Alerta en los cerros de Cali por acción de pirómanos, tras incendio en la Vía al Mar

Las causas de los incendios en la ladera de Cali están sobrediagnosticadas. Luego de presentarse quemas que consumen grandes dimensiones de tierra empiezan a aparecer casas o plantaciones de cultivos inéditos en el terreno. Siempre, advierten las autoridades, hay mano del hombre detrás del fuego.

Si bien los motivos de la conflagración del pasado fin de semana, cuando durante más de 48 horas se quemaron 140 hectáreas de bosque en el sector de Montañitas, en el corregimiento La Castilla, aún está siendo investigada, las llamas se produjeron en una zona cercana a la que hace una semana también se consumieron 50 hectáreas. Entonces, las autoridades advierten que el fuego iniciado en la ladera en las últimas semanas fue producto de “manos criminales”.

Esta conflagración, de confirmarse que haya sido un acto propiciado por pirómanos, hace recordar el escenario ocurrido el 31 de agosto del año pasado, cuando el fuego consumió 103,4 hectáreas de zonas verdes del cerro de Cristo Rey.

“Los incendios, evidentemente, los producen los humanos. Algunos son de forma culposa, con un sancocho o un cigarrillo que produce pavesa y se quema algo; y de forma dolosa, que son los pirómanos, los que quieren sembrar, los que quieren invadir, los que quieren hacerle daño al vecino o solo para ver pasar el helicóptero de la Policía. La gente sabe quiénes son esas personas que andan con la botella de gasolina, por lo que nuestra propuesta es que la gente denuncie, bien sea en la Alcaldía, con los Bomberos o con nosotros (Secretaría de Gestión del Riesgo) para dar con el paradero de los potenciales pirómanos y los podamos capturar”, advierte el secretario de Gestión del Riesgo de Desastres de Cali, Rodrigo Zamorano.

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Usualmente, estas conflagraciones que tienen como motivo principal invadir terrenos baldíos o grandes propiedades se registran en sectores de la ladera como Altos de Menga, Menga, Las Palmas, Altos de Normandía; así como los ecoparques Tres Cruces - Bataclán, del río Aguacatal y el cerro de La Bandera.

El incendio del pasado fin de semana ha sido el más voraz que se ha registrado en lo que va del presente año en Cali afectando 120 hectáreas de cerro, lo que equivale a 1.200.000 metros cuadros de vegetación, esto es una superficie semejante a 120 veces el tamaño del Estadio Olímpico Pascual Guerrero.

De hecho, en lo que va corrido del presente año los bomberos han atendido en la capital del Valle 102 incendios forestales, de los cuales 73 han sido en zona urbana y 29 en área rural de Cali. Hasta el momento el fuego ha consumido 220 hectáreas en lo que va del 2019.

El País intentó comunicarse con funcionarios de la Secretaría de Seguridad de Cali para consultarles sobre el estado de las investigaciones por quemas en los cerros pero no fue posible ubicarlos.

El tiempo seco llegó para quedarse, advierte Zamorano, quien indicó que por esa misma razón se deben mantener las alertas encendidas en torno a la proliferación de estas conflagraciones, dado que las zonas verdes, por la falta de humedad, son más proclives a ser consumidas por el fuego iniciado intencionalmente.

“Que sigan presentándose incendios durante el tiempo seco dependerá mucho de la sanción social y de la vigilancia nuestra, porque tenemos una capacidad de reacción muy rápida pero con vientos de 15 nudos y ráfagas de 20 nudos un incendio como el de La Castilla hacen que la propagación sea muy rápida. Tenemos varios equipos y personal bomberil muy capacitado, lo que facilita la atención de las emergencias y que logra que solo se consuman 50 hectáreas y no de 500”, afirma el Secretario de Gestión del Riesgo Municipal, quien hizo hincapié en que la denuncia de quienes están detrás de la idea y la materialización de las conflagraciones.

Al respecto, el teniente Rafael Palomino, director de la Academia Nacional de Bomberos, señaló que durante estos meses de sequía es importante evitar hacer las llamadas quemas controladas para evitar que, por las condiciones de baja humedad en el pasto, el combustible utilizado se disemine por una buena porción de terreno y se generen conflagraciones de grandes proporciones.

“Esta es una práctica muy utilizada en las veredas y corregimientos por los campesinos, pero se debe abstener de realizarse en la tarde porque el viento complica el control y ayuda a diseminar las llamas y acrecienta el fuego. Otra cosa es que la gente, por el calor, busca refrescarse y hace paseos de olla, pero no verifica que todo quede apagado; es importante que no queden brasas encendidas porque esto puede generar un incendio de grandes magnitudes. Hoy más que nunca hay que ser precavidos”, apuntó Palomino, quien hizo un llamado a la comunidad para que alerte de las conflagraciones marcando al 119.

Cabe recordar que de acuerdo con los últimos pronósticos de la Administración Nacional Oceánica Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) y del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales, Ideam, el primer trimestre de este año será de altas temperaturas y de humedad baja.

No obstante, pese a que las condiciones están dadas para que se presente un fenómeno de El Niño, las autoridades insisten en que la escasez de lluvias y el intenso calor aún no alcanzan los niveles propios de dicho evento climático.

De acuerdo con la Red de Hidroclimatología de la CVC, este fenómeno será entre débil y moderado y no se prolongaría más allá del primer semestre del año. El funcionario explicó que si bien se pueden alcanzar temperaturas de 35 grados centígrados a la sombra, la sensación térmica experimentada por los que están expuestos directamente al sol durante esta temporada podría oscilar entre 37 y 39 grados.

En alerta están los bomberos de Cali por una presunta reducción en los recursos que reciben anualmente para garantizar su operación.

Así lo aseguró el capitán Roberto Duque, comandante del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Cali, quien señaló que en los últimos días ha recibido información de que estaría en marcha la generación de un proyecto que modificaría la sobretasa bomberil para presentarlo ante el Concejo.

“Esta propuesta lo que busca es que parte de los ingresos que recibe la institución por sobretasa se transfieran a otras dependencias o trabajos de la Alcaldía”, advirtió Duque.

El oficial añadió que “al reducir nuestros recursos, que son bien limitados y que solamente permiten cubrir el 70 % de los costos de la institución, nuestra capacidad operativa, de respuesta y de aumentar los servicios que le prestamos a la ciudadanía caleña se verían mermados”.

Cabe recordar que el año pasado la Alcaldía buscó que de los $20.000 millones que reciben al año los Bomberos, un porcentaje cercano al 40 % se destinara a la seguridad de Cali. La medida fue estudiada, pero finalmente se retiró del Concejo.