Cali

“El corazón del vallecaucano se ha vuelto más sensible”: Padre Joaquín Gómez invita a participar en la ‘Ayudatón’ en Cali

El padre Joaquín Alberto Gómez, director del Banco de Alimentos de Cali, hace un llamado para que siga el apoyo a esta obra, que atiende poblaciones vulnerables en la región. Hoy se realiza la Ayudatón en Cali

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Banco de Alimentos de Cali. Fotos Raúl Palacios / El País.
El padre Joaquín Alberto Gómez llegó al Banco de Alimentos de Cali después de la pandemia. La entidad atiende a poblaciones vulnerables del Valle y el Cauca, a la vez que acompaña a otras diócesis de la región. | Foto: Raúl Palacios

29 de nov de 2025, 02:22 p. m.

Actualizado el 29 de nov de 2025, 02:22 p. m.

Detrás del hombre que parece malhumorado porque habla fuerte, expone con vehemencia sus ideas o es capaz de dar órdenes con firmeza para que no se pierda tiempo a la hora de ayudar a quien lo necesite, está el ser humano que nunca dudó, aún siendo un niño, que su vida estaría consagrada a Dios y a los demás.

El padre Joaquín Alberto Gómez, párroco de la iglesia Cristo Resucitado, del barrio La Flora, y el más caleño de los caleños, aunque nació hace 48 años en Fredonia, Antioquia, es quien lleva hoy las riendas del Banco de Alimentos de la capital del Valle.

Para él, tener la oportunidad de continuar la obra que inició hace un cuarto de siglo el inmolado monseñor Isaías Duarte Cancino, quien fue su mentor cuando llegó a Cali a seguir sus estudios como seminarista, lo llena de orgullo.

Almuerzo para celebrar los 25 años del Banco de Alimentos de Cali. El evento contó con la presencia del arzobispo de Cali Luis Fernando Rodríguez Velasco, el director del banco Joaquín Alberto Gómez el obispo de Buenaventura monseñor Rubén Darío Jaramillo así como de empresarios, beneficiarios y donantes de la institución . Fotos Bernardo Peña
El padre Joaquín Alberto Gómez lidera la Ayudatón 2025 en Cali, una jornada que busca recaudar fondos y alimentos para las comunidades más vulnerables del suroccidente del país. | Foto: Bernardo Peña

Por eso mismo, encara con mayor decisión la responsabilidad de mantener vivo ese legado, que permite brindar algún alivio -a través de un plato de comida, de un kit de aseo o muchas veces con una sencilla palabra de aliento- a la población más vulnerable.

Este sábado, el padre Joaquín Alberto está al frente de la tercera versión de la Ayudatón, el evento que cada año convoca a la solidaridad ciudadana, a través de donaciones en efectivo o de raciones de alimentos que le permitan al Banco Arquidiocesano continuar con su labor.

Esta vez ha querido que a la iniciativa se unan todas las diócesis del suroccidente del país, desde el Valle hasta Nariño, pasando por Cauca y Putumayo, para que el buen corazón llegue a quienes más lo necesitan en la región.

Bajo el lema ‘El hambre genera violencia. Tu solidaridad genera la paz’, en la Ayudatón, que se transmite hoy en directo por el canal regional Telepacífico, la meta es recaudar al menos $ 700 millones en efectivo y recoger un millón de raciones de comida. Además de un llamado a la generosidad en esta fecha, desde el Banco de Alimentos de Cali el sacerdote eleva la voz para que la solidaridad con quienes más lo necesitan se mantenga durante los 365 días del año.

Padre, ¿cómo pueden los caleños, los vallecaucanos y los colombianos aportar a esta obra, que ya cumple 25 años?

Es la primera vez que se integran las diócesis del suroccidente colombiano, desde Cartago, en el Valle del Cauca, hasta Mocoa, en el Putumayo.

Durante la transmisión de la Ayudatón saldrá la información de cada una, con su escudo, su dirección y su cuenta bancaria, para que la gente pueda donar en especie o en efectivo en cada una de estas diócesis y lo que se recaude lo recibirá cada una.

Es empezar esa caridad en toda esta región del país y decir que Cali, que es la capital de todo el Suroccidente, cobija a todas las diócesis.

Hoy, con la ayuda del Todopoderoso, son $ 700 millones en efectivo y 1 millón de raciones de comida, que equivalen a 600 o 700 toneladas de alimentos, las que esperamos recaudar en esta Ayudatón, de la cual yo me siento muy orgulloso.

Este es el evento de solidaridad más grande que en este momento tiene el suroccidente del país y uno de los más grandes de Colombia. Me siento feliz porque ha ido creciendo lentamente, y el corazón del vallecaucano, el corazón de todos los habitantes del Suroccidente, ha empezado a volverse más sensible.

Ver a un niño sufriendo es fatal. ¿Cómo no nos va a doler un niño pasando hambre? ¿Cómo no nos va a doler a un abuelito que tiran en la calle? Cuando yo ayudo al otro, cuando yo hago que la otra persona salga adelante, estoy ayudando a Dios. Eso es bendición. Y dice la palabra: “Hay más alegría en dar que en recibir”.

Cuéntenos en concreto cuáles son las labores que adelanta hoy el Banco de Alimentos y a dónde está llegando...

Nosotros hoy estamos apoyando a casi 400.000 personas a través de 450 fundaciones, y también a 18 Bancos de Alimentos de otras ciudades. El año pasado, por ejemplo, fuimos al Chocó, luego de las inundaciones, y repartimos 4000 kits de aseo, 4000 paquetes alimenticios y 4000 snacks. Eso fue una cosa impresionante.

Los colaboradores del Banco de Alimentos entregaron los kits a los internos de la cárcel Villa Hermosa.
Además de la ayuda que canaliza a través de 450 fundaciones, el Banco de Alimentos de Cali realiza labor social en cárceles y hospitales y llega a aquellos lugares del país que sufren alguna tragedia natural o donde la población tiene más necesidades | Foto: José Luis Guzmán. El País

Por ejemplo, hoy me llamaron de Palmira, donde hay unas zonas con problemas de alimentación y vino el director para llevar productos a esa ciudad.

Lo que hacemos es atender nuestra población y luego poner nuestra mirada en quienes lo necesitan. Pero son muchas, muchas, las obras que el Banco de Alimentos hace. Hace poco estuvimos en la cárcel de Villahermosa repartiendo 4000 kits de aseo, vamos a hospitales como el Universitario del Valle y en los próximos días estaremos en el Isaías Duarte Cancino, para llevar un poco de alegría, sobre todo para decirles a las personas que no están solas.

En estos días me preguntaba: ¿A ti qué te hace sensible? A ti te hace sensible el dolor del otro cuando tienes la presencia de Jesús en tu vida. Es que Jesús es humanidad y Jesús hace que se levante el espíritu para acoger al otro, ayudarlo y brindarle amor y cariño.

En la Ayudatón del año pasado le hicieron un una donación muy importante al Banco de Alimentos, una granja en el norte del Cauca. ¿Cómo avanza ese proyecto?

Fue donación-compra, pues compramos los pasivos que tenía la propiedad. En este año se ha venido organizando, tenemos siete trabajadores y el objetivo es empezar en enero próximo con 100 cerdos, 7000 gallinas y pollos. Estamos haciendo que esa granja integral, que lleva el nombre de este gran ser humano que fue monseñor Isaías Duarte Cancino, empiece a producir frutos.

Allá tenemos 90 muchachos que están estudiando diferentes cursos del Sena, porque el objetivo a futuro es que eso se convierta en un instituto superior de educación, que podamos tener muchos jóvenes de los alrededores y convertirlo en un centro de paz, amor y esperanza.

El Banco de Alimentos de Cali necesita donaciones con urgencia y llevará a cabo la versión 2024 de la ayudatón para recaudar alimentos y dinero.
El Banco de Alimentos de Cali atiende a cerca de 400.000 personas a través de 450 fundaciones aliadas y proyectos humanitarios en todo el suroccidente colombiano. | Foto: Bernardo Peña/El País

¿Cuál es el legado de esa semilla que sembró monseñor Duarte Cancino en Cali y en el Valle?

Yo a él lo he admirado mucho porque fue un hombre muy social, muy neutral y si tenía que llamarle la atención al Ejército, a la guerrilla, al paramilitarismo, él lo hacía. Era un papá regañón, pero era un papá, y tenía un carácter muy fuerte, como lo debe tener un buen líder. Él fue un hombre que impregnó una vida llena de esperanza y de ilusiones.

Cali, el Valle del Cauca, le deben mucho a monseñor Isaías y creo que no se le ha puesto en el lugar en que debe estar. Nadie da la vida por otros, como lo hizo él. Uno siempre busca los puestos, los privilegios, sobre todo a veces en la Iglesia. ¿Y este hombre qué hizo? Este hombre decidió quedarse aquí, pese a las amenazas contra su vida.

Él decía algo muy grande: “Lo que yo profeso con mis labios, con mi boca, con mi lengua, lo testifico con la vida”. Y añadía: “Yo tengo que cuidar, yo no puedo permitir que otras personas mueran por mi culpa”. Incluso lo llamaron de la Santa Sede para que se fuera a estar allá y él dijo: “No, yo no me voy, yo me quedo aquí”.

Monseñor Duarte Cancino habría podido ser cardenal, una eminencia, pero prefirió morir en su ley. Él no gustó mucho, a veces ni en su propio entorno eclesial, ni tampoco a la gente, porque cuando usted obra con honestidad, con verdad, defendiendo principios, usted nunca va a ser amado, nunca va a ser querido: Atentamente, Jesús de Nazaret.

Padre, quienes hemos tenido el privilegio de conocer la labor del Banco de Alimentos sabemos que hay muchas necesidades. ¿Qué puede hacer la gente para apoyar realmente al Banco?

El Banco necesita frutas y verduras, abarrotes, carne, todas esas cosas. Pero hay otras tres cosas que yo quisiera recibir y que nos ayudarían mucho.

Una: terminada la Ayudatón, se abre una campaña que va a durar todo el año entrante y es ‘Apadrina un niño, apadrina un abuelo, con un día de tu salario al mes’. Quien se una puede consignar ese dinero o autorizar que se lo debiten de su cuenta. Si no le alcanza para donar un día, puede dar 20 o 30 mil pesos. Si eso hicieran los caleños, sería una cosa espectacular, porque no pasaríamos las afugias que hoy tenemos.

En el Banco hay 105 colaboradores y yo tengo que levantarme, a como dé lugar, entre $ 500 y $ 600 millones para la operación cada mes. Eso es complicado, pero esto lo sostiene Dios, porque existe la divina providencia.

Otra: todos los caleños hacen mercado, y si en cada almacén, centro comercial o en las unidades residenciales nos permitieran poner un ‘tibungo’ para que usted no solamente compre lo suyo, sino que compre algo para el más pobre –una libra de arroz, de fríjol, etc.-, y lo deposité ahí, eso va a ser bendición para usted.

Y tercero: pase al menos una vez por el Banco de Alimentos y deje un mercado. Esto es para los pobres, y recibir esa ayuda es una bendición muy grande.

El niño que daba misa a los 8 años

“Yo soy de Fredonia, Antioquia. Desde los 8 años ya celebraba misa con mis hermanitos –es el mayor de cuatro hermanos-. Me ponía una sábana, mi mamá me hacía tajadas de papa, que eran las hostias, y el vino era aguapanela. Esa misa no se terminaba porque mis hermanos, desesperados, se comían antes las papas.

Me fui a los 11 años al seminario menor. Allá llegamos 80 muchachos y solo estoy yo de sacerdote, fui el único que perseveró, no por ser el mejor, sino porque fui el que Dios quiso.

Mi madre murió cuando yo tenía 13 años, entonces me retiré para ayudar a mi papá con mis hermanitos. Pero cuando Dios lo llama a uno, él no lo deja tranquilo. Me fui a una comunidad franciscana y estuve con ellos tres años. Sin embargo un día le dije al Señor: ‘yo ya no lo quiero seguir más’. Salí, apliqué para un puesto de supervisor en el Éxito y, cuando estaba listo para entrar me llamó una religiosa y me dijo: ‘Joaquín, necesito que me ayude en un centro de jóvenes de Bienestar Familiar’. Era en Pereira, en una de las granjas infantiles Jesús de la Buena Esperanza, y me encontré con que tenía que trabajar con 30 muchachos de los 13 a los 18 años de edad, que habían sido maltratados. Yo dije: ‘que se haga lo que Dios quiera’.

Lanzamiento de la "Ayudatón"  2025 del banco de alimentos de Cali, su director el padre Joaquín Alberto Gómez y la directora del país Vicky Perea invitaron a los caleños a participar durante el mes de noviembre con sus ayudas en dinero y en especie para alcanzar la meta de 700 millones de pesos y 1,000,000 de raciones de comida.
Desde los ocho años, el padre Joaquín Alberto Gómez celebraba misa en su casa con sus hermanos, un gesto temprano de la vocación que hoy lo convierte en uno de los líderes sociales más comprometidos del Valle. | Foto: Bernardo Peña

Estando allá, un sacerdote me dijo: ‘hay posibilidad de conectarlo con la Arquidiócesis de Cali, con monseñor Isaías Duarte Cancino. Hable con él, a ver si lo recibe’. Yo tenía 20 años, así llegué a Cali.

La primera parroquia en la que estuve fue en la del barrio Alirio Mora Beltrán y me recibieron con un tiroteo. Nos tocó tirarnos al piso. Me iban a cambiar de parroquia a una de Salomia, pero yo dije: ‘aquí me quedo. Dios me trajo para acá y aquí seguiré con la ayuda de Él’. Luego, monseñor Isaías me envió al Seminario Nacional Cristo Sacerdote a hacer la filosofía. Ahí es cuando lo asesinan, fue muy duro.

Me ordené sacerdote en el 2009. Después de la pandemia me piden reemplazar en el Banco de Alimentos al padre De la Vega, quien estuvo durante diez años. A mí me dio mucho susto, porque él ha sido un sacerdote muy líder, y yo no había demostrado el liderazgo mío para eso. Entonces me puse a orar. Yo decía: ‘Señor, yo no voy a ser capaz, esto es muy grande y yo soy muy chiquito’. Y él me habló, así lo sentí. Me dijo: ‘Hijo de mi corazón, esa obra no es tuya, esa obra es mía, y yo siempre te voy a acompañar’. Desde allí no me ha dado miedo estar aquí en el Banco.

¿Qué si me siento caleño? Ave María, amo al Valle y a Cali. Mire, a mí me preguntan: ‘¿Usted, dónde nació?’, y yo digo: ‘yo soy antioqueño, pero mi corazón es caleño’, porque amo esta región y me duele lo que le pasa. Esta región para mí significa demasiado. Me hice sacerdote aquí, todo mi perfil profesional, mis estudios, todo lo que soy, se lo debo a esta bella ciudad.

Cali, la sucursal del cielo’, esa frase hay que tenerla clara: hay que luchar mucho para que Cali no se convierta en la sucursal de la violencia.

Directora de El País, estudió comunicación social y periodismo en la Pontificia Universidad Javeriana. Está vinculada al diario EL País desde 1992 primero como periodista política, luego como editora internacional y durante cerca de 20 años como editora de Opinión. Desde agosto de 2023 es la directora de El País.

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