Costal Campesino: Café cultivado por víctimas del conflicto armado triunfa en los mercados europeos

Costal Campesino, es el nombre de la empresa que conquista el paladar de los europeos. Esta empresa surgió hace unos años con un enfoque central en la paz; trabajando en colaboración con cooperativas formadas por excombatientes y víctimas del conflicto armado en el suroccidente de Colombia, específicamente en los departamentos de Cauca y Valle del Cauca. Estas cooperativas han encontrado mercados en Europa para la exportación de café.

“Hemos sido una sociedad violenta, pero también un país cafetero. No queremos romantizar el conflicto, pero sí creemos que hay un pasado, presente y futuro en el café”, aseguró Federico Castro Diez, director ejecutivo en Colombia y socio fundador de Costal Campesino de Colombia.

La compañía, basándose en un estudio de mercado, se ha asociado con estas cooperativas, explicando que en el extranjero la paz “es muy valorada, porque hay un consumidor mucho más consciente y con la necesidad de un producto con valor agregado”, añadió Castro Diez.

El ejecutivo explicó que la empresa reconoce que pagan un precio más alto a los productores por el café, pero esto se traduce en beneficios comerciales y financieros. “Esto es un negocio, entendemos que la paz se puede vender en el extranjero”, agregó.

La empresa ya ha realizado su primera exportación al mercado europeo y está en conversaciones con diferentes minoristas. “Tenemos nuestra página de venta propia, también el mercado institucional que nos parece muy atractivo dado que eso es un tema que, a todas las empresas con reputación, les puede llegar a interesar”, afirmó.

La compañía ha abierto mercados en España y Suiza, y está en conversaciones con clientes en Francia y Noruega. Se espera que el 50 % de la producción se destine al mercado internacional y el otro 50 % al mercado local.

“Dada la fortaleza que tenemos aquí, vemos una gran oportunidad de entrar fuerte al mercado y por todos los apoyos que tenemos hoy en el exterior, por la cooperación internacional como Naciones Unidas”, destacó.

En la actualidad, junto con una de las cooperativas llamada Comulnes, tienen una capacidad de producción de 117 toneladas de café tostado y podrían producir hasta cuatro o cinco veces más de café verde.

“El proceso de tostión se hace en Tuluá, que es donde tienen la base de operaciones, es desarrollado por víctimas y excombatientes firmantes del Acuerdo de Paz”, agregó.

El producto actual se ofrece en presentaciones de 250 gramos, pero ya están trabajando en una presentación de 500 gramos y en ediciones especiales para empresas. ”Esperamos englobar los productos de la paz y el agro bajo la compañía, con otros artículos como miel y cacao”, concluyó.

La Agencia para la Reincorporación y la Normalización (ARN) ha desempeñado un papel fundamental en el fortalecimiento de Costal Campesino como un destacado productor de café en las zonas rurales de Colombia, donde hace una década predominaba el conflicto armado.

La promoción de la paz a través de la educación ha sido esencial para impulsar este café desde sus raíces. Los firmantes del acuerdo de paz se acercaron a los campesinos al comienzo del proyecto cafetero, estableciendo lazos de amistad y camaradería. A través de acciones concretas, demostraron su genuina voluntad de reparar los daños causados en el pasado.

“Con nuestro café hemos logrado que no nos estigmaticen como exguerrilleros. No nos ven como beneficiarios sino como sujetos políticos de derechos, que se reconocen con la comunidad desde las diferencias. Somos conscientes de que no todo es asistencialismo; por el contrario, todos los frutos vienen de un trabajo fuerte sostenido en el tiempo”, detalló Jonathan Sierra, actual caficultor, quien firmó la paz y se desmovilizó de las filas de las extintas FARC en 2016.