El País Denuncia: exceso de ruido tiene agobiados a habitantes del barrio La Flora; hay queja de un local comercial

El País Denuncia continúa llegando a todos los rincones de Cali, con el objetivo de brindar a la ciudadanía un acompañamiento directo para que reporten los problemas que enfrentan en sus barrios.

Esta iniciativa busca convertirse en una herramienta útil, práctica y confiable tanto para los lectores como para las autoridades responsables de dar solución a las situaciones que afectan la calidad de vida en los distintos sectores de Cali y del Valle del Cauca.

En esta ocasión, fueron los residentes del barrio La Flora, entre las calles 43 y 44 con avenida 4 y 5 Norte, quienes pidieron a través de este canal que las autoridades municipales de Cali presten atención a una serie de denuncias que estos han instaurado desde hace un año contra el ruido excesivo provocado por el establecimiento comercial Plazza 44, específicamente ubicado en la calle 44 Norte 4N-31.

Según explican los vecinos, este lugar fue concebido inicialmente como una plazoleta de comidas, pero desde hace un tiempo también funciona como discoteca, lo cual ha encendido las alarmas de la comunidad, que se pregunta si Plazza 44 cuenta con los permisos necesarios para operar con doble actividad, especialmente en un sector residencial como este.

La preocupación central gira en torno al impacto del ruido en las viviendas cercanas, pues los residentes aseguran que el sonido es tan fuerte que traspasa paredes y ventanas, afectando su descanso, el de sus familias y el de personas vulnerables que viven en esta zona, incluyendo hoteles y hogares geriátricos que colindan con el establecimiento.

“El sitio tiene una estructura metálica y un techo retráctil que amplifica el sonido, cada vez que tocan orquestas o se presentan cantantes, es como si tuviéramos una fiesta en la sala de nuestras casas”, aseguró uno de los denunciantes.

Por su parte, una vecina cuyo apartamento también queda ubicado en frente de la parte trasera del local, manifestó que además de verse afectada por el ruido estridente del sitio, los olores por los diferentes puestos de comidas que quedan dentro de la plazoleta se propagan con facilidad dentro de sus apartamentos, convirtiéndose en otra molestia.

Antecedentes del caso

Según las versiones recogidas por El País, esta problemática se remonta a hace dos años y medio, cuando empezó la construcción del lugar, pues desde ese momento el ruido de las obras ya era motivo de quejas.

La comunidad asegura que la actividad comenzaba desde las 7:00 a. m. y se prolongaba hasta las 5:00 p. m., con maquinaria pesada y trabajos constantes. “Ese predio antes era una casa abandonada, luego la vendieron, y durante su construcción era como si tuviéramos un taller de metálica al lado, desde la mañana hasta la tarde, durante un año y medio que tardó la terminación del proyecto”, explicó otro de los residentes afectados.

Pese a la finalización de las obras, la situación no mejoró, por el contrario, los vecinos indican que ahora deben lidiar con música en vivo, orquestas, presentaciones de artistas y celebraciones, que suelen extenderse en las noches de viernes a domingo. “No hay aislamiento acústico, ni medidas de mitigación. El sonido se escapa por todos lados”, comentaron.

A esta problemática del ruido, se suma una característica más, y es que los residentes del edificio Guadalupe, el cual se ubica en la zona trasera de Plazza 44, aseguran que previo a la construcción, nadie les informó que les taparían la vista y adicional a eso, que la estructura quedaría totalmente pegada a la del edificio, acción por la que hoy en día también presentan problemas de humedad.

¿Qué dicen las autoridades sobre el caso?

Con el objetivo de esclarecer las denuncias presentadas por los residentes del barrio La Flora y buscar posibles soluciones a esta problemática, El País consultó a las autoridades competentes y a los representantes del establecimiento comercial. Esto fue lo que respondieron:

El Departamento Administrativo de Planeación Municipal entregó información clave sobre la situación del establecimiento Plazza 44. Según este despacho, tras revisar los antecedentes del predio ubicado en la Calle 44 Norte #4N-31, se identificó que allí se otorgó una licencia de construcción con radicado 760011300388 del 18 de junio de 2020.

Dicho permiso, expedido por un curador urbano, autorizaba la “ampliación de una vivienda unifamiliar con uso complementario de comercio en primer piso”.

Es decir, el proyecto fue aprobado inicialmente como una vivienda con un componente comercial limitado a la primera planta, no como un establecimiento de entretenimiento nocturno o discoteca, como lo ha denunciado la comunidad.

El documento también señala que cualquier modificación en el uso del suelo o de la actividad económica del inmueble que no esté contemplada en la licencia aprobada debe ser objeto de revisión por parte de las autoridades competentes, por lo que, de comprobarse una desviación del uso autorizado, se podrían aplicar medidas correctivas.

Por su parte, el DAGMA llegó al establecimiento el jueves 31 de julio para reunirse con los administradores del lugar y acordar acciones que permitan mitigar los impactos del ruido en la zona. Durante el encuentro, los funcionarios recordaron que toda actividad en vivo como mariachis, orquestas o presentaciones musicales debe contar con el permiso de artes escénicas, dado que este tipo de eventos puede alterar la tranquilidad del entorno.

Diego Benavides, subdirector del DAGMA, recordó que el establecimiento ya había sido visitado a finales de 2024, cuando se atendieron denuncias similares. “En su momento no estaban incumpliendo con los niveles permitidos para el sector. Aunque la comunidad se sentía afectada, no pudimos identificar un impacto ambiental”, señaló.

En esa ocasión se levantó un acta, se hicieron recomendaciones y se exigió a los propietarios asistir a una capacitación ambiental. Desde entonces, el sitio ha estado bajo seguimiento permanente.

“El principio de la gestión ambiental es la prevención, más que el proceso sancionatorio. Estamos aquí para acompañar de forma pedagógica, pero también para garantizar que la comunidad pueda vivir en tranquilidad”, añadió Benavides.

En medio de esta visita, nuevamente se firmó un acta entre el DAGMA y la administración del local, en pro de generar un beneficio para la comunidad. En ella se formalizó un acuerdo de compromisos que permitirá a los comerciantes seguir operando, pero bajo el cumplimiento estricto de las normas ambientales.

En cuanto al establecimiento Plazza 44, su administrador, Carlos González, aseguró que están dispuestos a cumplir con las orientaciones y compromisos establecidos por el DAGMA en la visita del 31 de julio. “Nos están haciendo una visita preventiva donde nos queremos regir a la norma y seguir todo el proceso”, afirmó.

Frente a los antecedentes del caso, explicó que el establecimiento ya había sido visitado por el DAGMA el 17 de diciembre de 2024, en una época donde se generaba un ambiente más festivo por las celebraciones de feria. “El llamado nos lo hicieron porque estábamos generando un poquito de sonido por temas de cantantes dentro del establecimiento”, reconoció.

Sin embargo, aclaró que actualmente el lugar cuenta con sonido ambiental y que no funciona como discoteca: “Tenemos un sonido de marca Sonos, donde lo que él genera es ambiental, aquí los establecimientos son de comida, y lo que generamos es ese sonido ambiente”.

En cuanto a las declaraciones del Departamento de Planeación Municipal sobre el uso del suelo, el administrador señaló: “En ningún momento nosotros hemos estado por fuera de los permisos. Tenemos desde el permiso de bomberos, los permisos de medios audiovisuales y en el tema ambiental también contamos con los registros en el sistema Sayco y Acinpro”.

De esta forma, tanto las autoridades ambientales como los administradores de Plazza 44 coincidieron en la importancia de mantener el equilibrio entre el desarrollo de la actividad comercial y el respeto por el bienestar de la comunidad. Mientras el DAGMA reforzó sus recomendaciones, sobre el manejo del ruido, el establecimiento expresó su disposición a cumplir con los lineamientos exigidos. De momento, así se cerró el caso.

Lo invitamos a enviar sus denuncias a nuestro canal de WhatsApp 311 629 9843, junto con la información del caso y material fotográfico para que El País aborde su problemática local.