Cali
El País Denuncia: Riesgo en la avenida Pasoancho en Cali; hojas de palmas sobre cables preocupan a la comunidad
La falta de mantenimiento a las palmas ha obligado a la comunidad a actuar, mientras se desconoce quién responde por los cables y la poda de los árboles.
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2 de sept de 2025, 05:37 p. m.
Actualizado el 4 de sept de 2025, 03:42 p. m.
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Desde hace varios años, quienes transitan y residen en la avenida Pasoancho con carrera 83, en el sur de Cali, han observado cómo hojas de las palmas caen y se acumulan sobre unas cuerdas que, aparentemente, son eléctricas.
La zona, rodeada de vegetación y con alto flujo de peatones, vehículos y ciclistas, ha despertado la preocupación de la comunidad, que teme posibles colapsos, accidentes y apagones.
El País Denuncia, cuyo objetivo es visibilizar las quejas de la ciudadanía y buscar posibles soluciones, acudió al lugar para constatar la situación. Allí pudo comprobar que las hojas de gran tamaño reposan sobre las cuerdas, algunas de ellas cayendo constantemente sobre la ciclovía.

Comerciantes, vendedores y residentes expresaron la inquietud que les genera esta situación, la cual consideran no solo un riesgo latente para la seguridad, sino también un problema que puede afectar la continuidad de los servicios básicos y la actividad económica del sector.
¿Qué se conoce sobre el caso?
Según los testimonios recogidos, hace más de dos años y medio que no se realiza ningún mantenimiento en las palmas del sector. Ante esta situación, tanto vendedores como vecinos han debido actuar por su cuenta para prevenir incidentes, ante la falta de intervención de las autoridades.
Alexander Terán, vendedor ambulante que lleva casi cinco años trabajando en la zona, relató cómo la falta de mantenimiento ha obligado a los mismos vecinos a intervenir de forma improvisada.
“Hace aproximadamente dos años y medio que no vienen a podar estas palmas. Las hojas caen encima de los carros y de las personas que transitan en motos o bicicletas. Yo mismo me preocupo por colocarlas a un lado de la carretera, para evitar que alguien se lastime. La situación se vuelve más complicada cuando llueve o hace viento, porque las hojas se sueltan y podrían golpear a alguien o dañar un vehículo. Por eso, aunque los vecinos también ayudan, la responsabilidad real debería ser de las autoridades”, explicó Terán.
Jonathan Oviedo, vecino del sector desde hace más de seis años y comerciante informal, coincidió en que la acumulación de hojas secas representa un riesgo constante y que la falta de intervención genera incertidumbre sobre posibles accidentes.
“Aunque los árboles no son malos ni debemos dañarlos, las hojas secas que caen podrían causar problemas graves, especialmente sobre el cableado eléctrico. Nosotros, los vecinos, nos preocupamos por organizar y vigilar que las hojas no caigan donde puedan causar daño, pero sabemos que esto no reemplaza el trabajo de quienes deberían encargarse del mantenimiento. Es un riesgo que no podemos dejar pasar, sobre todo por los transeúntes y las familias que viven cerca”, comentó Oviedo.
Los comerciantes formales del sector no son ajenos al hecho. Andrés Díaz es propietario de una peluquería y por igual destacó que la situación también afecta directamente a los negocios y al empleo local.
“Si ocurre un apagón o daño eléctrico, podríamos quedarnos sin energía varios días, afectando a más de ocho personas que trabajan aquí y dependen de este servicio. Un corte prolongado de energía no solo interrumpe nuestra actividad, sino que también podría afectar a las familias que dependen de estos ingresos. Por eso pedimos que se haga un mantenimiento integral y constante, no solo una intervención puntual”, afirmó Díaz, quien agregó que la preocupación se extiende a todos los comercios de la zona.
Todos los entrevistados coincidieron en la necesidad de que las autoridades intervengan para prevenir accidentes y garantizar la seguridad del sector.
Alexander Terán propuso retirar las hojas y podar los árboles de manera periódica; Jonathan Oviedo recalcó que el mantenimiento debe ser constante para evitar problemas mayores, mientras que Andrés Díaz hizo hincapié en la protección de los comercios y la continuidad del servicio eléctrico.
Aunque la urgencia es compartida, la comunidad señala que desconoce qué entidad es responsable de las cuerdas eléctricas y del mantenimiento de las palmas, lo que dificulta que se tomen medidas inmediatas y efectivas.
Incógnita sobre la autoridad competente
Ante el desconocimiento sobre la entidad encargada para solucionar esta situación, El País consultó a dos fuentes principales: EMCALI, por su relación con el cableado eléctrico, y el DAGMA, por su compromiso con la protección de los recursos naturales de la ciudad.
En primer lugar, Emcali explicó que el procedimiento de intervención consistiría en realizar el despeje arbóreo y sustituir las redes por cable ecológico, resistente al agua, a la vegetación y al paso de animales, como parte de un plan que viene desarrollando desde mayo.
Sin embargo, la empresa indicó que estas líneas no le pertenecen, por lo que probablemente forman parte de otras entidades operadoras de servicios. De hecho, aseguraron que serían más de 20 cableoperadores que podrían ser propietarios de esas líneas de cableado.
Ante esta situación, se consultó al DAGMA para conocer si, desde el área ambiental, podían intervenir en la caída de hojas, la poda frecuente o el mantenimiento de los árboles. Desde la entidad respondieron que tampoco les corresponde actuar en este caso, y reiteraron que, según sus registros, las cuerdas sí pertenecerían a Emcali.
De esta manera, la comunidad continúa sin claridad sobre a quién corresponde la intervención, y El País mantendrá la investigación abierta para ofrecer una solución efectiva que garantice la seguridad de vecinos, comerciantes y transeúntes del sector.
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