Colombia
Accidente en la casa del terror de Calarcá dejó a un menor con quemaduras en el 85% de su cuerpo
El menor aceptó el trabajo durante dos semanas para reunir el dinero necesario para comprar un PlayStation.
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14 de dic de 2025, 02:46 p. m.
Actualizado el 14 de dic de 2025, 02:46 p. m.
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El haber aceptado un trabajo en una casa del terror en Calarcá, Quindío, a cambio de $400.000, cambió por completo la vida de un joven de tan solo 17 años.
Germán Darío Duque es otro desde el 3 de noviembre, fecha en la que su cuerpo se quemó en un 85 %.
Las ganas de poder ahorrar dinero para comprar accesorios para su PlayStation, llevaron a Duque a buscar un trabajo.
Fue así donde por medio de Facebook conoció a una empresa de turismo itinerante que le ofreció convertirse en carnicero para trabajar dentro de una casa del terror.

El acuerdo verbal era trabajar durante dos semanas, desde el 20 de octubre.
Todo iba bien, hasta que el último día, todo cambió. Según contó su hermano Diego Duque a SEMANA, a Germán Darío le tocaba manipular una motosierra que funcionaba con combustible.
Pero al parecer “quedaron residuos de gasolina en el machete, ya que ese objeto hacía parte de la función, porque el machete estaba encendido”, contó.
Al verlo en llamas, los asistentes a esa casa del terror se abalanzaron sobre él y con un extintor trataron de apagar el fuego que consumía su cuerpo.
“No hubo ambulancia, tampoco bomberos. Lo llevaron en una camioneta particular hasta el hospital de Calarcá”, dijo Duque.
Al llegar, desnudo, y en medio del dolor, empezó a correr por la sala de urgencias del hospital.
En medio de su desesperación fue ingreso por personal médico a una ducha, donde momentos después le pusieron paños sobre su piel para controlar la temperatura.
Para el dolor le aplicaron morfina, pero debido a las laceraciones que presentaba, fue remitido al Hospital San Juan de Dios, en Armenia.
Fue allí donde le indicaron que tenía su cuerpo quemado en un 85%, que su piel parecía parafina derretida y que por sus heridas sería nuevamente trasladado a Bogotá.
Ya en la capital, esta semana, le fue practicada una cirugía para ponerle injertos de piel.
Los galenos, cada vez que le realizan una curación, deben aplicarle morfina, debido al dolor que siente.
Pero el diagnóstico no es nada esperanzador, ya que necesitará recuperarse por varios meses, pero a pesar de los tratamientos que se realice, su salud no volverá ser la misma.

Lo más triste, es que la noche del accidente, el representante de la compañía que lo contrató, según cuenta su hermano, fue hasta el hospital para entregarle el dinero prometido por el trabajo realizado.
Ante esto, SEMANA trató de conocer la versión de la empresa y se comunicó al número celular que tienen en sus redes sociales y al de uno de sus propietarios, pero hasta el momento no hay respuesta.
Periodista del Periódico El País, amante de las crónicas, los relatos y los hechos que atañen a la comunidad y que marcan historía. La experiencia adquirida en importantes medios latinoamericanos y mi recorrido por Q´Hubo me han permitido palpar las necesidades de la gente y lograr que lleve el periodismo en la sangre.
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