Concejales cuestionan que Alejandro Eder defina por decreto el presupuesto de 2026

La decisión de que el presupuesto de Cali para el año 2026 sea expedido por decreto por el alcalde Alejandro Eder, debido a la falta de quórum en la última plenaria de noviembre en el Concejo de Cali, generó fuertes reacciones entre varios concejales que advirtieron sobre los efectos institucionales y sociales de este escenario.

La concejala María del Carmen Londoño cuestionó que la ausencia de 14 concejales dejara sin votación un presupuesto ya debatido en comisión. Afirmó que se pierde un mes de trabajo técnico que había priorizado sectores sociales como educación, vivienda y bienestar.

Según explicó, al asumir el alcalde la facultad de expedir el presupuesto, también tendrá la potestad de modificar, recortar o adicionar recursos sin el consenso habitual que se construye en el Concejo. “Es muy delicado”, dijo, al insistir en que esta situación se produce en medio de presuntas presiones del mandatario hacia algunos cabildantes.

Londoño sostuvo que lo ocurrido deja al alcalde con un margen decisorio total sobre el presupuesto y advirtió que la falta de elección del contralor abre la puerta a que el mandatario designe un contralor encargado, como lo permite la norma, mientras se reinicia todo el proceso. Según ella, este nuevo concurso podría tardar meses y hasta un año, tiempo durante el cual, afirma, no habría un control fiscal independiente sobre la administración.

Por su parte, la concejala saliente, Ana Erazo, señaló que lo sucedido “no tiene precedentes” en la ciudad. Afirmó que el hecho de que el presupuesto no se tramite mediante acuerdo rompe con la tradición de diálogo entre concejales y Alcaldía, y deja a Cali sin un debate público para definir las prioridades del próximo año.

“Cuando el presupuesto se define sin acuerdo, la ciudad solo conocerá qué decidió el alcalde cuando se publique el decreto”, afirmó. Para Erazo, este escenario evidencia la crisis institucional de una corporación que no pudo ejercer sus funciones.

El concejal Roberto Ortiz, durante su intervención, lamentó que la falta de quórum afectara no solo el presupuesto, sino también las vigencias futuras necesarias para programas como alimentación escolar, comedores comunitarios y atención de población vulnerable.

Ortiz calificó la situación como “vergonzante” frente a la ciudadanía y aseguró que lo ocurrido deja dudas sobre posibles interferencias de Alejandro Eder en el proceso.

Las reacciones dan cuenta del impacto político que deja que el alcalde tenga la potestad de la definición final del presupuesto de 2026. El episodio marca un momento crítico para el funcionamiento del Concejo y para la relación entre la corporación y la Alcaldía.