Entre la celebración y la festividad que trae consigo esta celebración navideña, una de las actividades que más les gusta a las personas -muchas incluso esperan todo el año por esto- es la decoración navideña. Cientos de bombillos pequeños comienzan a adornar, desde finales de noviembre, tanto fachadas como el interior de las casas colombianas.

Sin embargo, esto suele incrementar la factura de la energía, lo que trae a su vez los indeseados dolores de cabeza a nivel financiero de enero.

Esta época del año se caracteriza por las millones de luces que adornan las casas y las calles de las ciudades. | Foto: Tomado de internet

A pesar de que los avances en tecnología han permitido utilizar luces que consumen menos energía, como las que usan tecnología LED, el hecho de que esta iluminación se mantenga de manera ininterrumpida durante las noches (y en algunos casos durante el día) hace que este sea un aspecto importante a tener en cuenta, de cara a ahorrar.

Este hecho se agrava cuando las personas emplean luces demasiado antiguas. Según el portal Computer Hoy, este tipo de tecnología antigua puede significar un desperdicio de cerca del 90% de la energía en forma de calor, lo que eleva el gasto eléctrico.

A diferencia de estas, las luces LED ofrecen el mismo nivel de iluminación, pero con un consumo mucho menor, de tan solo cinco vatios. Esto permite que se reduzca hasta en un 80% el consumo de energía, sin que se sacrifique la luminosidad en el lugar que se quiera decorar.

Y no es lo único. Este tipo de luces aportan una mayor seguridad, puesto que no emiten calor, lo que disminuye el riesgo de accidentes a la hora de entrar en contacto con materiales inflamables.

Esta tradición es la más esperada por los hogares en esta época del año. | Foto: AFP

Tenga en cuenta, por potra parte, que el consumo energético en Navidad no se reduce al uso de luces en la casa. Actividades típicas como las cenas traen consigo un uso intensivo de electrodomésticos como el horno, cuya tarea también demanda un alto grado de energía. Evite abrir la puerta de este con frecuencia, pues cada vez que lo hace provoca una pérdida de temperatura que obliga al aparato a trabajar a máxima potencia, incrementando inevitablemente el uso de energía.

Otro de los métodos con los que podría disminuir su consumo es controlando la cocción con la luz interior, aprovechar el calor residual apagándolo antes de finalizar y preparar varios platos de manera consecutiva para aprovechar el calor mientras está presente.

Recuerde también que mantener aparatos conectados cuando no los está usando, así como dejar luces encendidas innecesariamente, contribuye al aumento del consumo, que se verá reflejado en su factura el próximo mes.