El ‘aterrizaje’ de la senadora Paloma Valencia y el exalcalde de Medellín Daniel Quintero al terreno oficial de la campaña por la Presidencia dieron un interesante vuelco al panorama electoral de cara al inicio del 2026.

Por un lado, sorprendió el resultado de la encuesta del uribismo, en la que se le apostó a una figura como la de Valencia y se dejó de lado a María Fernanda Cabal, quien parecía ser la llamada a recibir la ‘bendición’ del Centro Democrático.

Por el otro, dejó varias preguntas en el aire el aval que el Partido Aico le dio a Quintero, porque se creía que este ya había renunciado a su candidatura luego de la pelea con el Pacto Histórico en octubre y las decisiones de la Registraduría que le impidieron ser precandidato durante este año.

Ahora, con las dos noticias, el escenario electoral sigue decantándose, mientras los colombianos están atentos a los movimientos del ‘juego’ electoral que está próximo a iniciar en forma en el 2026.

Lo primero que señalan analistas consultados es que ahora el exalcalde de Medellín deberá iniciar su aspiración desde cero y no a costa del petrismo, mientras que Paloma deberá lograr la adhesión de sectores de centro derecha.

¿Se le dificultará el camino al Pacto Histórico?

El analista y consultor político Álvaro Benedetti indica que “si Quintero logra superar los retos legales que rodean su candidatura y aparece en la papeleta, será la dosis de populismo y clientelismo de la izquierda e introducirá un elemento de fragmentación y complejidad en el progresismo”.

Es decir, que el político “podría competir no solo contra Cepeda, sino también en un eventual Frente Amplio u otros mecanismos de alianza como la consulta de marzo de 2026″, añade.

Las fuentes señalan que Daniel Quintero podría aprovechar el fraccionamiento de la izquierda para potencializarse. “Habrán dos consultas, una el Frente Amplio liderado por Iván Cepeda, si es que lo dejan participar, con Roy Barreras, Juan Fernando Cristo, y ahora con Daniel Quintero. El otro frente es el de Carlos Caicedo (quien anunció coalición con el exministro Luis Carlos Reyes), que va a intentar fraccionar esa votación”, explica el politólogo Alejandro Echeverry.

“La disputa por ese espectro de la izquierda va a ser interesante, porque las votaciones que sacan en esas consultas van a marcar el derrotero para las elecciones de la primera vuelta en mayo”, añade.

La derecha buscará alianzas moderadas

Sobre la senadora Valencia, el analista Benedetti hace dos lecturas: la primera es que ella representa “una apuesta hacia la moderación por parte del Centro Democrático, para dejarle el camino libre al populismo de Abelardo de la Espriella”.

Además, “es una apuesta por la moderación para acercar mejor al uribismo a una eventual unión en torno a Sergio Fajardo. En todo caso, sale fortalecido el bloque de centro-derecha con una candidatura definida y con capacidad de competir en una eventual consulta interpartidista de ese sector antes de la primera vuelta en marzo de 2026″, dice.

Paloma Valencia, candidata presidencial del Centro Democrático | Foto: Colprensa

Sin embargo, Echeverry comenta que no es seguro si la llegada de un partido tradicional, como el Centro Democrático, a una consulta de centro-derecha, donde la gran mayoría de integrantes recogieron firmas, sea bien recibida, o si, por el contrario, ayude a consolidar ese espectro para las elecciones".

Asimismo, advierte que la centro-derecha no ha logrado encontrar un candidato fuerte que aglutine todas las vertientes.