Por supuesto que no nos referimos a la clásica película de Charles Chaplin, que constituyó un éxito rotundo en la década de 1930. Hablamos de lo que está sucediendo ahora, con los enormes cambios ocurridos en la interacción social gracias a los grandes avances tecnológicos en información y comunicaciones.

Ciertos oficios exigen en la actualidad una atención permanente y continuo contacto con los demás. Ya no son solamente los policías, los bomberos o los paramédicos quienes deben estar atentos a cualquier llamado de la gente que los necesita.

Es necesario incluir aquí los cargos de dirección política y social. Véase el caso de Carlos Mazón, hasta hace poco presidente de la Comunidad Valenciana. Este político español tuvo la mala fortuna de ser la primera autoridad en Valencia cuando el 29 de octubre de 2024 un violento fenómeno climático azotó la región y en cosa de pocas horas causó más de 200 muertos.

La rapidez de los trágicos sucesos hizo que los subalternos de Mazón trataran de comunicarse de manera insistente con él, para que impartiera las órdenes e instrucciones encaminadas a solucionar el frenético fenómeno conocido como Dana.

Mazón no apareció. Después confesó ante las autoridades judiciales que se desconectó durante cuatro horas y que su celular quedó guardado en su mochila. Aún no queda claro en dónde y con quién se encontraba el líder llamado a dar las órdenes encaminadas a enfrentar la grave crisis.

En estos tiempos modernos un líder con responsabilidades concretas no puede asumir esa actitud. Por lo pronto la carrera política de Mazón parece haber concluido, pues los parientes de las víctimas de la mortal Dana no están dispuestos a perdonar la irresponsabilidad de quién debió estar al frente de la situación.

En esta época de comunicaciones permanentes es intolerable que un gobernante como el presidente de Colombia excuse sus reiterados incumplimientos con la explicación casi infantil de que se quedó dormido. La famosa “agenda privada” debe restringirse al máximo cuando una persona acepta voluntariamente asumir responsabilidades públicas.

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Posdata: Además de ser el país de la belleza, a Colombia la han convertido en la nación de la incoherencia. Es vergonzoso comprobar cómo las promesas hechas por el Pacto Histórico antes de 2022, se han venido incumpliendo una a una.

Los ‘giros copernicanos’ que se están dando asombran. Toda una jauría de feroces críticos se desató contra el gobierno del presidente Duque tras un bombardeo a un campamento de insurgentes, entre los cuales había menores de edad.

Y resulta que el actual gobierno ha ordenado varios bombardeos a de grupos insurgentes que habían reclutado menores. Esta es la verdadera y condenable práctica que hay que erradicar. Los menores de edad deben permanecer al lado de sus familias y no empuñando armas contra la Fuerza Pública.

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Posdata 2: ¿Dónde está el Procurador? No puede aceptarse bajo ningún motivo la explicación que dio el actual Presidente para abstenerse de suscribir el apoyo fiscal de la Nación al proyecto del Tren Cercanías que tanto está necesitando Cali y su región metropolitana.

No es un buen gobernante quien toma decisiones basadas en revanchismos y caprichos. Es forzoso que el Procurador reconvenga al Presidente para que retome la altura de miras que su cargo impone.