Cali
Obra necesaria para descontaminar el río Cali sigue en veremos, estas son las razones
Luego de diez meses del anuncio de la construcción de la Planta, hoy no se tiene ni el lote.
El río Cali cuenta con dos factores críticos que llevan varios años contaminándolo, una de las soluciones para combatirlos es la construcción de la Ptar de Montebello, sin embargo, han pasado casi 10 meses desde que se anuncio la creación de esta Planta de Tratamiento y hasta el momento no se ha adquirido el lote por parte de la Alcaldía.
De acuerdo con la CVC, la propuesta del proyecto de la Ptar se realizó desde el año pasado y aún siguen a la espera de que les notifiquen sobre el lugar donde se desarrollaría.
“Desde el pasado mes de agosto del 2022, la CVC presentó las posibles alternativas para subsanar la situación que se presenta eventualmente en el río Aguacatal, que afecta al río Cali, entre ellas el tratamiento de drenajes ácidos de minas de carbón, así como acciones de mitigación para el pasivo ambiental minero, en este caso, el cierre de las bocaminas ubicadas en el sector”, dijo la entidad ambiental.
Agregó que también se solicitó “evaluar la construcción del colector paralelo al río Aguacatal y la adquisición de un lote para la PTAR Montebello (Las Palmas y Golondrinas). Sin embargo, a la fecha la CVC no ha recibido de la Alcaldía de Cali la información en relación con el lote para la construcción de la PTAR Montebello, donde la Corporación entraría apoyar en su diseño y construcción”.
El objetivo de la Ptar en Montebello es eliminar los elementos contaminantes de las aguas de los desagües, antes de su descarga en el río Cali.
Estado del afluente
Según el Grupo de Recurso Hídrico del Dagma, el río Cali tiene dos situaciones críticas, una de ellas es el vertimiento de drenajes ácidos de minas de carbón, que se origina entre los corregimientos de Golondrinas y Montebello.
Pese a que las actividades de minas ilegales en el sector se encuentran suspendidas desde hace aproximadamente 20 años y que a la fecha no existe explotación, aún permanecen pasivos ambientales a raíz de dicha actividad.
La otra situación crítica se presenta con la descarga de aguas residuales, que a través de la quebrada El Chocho llegan al río Cali. Las mismas se originan desde los corregimientos de Golondrinas, Montebello y de la vereda Las Palmas del corregimiento La Castilla, y según la entidad, estas no cuentan con ningún tratamiento.
Frente a este panorama, el concejal Juan Martín Bravo, expresó que debido al crecimiento y expansión poblacional que ha tenido la ciudad en los últimos años, la Administración Distrital se está demorando en construir las plantas de tratamiento.
“Debido a la cantidad de personas que habitan en el corregimiento de Montebello, este sector ya debería contar con una Ptar, pero lo que vemos es que el tema de la contaminación persiste y mientras no se desarrolle estos procesos, el panorama no va a cambiar”, dijo el cabildante.
Agregó que si las demoras se han dado por falta de recursos económicos, se debe estudiar la posibilidad de tercerizar el proyecto de la Ptar, para que así un privado se encargue de su construcción. “No podemos seguir permitiendo que se contamine el líquido preciado como el afluente del río Cali y otros de la ciudad que los estamos convirtiendo en unos caños”.
Otras medidas
La CVC también informó que el próximo mes de julio empezaría a operar en el corregimiento de Golondrinas un tratamiento de los Drenajes Ácidos de Minas de Carbón - DAMC, originado por viejas minas ya no explotadas que se ubican en el área de influencia de la quebrada El Chocho.
“Se trata de una alternativa que será implementada mediante un convenio suscrito con la Universidad del Valle, donde se emplearán sustratos alcalinos dispersos con caliza y óxido de magnesio a escala industrial, con la ayuda de elementos como reactores, clarificadores y lechos de filtración, que empezará a operar en el mes de julio de 2023 para mejorar la calidad del agua de la quebrada”, dijo Adriana Ramírez, directora (e) de la Regional Suroccidente de la CVC.
De igual manera, el Dagma agregó que también realizan un monitoreo constante a través del Laboratorio Ambiental con miras a revisar la calidad del agua de los ríos, además de actividades de inspección, vigilancia y control-IVC con el objetivo de minimizar el riesgo en zonas vulnerables y cercanas a los ríos.
“Siempre estamos atentos a las quejas y sugerencias que hace la comunidad, en cuanto a vertimientos que puedan llegar a los ríos. Asimismo, trabajamos en equipo con Emcali para disminuir las conexiones erradas que pueden afectar la calidad de los afluentes. Y en el marco del Plan de Saneamiento y Manejo de Vertimientos (PSMV), hacemos seguimiento a las obras de descontaminación, que permiten reducir la carga contaminante y mejorar la calidad de estos ríos”, precisó Ceballos Millán.
De acuerdo con el Dagma, el Índice de Calidad de Agua del río Cali es ‘aceptable’, en gran parte de su trayecto. Por lo que, no existe riesgo para la vida acuática.