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Así piensa el 'cerebro caleño' que le ayudó a Bill Gates a crear su imperio

Orlando Ayala es vallecaucano por adopción y escaló hasta las más altas posiciones en Microsoft. Un día, Gates estuvo a punto de botarlo. Esta es la historia.

13 de diciembre de 2015 Por: Jorge Enrique Rojas | El País.

Orlando Ayala es vallecaucano por adopción y escaló hasta las más altas posiciones en Microsoft. Un día, Gates estuvo a punto de botarlo. Esta es la historia.

- Yo manejé Ventas, Mercadeo y Soporte de la compañía para todo el mundo; en un comité ejecutivo con los 120 vicepresidentes yo venía muy mortificado con unos líos que había tenido Microsoft y di un discurso que a Bill no le gustó. La noche anterior ya le había dicho a mi mujer que de pronto me quedaba sin trabajo. Y efectivamente él se enojó porque yo venía diciéndole a la compañía que estuviéramos más abiertos porque teníamos un problema… Bill se irritó: ¿¡What the fuck?! ¿Por qué estás hablando de la compañía de esta manera?, me dijo. ¿What’s wrong? Si está mal me voy, le dije yo. A las cuatro horas me llamó y me dijo vente, quiero entender lo que me estás diciendo, y a raíz de eso se generó un proyecto para atacar problemas de ese tipo… Eso ocurrió en  el año 2003 y estoy todavía aquí…

 ***

En 1991, Orlando Ayala se tardó un mes en devolver la llamada que lo llevaría a trabajar con Microsoft. Cuando el teléfono sonó, estaba en México, donde vivía  como director de ventas de la NCR; de 1985 a 1988 había sido director de Producto y Ventas en las oficinas centrales de Dayton, Ohio, y para ese momento ya le habían anunciado su regreso a la casa matriz. “El problema del éxito es que te hace demasiado confortable. Si quieres ser exitoso debes esforzarte por ponerte en disconfort. Esa llamada en realidad me demoré un mes en contestarla, sobre todo porque estaba de vacaciones con mi familia…”. Hace 24 años, cuando sonó el teléfono,  Microsoft todavía no le disputaba la omnipresencia a Dios.

A la NCR, Orlando Ayala había llegado después de destacarse en la filial que la compañía tenía en Colombia. Allí había llegado después de terminar Administración de Sistemas de Información en la Jorge Tadeo Lozano, estudiando de noche y trabajando de día. En esa carrera, sin embargo, había aterrizado casi por descarte: de niño, quería ser piloto. El niño nació en Bogotá;  por casualidad, dice, porque todos sus hermanos nacieron en Cali; sus papás, en Pradera y Candelaria. En Microsoft, la cocreación de Bill Gates que hoy instala computadores hasta en las nubes, el niño que quería volar se convirtió en vicepresidente senior del Grupo de Desarrollo de Mercados Emergentes, una división que se encarga de liderar las iniciativas de la compañía para asegurar la inclusión digital en las comunidades menos favorecidas alrededor del mundo.

Usted le dice  Bill, ¿él le dice  Orlando?

Sí. A él nunca le gustó que le dijeran señor Gates...

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¿Cómo define  el esfuerzo?

Si uno es disciplinado y tiene más o menos claridad de hacia donde  va, creo que todo se puede. A mí me tocó pagarme la universidad estudiando en la noche, razón: no tenía otra forma. De día tenía trabajos sueltos, como auxiliar de oficina, por ejemplo; todo radica en el esfuerzo y la disciplina. Mis padres no me dejaron ninguna fortuna, ninguno de los dos terminó la primaria, pero mi padre leía y esa fue una de las lecciones más grandes de vida; ya en su edad adulta lo ponían a discutir con cualquier persona que hubiera ido a la universidad y se batía de una forma muy eficiente. Fue un lector ávido y eso me lo traspasó. Yo soy una persona en constante aprendizaje y constantemente toca aprender porque el mundo cambia muy rápido.

¿Por qué estudió Administración de Sistemas de Información?

La vida tiene cambios que uno a veces no  entiende pero ocurren por una razón. Yo quería ser  piloto, esa siempre fue mi ilusión, pero no había dinero para eso. Entonces yo estuve muy pendiente de una beca en Alemania Oriental, pero en los años 70 se da el golpe de Estado en Chile  y la República Democrática Alemana le da prioridad a los chilenos que salieron del país y la beca que me habían asignado desapareció…

Y era una beca en…

Arquitéctura.

¿Arquitectura?

Era lo que me servía para irme. Yo quería irme, pero no porque no quisiera a Colombia, sino porque tenía la esperanza de ver el mundo. Así que obviamente fue un golpe muy duro, porque la beca ya me la habían asignado. Viendo el catálogo en la Tadeo, me pareció interesante y así escogí la carrera, sin ninguna planeación. La vida da muchas vueltas, cuando me gradué me contraté con  NCR solo para conseguir la plata y estudiar aviación; llegué a lograr 60 de las 100 horas que se requieren para ser piloto privado, pero para ese momento el trabajo con los sistemas ya me había agarrado…Luego ya en el  2000  me compré mi propio avión y volé por todo Estados Unidos... Ya lo vendí…

¿Cuál es la máquina que más lo ha impresionado?

Yo nací en el 56 y he vivido tres revoluciones en computación: la primera fue el computador inmenso que estaba en una sala y nadie tenía acceso a él; la segunda fue el computador personal, que fue la visión de Gates: un computador en cada casa; la tercera fue el internet, porque por primera vez realmente se ha democratizado el acceso a la información y el más chiquitito puede causar una revolución, como lo que ha pasado en el Medio Oriente.

¿Cuál será la cuarta revolución?

Será una convergencia de cuatro tendencias tecnológicas poderosísimas: una es el tema móvil; la otra es la computación en la nube: consumir la potencia de procesamiento como se consume el agua o la luz; la tercera son las redes sociales: el Real Madrid tiene 450 millones de aficionados y no los conoce, ahora estamos trabajando en la plataforma del Madrid para que pueda conocerlos en una operación de dos vías. La última es el ‘big data’: se generan millones y millones de informaciones que ahora se van a poder procesar para entregar datos que antes un humano no podía tener, como la predicción de cuándo un jugador se va a lesionar. Es el análisis masivo de información. Esas cuatro cosas en convergencia van a crear soluciones como la cura del sida o del cáncer. Le va a dar grandes oportunidades a la humanidad.

Y al mismo tiempo  un gran desafío para controlar esa tecnología, de la que cada vez se empodera más el terrorismo...

La tecnología  es neutral, con un martillo se puede construir una casa o matar a una persona, al martillo no le importa y esto es igual: la tecnología va a estar ahí y la convergencia de la que hablamos incluso le va  a dar más potencia a los terroristas… No tanto hay que centrarse en lo malévolo o positivo de la tecnología porque ella está ahí para crear. El tema no es la tecnología, es que los Estados entiendan que si no hay un compromiso de educar a la gente y generarle oportunidades de trabajo, no importa cuánta tecnología tengas, si es buena o mala, habrá los mismos problemas.

¿Cuánto puede faltar para que  internet deje de ser un lujo para tanta gente en Colombia?

Creo que se han hecho muchos esfuerzos y  Colombia pasó de estar en el punto medio de  cubrimiento a estar en la punta, entiendo que la cobertura se ha extendido de una forma impresionante. Lo que pasa es que Colombia tiene un desafío en su geografía. Pero en este caso la tendencia más interesante es lo que ocurre a nivel mundial y es el movimiento del campo a las ciudades: en este momento Colombia es uno de los países con mayor concentración de población habitando ciudades en el mundo. Y eso va a ayudar. Pero traerá otros problemas. Sin embargo dará oportunidad a que la cobertura sea mayor con menos gente en el campo. 

¿Y mientras tanto?

Nueva tecnología, espacios blancos, White Spaces: ha habido una migración de la televisión análoga a la digital y eso ha liberado un espectro que puede ser usado para tener conexión en internet. Microsoft ha pasado cerca de 15 años trabajando en esa tecnología, que permitará distribuir las ondas como con wifi, pero a mayor distancia. En Colombia  vamos a hacer el primer piloto. Hay gran interés del Gobierno porque la infraestructura está ahí, la gran pregunta es si las telefónicas permitirán… En África, tenemos cinco países donde abrir la señal le permitió a esas comunidades vender sus productos en el mundo. ¡Tremendo! Senegal es uno de esos países.

¿Qué ser humano lo ha deslumbrado?

En las etapas tempranas de la compañía tuve la oportunidad de interactuar mucho con Bill. Bill creó un modelo de negocios que nadie se había imaginado: que todo el mundo tuviera un computador. Y tradujo ganancia económica retornándole a la sociedad: a través de su fundación, el 90% de su fortuna está destinado a resolver problemas de la humanidad como educación, agua, alimentos. Tiene un grupo de gente que trabaja en la cura del sida. Entonces su visualización del mundo va a pasar a la historia. Steve Jobs, por ejemplo: nunca fue de su interés lo social. Creo que también un tipo como Zuckerberg (Facebook), es un punto de referencia importante.

¿Trabajando desde los inicios con Gates, llegó a ser su amigo?

No diría que tuve una amistad, pero sí una relación en la cual pude interactuar en muchos escenarios, viajar con él, entender su filosofía; él me decía: no logro entender cosas que no pueda multiplicar por un millón. Pero no se refería a plata, sino a que cualquier descubrimiento debía ser accesible a todo el mundo. Entonces cada que uno le mostraba un proyecto él decía, ¿bueno, y eso cómo va a favorecer a un millón de personas?

¿Qué es la inteligencia?

Ver lo que no es obvio. Cuando ves lo que no es obvio, puedes anticipar lo que no se ha inventado, lo que no se ha discutido. Todo ser humano tiene un nivel de inteligencia importante; soy un convencido de que el problema no es un problema de talento, sino de entorno. Hay miles de personas con coeficientes intelectuales altísimos, pero que son un desastre socialmente. Por eso la necesidad de rodear a un ser humano del entorno adecuado para darle la oportunidad, al menos, de que vea lo que no es obvio.

Ayala También fue vicepresidente ejecutivo de la Región Intercontinental de Microsoft,  donde estuvo a cargo de las estrategias de crecimiento e inversión en mercados en vías de desarrollo como África, India, el Mediterráneo y Medio Oriente, Latinoamérica,  Sureste Asiático y Pacífico  Sur.  Hace poco estuvo en Cali,  visitando obras sociales impulsadas por la  Alcaldía y reunido con directivos del Deportivo Cali.

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