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Conozca los riesgos que existen en el aumento de glúteos

Infecciones, deformidades, parálisis y tromboembolismo son algunos riesgos del aumento de glúteos. Ponerse en manos expertas es vital. La verdad sobre los biopolímeros y el ácido hialurónico.

4 de diciembre de 2011 Por: Redacción de El País

Infecciones, deformidades, parálisis y tromboembolismo son algunos riesgos del aumento de glúteos. Ponerse en manos expertas es vital. La verdad sobre los biopolímeros y el ácido hialurónico.

Ni siquiera ostentar el título de ‘La mejor cola de Colombia’ le bastó a Jéssica Cediel, la modelo y presentadora de Estilo RCN, para renunciar a la tentación de perfeccionar esa curva femenina tan admirada por el sexo opuesto. Como ella, son muchas las mujeres que en su afán de ser más bellas se someten a procedimientos estéticos que aumentan el volumen de esta parte del cuerpo. Y soñar con el cuerpo perfecto no está mal, siempre y cuando, no se pague un precio tan alto como el de atentar contra la salud, como sucedió con la presentadora.Eso es lo que sostienen los especialistas en cirugía plástica, dado que el impacto de mirarse al espejo y soportar unos glúteos caídos, poco armoniosos o con escaso volumen, no se compara con el de sufrir ulceraciones, infecciones, deformidades y parálisis, entre muchos otros riesgos, que conllevan estos procedimientos estéticos cuando no se realizan de manera adecuada. En efecto, cuando no se recurre a un cirujano plástico con suficiente experiencia y miembro de la sociedad colombiana de la especialidad, a una clínica nivel II como mínimo dotada con las condiciones y los equipos necesarios y/o no se utilizan materiales de calidad aprobados por el Invima y la FDA, entidades reguladoras en salud en Colombia y en Estados Unidos, respectivamente, el sueño de tener una cola perfecta puede convertirse en una verdadera pesadilla que puede llevar incluso a la muerte.Los especialistas advierten sobre los riesgos de los procedimientos de aumento de glúteos prohibidos y/o mal realizados, que por lo general se ofrecen en clínicas de garaje y a precios demasiado bajos, arrastrando a los incautos a desenlaces fatales.1. LipoesculturaEs el procedimiento quirúrgico más usado ya que utiliza grasa del paciente extraída del abdomen, ‘los conejos’, la cintura o la espalda, donde suele haber excesos. Luego, tal como lo explica el cirujano plástico Carlos Recio, de la Clínica Picasso, “para que sea más pura, libre de sangre y líquidos, hay que decantarla o si se quiere más concentrada se pasa por un filtro, pero esto sólo es viable cuando se dispone de suficiente grasa”. Durante el mismo tiempo quirúrgico se inyecta la grasa en los glúteos con cánulas finas de 3 m.m., efecto que dura toda la vida cuando la grasa es bien manejada. Los riesgos son, entre otros:Anemia: cuando se extraen más de siete litros de grasa, dado que el 20% de lo que se saca es sangre.Seromas: es la acumulación de líquidos que se presenta cuando la grasa se pone de manera masiva y no en forma de abanico o líneas, caso en el cual se reabsorbe.Tromboembolismo: ocurre, según el doctor Recio, cuando la grasa se inyecta a nivel intramuscular profundo y no en el tejido celular subcutáneo como debe ser, lo que conlleva un alto riesgo de canalizar un vaso y formar un trombo que puede migrar a los pulmones causando la muerte.Infecciones: dadas por inadecuadas técnicas de asepsia (higiene) o un mal manejo de la grasa.Necrosis: es la muerte del tejido, que se puede presentar cuando se inyecta demasiada grasa o porque la grasa inyectada no logra revascularizarse, o sea integrarse a los tejidos. En este caso hay que retirar el tejido necrosado y hacer injertos, lo que puede causar deformidades.Lesiones nerviosas: cuando se afecta el nervio ciático que pasa por la zona glútea, causando pérdida de sensibilidad y problemas motores.2. Prótesis de gel de siliconaIndicadas, en opinión de Mario Germán Arcila, de la Clínica Dermoplástica, cuando el paciente es muy delgado y no tiene suficiente grasa para extraerle y hacer una lipoescultura. O cuando ya se le ha hecho una ‘lipo’, pero quiere más volumen. Por razones estéticas, el profesional aclara que no se deben usar en personas con la pelvis muy estrecha ni con la base glútea muy pequeña, pues no habría suficiente espacio para acomodar las prótesis. Son de forma ovalada pero más planas que las mamarias y vienen en tamaños de 250 a 380 c.c..Para ponerlas se hace una incisión de unos cuatro centímetros en medio de los glúteos y se abre un bolsillo para acomodar cada una por debajo o en medio del músculo glúteo, pues si se ponen por debajo de la fascea (capa que recubre los músculos) quedan muy superficiales y el efecto es muy postizo. Los riesgos de esta cirugía son:Asimetrías: cuando se deja una prótesis más arriba que la otra, o ambas muy elevadas o muy caídas, caso en el cual tendrían que reubicarse en un segundo procedimiento.Desplazamientos: si por error se hace un bolsillo muy grande para acomodar la prótesis, el doctor Arcila advierte que éstas terminan moviéndose hacia los lados.Infecciones: dado que la incisión se hace muy cerca del esfínter anal, que es una zona muy contaminada.Contractura capsular: tal como en los implantes de senos, es posible que las prótesis de glúteos se endurezcan demasiado debido a condiciones de cicatrización propias del paciente, lo cual implica llevarlo un tiempo después de nuevo a cirugía.3. Suspensiones Son hilos de nylon no absorbibles de los que se usan para suturas quirúrgicas.“Para ponerlos –explica Arcila-- se hacen tres incisiones de un centímetro en tres puntos de cada glúteo, para luego suspender los hilos de la cresta ilíaca y traccionar el músculo glúteo dándole mayor proyección”. Los riesgos del procedimiento son:Ruptura de hilos: dado que los glúteos son una estructura pesada.Pinzamientos de la piel: que foman depresiones antiestéticas.Biopolímeros: los prohibidosEsta silicona líquida que se inyecta en los glúteos no está aprobada por la FDA por los daños que puede causar, y por eso se comercializa bajo el nombre de ácido hialurónico (ver recuadro). Así lo advierte el cirujano plástico Alfonso Riascos, del Centro Médico Imbanaco, quien aclara que el daño puede aparecer de inmediato o años después, lo que implica llevar el paciente al quirófano para retirar el tejido dañado y hacer injertos. “O también se trata de extraer la sustancia, pero es difícil retirarla por completo, por lo que continúa haciendo estragos de por vida”,anota. Los riesgos son:Deformidades: se producen, según Riascos, cuando la sustancia migra a la parte superior de las nalgas, la espalda, las piernas o los ‘conejos’, formando masas notorias.Infecciones: que si progresan pue-den causar muerte de los tejidos o tornarse sistémicas y costarle la vida al paciente. Se manejan con antibióticos y drenajes.Tromboembolismo: en este caso la silicona llega a los pulmones causando la muerte.Ulceraciones, manchas e inflamación: cuando el cuerpo reconoce al biopolímero como extraño y lo ataca.

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