpo, la institución habría modificado la cerca por donde salió Valeria, lo que a su juicio representa un intento por alterar la escena.

El informe de Medicina Legal confirmó que la causa de muerte fue ahogamiento por sumersión en el río Frío y detalló que la menor tenía escoriaciones en mano y tórax, lesiones que se habrían producido antes del fallecimiento. Con base en estas revelaciones, la familia anunció que interpondrá demandas civiles y solicitará el cierre definitivo del plantel educativo.

El caso mantiene en alerta a la comunidad de Cajicá y ha reabierto el debate sobre los protocolos de seguridad en colegios que atienden a niños en condición de discapacidad, así como la responsabilidad de los educadores frente al cuidado de sus estudiantes.