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Tips para aprender a perdonar y así mejorar su salud emocional y física

Dejar atrás el resentimiento, el odio y la culpa ayuda a mantener la salud del alma, pero también del cuerpo.

23 de septiembre de 2014 Por: Olga Lucía Criollo | Reportera de El País

Dejar atrás el resentimiento, el odio y la culpa ayuda a mantener la salud del alma, pero también del cuerpo.

¿Si a usted le cae un mugre en el ojo, no hace lo que sea para sacárselo? Según los expertos, esa es la misma actitud que las personas deberían asumir cuando sienten rabia o odio contra alguien que las ha traicionado, las ha ofendido o las ha perjudicado.En efecto, el perdón no es solo un proceder altruista o aquel acto al que invita la religión. Es, ante todo, una actitud de supervivencia social, en la medida en la que permite la convivencia de unos con otros. Pero también tiene una dimensión de bienestar personal que está siendo estudiada por científicos a nivel mundial, a partir de las relaciones que se han establecido entre falta de perdón y enfermedad.De acuerdo con el sicólogo Ómar Carabalí, “cuando se tienen sentimientos hostiles y de agresividad, el organismo comienza a producir tóxinas que se acumulan en determinadas áreas y causan desorden fisiológico”. Es entonces cuando se facilita la aparición de tumores, artritis, artrosis y cáncer “porque el cuerpo responde también a esas emociones negativas y a nivel de neurotransmisores se produce una serie de fluidos que contaminan el organismo en general”, explica.Es por eso que los médicos del cuerpo y el alma llaman la atención sobre la importancia de perdonar y de perdonarse para alcanzar la sanidad total.“Reconocer nuestros propios errores es importante en la medida en que, al perdonarnos, sacamos una lección para aplicar a futuro”, afirma Carabalí, quien agrega que aceptar la responsabilidad en un hecho “nos debe movilizar a realizar cambios para enmendar ese error, pero cuando no lo hacemos así escogemos la culpa como un pretexto para permanecer sintiéndonos mal, pero sin hacer nada para mejorar”.El padre José González, vicario para la Reconciliación en Cali, opina que “hemos sido muy injustos con la almohada. Muchas veces decimos dormí mal, la almohada me causó dolor en el cuello, y resulta que la causa real es la rabia o el odio con los que me acosté”. Y agrega que creer que todo el mundo les va a hacer daño o el resentimiento no deja ser felices a muchas personas.Publicaciones internacionales, como el Journal of Consulting and Clinical Psychology, también refieren que el acto de perdonar reduce los niveles de depresión y ansiedad, en tanto que la rabia aumenta el estrés y afecta el sistema cardiovascular.Así, por grande que sea la ofensa, por la salud mental y física, es mejor perdonar.¿Usted ya perdonó?Tips para dejar a un lado las emociones y las actitudes que le hacen daño a su salud física, mental y espiritual:1. Identifique por qué está enojado o por qué siente odio. ¿Qué lo moviliza contra quién o contra qué? Según los expertos, hay gente que mantiene disgustada y no sabe por qué, lo cual es una patología emocional. Es decir, hay que identificar las causas y procesarlas para lograr la sanación interior y no responsabilizar o castigar a alguien injustamente por lo que se está sintiendo. 2. Asúma sus sentimientos. No los niegue. ¿Es de los que cuando está disgustado con alguien y ese alguien le pregunta ‘¿estás bravo conmigo’’ dice no, no y no? Lo que está haciendo es negar sus emociones, lo cual no le ayudará a solucionar la situación ni a establecer quién tiene la razón. 3. Mire al otro a los ojos, pero como alguien que es humano, que es proclive a equivocarse... Entonces se dará cuenta que lo mismo sucede con usted, que la equivocación es una posibilidad para todos y así no verá malas intenciones en todos los actos de los demás. Ellos pueden equivocarse, sí, pero no siempre con el propósito de dañarlo (a).4. Límpie. No deje que su corazón se llene de cosas que lo ensucian. Las personas que cargan ‘equipajes’ muy pesados van por la vida con el rostro arrugado y el ceño fruncido. Por el contrario, la sonrisa es sinónimo de tranquilidad.5. ¿Seguro? ¿Qué pasa si me encuentro con esa persona, soy capaz de darle la mano o un abrazo? Si la respuesta es afirmativa, usted está listo para seguir adelante con su vida, pero si es de los que afirma: ‘yo perdoné pero esa persona se murió para mí’, la tarea no está concluida, porque el corazón no está totalmente limpio.7. Olvidar no es una obligación. Cuando una persona perdona, no tiene que olvidar lo que pasó. La diferencia está en que al recordar la ofensa, ya no sentirá dolor ni rabia.8. Perdonó. Sin cumplir los pasos anteriores es muy difícil perdonarse o perdonar a otros. Pero cuando se logra llegar a la meta, la paz interior y la sana convivencia serán las merecidas recompensas. Entonces usted decidirá si quiere reconciliarse con esa persona, es decir, seguir viviendo o trabajando a su lado, por ejemplo, o si quiere buscar la felicidad en otro lado, sin deudas con el pasado.Viva la Reconciliación‘La reconciliación y la convivencia prospectiva’ es el título del primer conversatorio programado en el Congreso Viva la Reconciliación, que se realizará desde el próximo jueves, en el marco de Expocatólica, en el Centro Comercial Premier Limonar.En él participarán Adel Borja Paladini, delegado del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Pnud; y fray Segundo Anacona, de la Universidad Complutense de Madrid.Otros de los foros que se llevarán a cabo son: ‘Familia y mujer en escenario de reconciliación y posconflicto’, ‘Procesos de paz en Colombia y posconflicto’, El servicio de la caridad por la reconciliación y la convivencia’ y ‘La realidad del matoneo o ‘bulling’, en los cuales participarán expertos naciones e internacionales y serán moderados por reconocidos periodistas.Informes: www.expocatolica.co

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