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Hospital Universitario del Valle | Foto: Especial para El País

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Isabel, la joven médica que murió en el hospital donde salvaba vidas

La médica perdió la vida en la cafetería del HUV, luego que una estudiante de enfermería le cayera encima.

16 de junio de 2017 Por: Jamir Mina / Reportero de El País 

Para muchos, la muerte de la médica Isabel Muñoz fue una cuestión de tiempo: minutos para retardar la reunión donde se encontraban todos los residentes de Medicina Interna del HUV a las 8:45 a.m., segundos para evitar tomar esa silla en la cafetería y milésimas para esquivar el cuerpo que cayó de un séptimo piso y acabó con su vida a las 8:55 a.m. de este jueves.

La historia es de no creer. La fatídica mañana de este jueves, Isabel, de aproximadamente 25 años, estuvo reunida desde las 7:00 a.m. con sus superiores y compañeros, dinámica diaria en sus últimos dos años de vida, luego salió a comer algo sin saber que alguien caería sobre su humanidad desde la altura.

“Esto es una tragedia por donde se mire. La doctora murió por traumas craneoencefálicos severos y una exposición cefálica”, dice el director del HUV, Juan Carlos Corrales, visiblemente conmovido por este hecho.

Ese era el semblante que predominaba en los pasillos del centro asistencial; nadie salía del asombro y la tristeza golpeaba más fuerte que en días anteriores.

Muchos señalaban que la alegría se había ido con la médica. “Ella era muy profesional y siempre estaba de buen humor, a muchos pacientes les gustaba que Isabel los atendiera por su delicada forma de ser”, comenta la doctora Lorena Matta, jefe de residentes de Medicina Interna del Evaristo García.

Precisamente, ella fue la encargada de guiar la reunión que terminó a las 8:45 a.m. “Minutos antes hablamos y cuadramos una serie de actividades, luego los muchachos salieron a comer algo y muy poco tiempo después me informaron del fatídico accidente”, complementa.

Las cámaras de seguridad dan fe de esa versión. En ellas se observa cómo mientras los residentes salían de la reunión, la joven María Isabel González, de 21 años, estudiante de cuarto semestre de enfermería, subía hasta el séptimo piso, donde se sentó sobre el barandal y posteriormente cayó.

Segundos antes, la médica residente había ocupado la silla de la cafetería junto con dos de sus compañeras. En ese sitio no alcanzó a ordenar nada para comer.

Sobre los hechos que propiciaron esta situación aún no hay nada claro. Extraoficialmente, algunos miembros del HUV atribuyen la caída de la estudiante de enfermería a un intento de suicidio. Otros argumentan que se podría tratar de un accidente.

Lo cierto es que este suceso parece irreal. “La probabilidad de que una persona se arroje desde esa distancia y caiga sobre otra es de mil a uno”, expresa uno de los trabajadores operativos del HUV.

La estudiante de enfermería sobrevivió a la caída. La joven presenta “traumatismos y múltiples fracturas, pero su estado de salud es estable”, según el director de ese centro asistencial.

“Tengo muchas cosas para rescatar de la doctora; entre ellas, su sencillez. Recuerdo que cuando me veía corría a abrazarme y empezaba a gritar: ¡hoy ella trabaja conmigo, ella es mía!. Sin lugar a dudas, transmitía mucha alegría”, recuerda, entre lágrimas, Patricia Gil, enfermera del HUV.

Y eso es lo que precisamente reposa en sus redes sociales, mensajes positivos e imágenes coloridas. Aunque su último escrito en Facebook estuvo dedicado a su perro, fallecido el pasado miércoles.
“A partir de hoy me cuidas desde el cielo... eres ahora un angelito mi brunito”, escribió la doctora con un collage de fotografías abrazando al canino de raza Pug.

Igualmente, el 1 de junio publicó: “Empieza la cuenta regresiva... a 30 días de vacaciones”, mensaje acompañado de una colorida imagen donde invita a sus amigos a poner de moda la felicidad.

En cuanto a su trabajo, Carlos Varela, médico internista del HUV y profesor de la doctora Muñoz, la describe “como una persona muy respetuosa de la profesión. Se destacó académicamente con unas notas brillantes”.

Y añade que para llegar a ser residente, la médica pasó un proceso de difícil selección. “Estaba en su segundo año de especialización y le faltaba uno para terminar. Siempre fue muy destacada en esta disciplina desde que se graduó de su pregrado en Medicina, pasando por su año rural, hasta su estadía como residente”.

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