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Fiscal general de la Nación, Néstor Humberto Martínez | Foto: Colprensa

FISCALÍA GENERAL LA NACIÓN

Desarticulan red de proxenetas que utilizaba menores de edad en cuatro ciudades del país

Los hallazgos se realizaron en Medellín, Cartagena, Santa Marta, Cartagena y Medellín, según la Fiscalía General de la Nación.

9 de diciembre de 2018 Por: Colprensa 

Las organizaciones dedicadas a usar menores de edad para sus vejámenes sexuales se resisten a desaparecer. Así lo dejó en evidencia el fiscal General, Néstor Humberto Martínez, quien con ayuda de miembros del CTI desarticularon una red de proxenetismo de origen isrealí.

Como es costumbre por esta época las empresas de turismo se dedican a ofrecer planes para que las familias disfruten de toures en Medellín, Cartagena, Santa Marta y Bogotá en medio de las vacaciones, está organización también promocionaba planes, pero dentro de los mismos habían servicios sexuales y con menores de edad.

Las investigaciones de la Fiscalía pudieron determinar que tales servicios eran ofrecidos de manera exclusiva a empresarios y hombres que terminaban su servicio militar obligatorio en Israel, a la llegada a Colombia eran recibidos con 'toures' que terminaban en lujosos hoteles, fincas y yates, asistían a fiestas privadas de música electrónica y en varios escenarios donde la esclavitud sexual con menores de edad eran el pan de cada día.

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Para desenmarañar esta red, fueron necesarios 21 testimonios de las menores que eran exhibidas como trofeos en cada fiesta y ‘tour’ que compraban los israelíes, por lo que en 45 actividades de campo y más de 20 inspecciones judiciales se dio con la captura de ochos personas.

En Bogotá, las autoridades capturaron dos israelíes y una mujer colombiana, en Santa Marta, detuvieron a dos isrealíes y un colombiano, en Medellín y en Cartagena capturaron un israelíe, respectivamente.
Según la Fiscalía, en el balneario Benjamin ubicado en Taganga, Santa Marta; en el Hotel Casa Medellín, ubicado en esa capital; y el hostal Casa Iftach, en Bogotá, eran los inmuebles en donde se celebraban las fiestas donde eran esclavizadas un poco más de 70 menores de edad.

La investigación 

A juicio de Martínez Neira, lo que desencadenó la captura de las ocho personas fue un asesinato a un israelí perpetrado el 15 de junio de 2016. Pues ese día murió Shay Azran y las primeras hipótesis alrededor de su muerte es que había sido un ajuste de cuentas, por asuntos económicos relacionados con la venta de algunos apartamentos de la ciudad.

Lo que descubrieron las autoridades es que el presunto determinador de la muerte había sido Assi Ben Mush otro israelí que según los reportes migratorios registraba ingresos a Colombia desde 2009. Ben Mush quien era militar fue capturado en Holanda por tráfico de estupefacientes en 2003 y tiene varios procesos en Israel por narcotráfico y trata de personas.

Tras las investigaciones, el ente acusador pudo determinar que Ben Mush era el  propietario del hostal Casa Benjamin, el mismo lugar que fue allanado hace unos días, por lo que se logró establecer que el exmilitar sería uno de los coordinadores de los planes turísticos con fines sexuales.

Pese a que Ben Mush fue expulsado de Colombia en noviembre de 2017, su actuar delictivo ya estaba plagado por el territorio nacional, pues era socio de  Benyamin Mush, máximo cabecilla de la organización, y socio de  Itay Senior y Mor Zohar, quienes también ofrecían planes sexuales.

A juicio de la Fiscalía, los israelís manejaban su negocio de la siguiente manera: “el esquema criminal constituido en ciudades como Santa Marta, Bogotá, Medellín y Cartagena tenía una apariencia de legalidad, porque en el papel los supuestos integrantes de la organización creaban empresas de turismo, montaban establecimientos comerciales como hoteles, hostales y balnearios, y registraban gran parte de sus actividades comerciales”.

Esta fachada que crearon hace seis años era la encargada de ocultar el “reclutamiento” de pequeñas en etapa escolar para hundirlas en el mundo de la prostitución, esto teniendo en cuenta que las pequeñas contaban con una dificultad: su condición económica, por lo que se aprovechaban de ello y de sus salvadores pasaban a ser sus victimarios.

“Las menores de edad recibían entre 200.000 y 400.000 pesos por soportar los vejámenes de los turistas israelíes y eran obligadas a hacer parte de un grupo en WhatsApp al que llamaban ‘Purim”, dijo la Fiscalía, explicando que ese nombre respondía a una festividad judía.

Los hechos que han dejado consternado a todo el país, dejó un incremento patrimonial para sus organizadores de hasta 7.000 millones de pesos, por ejemplo: la acelerada evolución económica de Assi Ben Mush entre 2011 y 2017, pasó de 379 millones de pesos de ingreso promedio anual a 3.400 millones de pesos.

Por estos hechos, los hoy capturados serán imputados por homicidio agravado, concierto para delinquir agravado, tráfico y porte de estupefacientes, inducción a la prostitución, proxenetismo con menor de edad, estímulo a la prostitución de menores, turismo sexual, lavado de activos y enriquecimiento ilícito.

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