El presidente Gustavo Petro respondió a los cuestionamientos lanzados por Cambio Radical y Centro Democrático, quienes lo responsabilizaron de hostigamiento contra la oposición. A través de un extenso mensaje en su cuenta de X, el mandatario afirmó que sus declaraciones no constituyen odio, sino la denuncia de hechos que, según dijo, corresponden a crímenes de guerra cometidos en Colombia.
En su pronunciamiento, Petro recordó que entre los años 2002 y 2010 se registró el asesinato sistemático de 6402 jóvenes, un caso que la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) ha reconocido como uno de los más graves episodios del conflicto armado interno.
El jefe de Estado señaló que los responsables políticos de ese periodo no se distanciaron de los hechos, pese a que se trató de ejecuciones extrajudiciales cometidas con dinero público, con funcionarios estatales y mediante resoluciones oficiales.
“¿Cómo se puede llamar odio el creer que nadie se puede mantener en un proyecto político que permite y no rechaza nunca el crimen contra la humanidad?”, escribió el mandatario en referencia a las colectividades opositoras que lo acusan de difamación.
Petro insistió en que no se puede silenciar judicialmente a quien denuncia la responsabilidad política de un gobierno que, según sus palabras, permitió la ejecución sistemática de miles de jóvenes en un lapso de cuatro años.
El presidente también cuestionó directamente a la senadora y precandidata presidencial Paloma Valencia, quien lo acusó de promover odio político. Petro respondió preguntando si ahora “va a decir que el que odia es el que denunció y no el que permitió el asesinato”.
En su mensaje, el mandatario afirmó que sectores políticos opositores están “acostumbrados a negar” y a desconocer las violaciones a los derechos humanos cometidas en el pasado. Según el jefe de Estado, esas colectividades han perseguido históricamente a quienes defienden garantías fundamentales tanto en Colombia como en escenarios internacionales.
La respuesta de Petro se produce tras el comunicado conjunto de Cambio Radical y Centro Democrático, divulgado el 1 de octubre, en el que rechazaron lo que llaman una persecución sistemática del Gobierno contra la oposición.
En ese documento, las colectividades opositoras responsabilizaron al presidente por la seguridad de sus miembros y denunciaron un ambiente de odio político, al tiempo que anunciaron la Cumbre Parlamentaria de la Oposición prevista para el próximo 15 de octubre en Bogotá.
El cruce de acusaciones refleja el creciente clima de tensión entre el Ejecutivo y los partidos opositores, que mantienen posiciones encontradas frente a la interpretación de hechos históricos y a la situación política actual.