No envidies los logros espirituales de otras personas. Cree que tú puedes lograr lo mismo.

Pero debes actuar y no quedarte sentado lamentando tu suerte. Todos pueden alcanzar la cumbre.

Todos pueden estar en contacto directo con Dios, pero pocos lo tienen bien presente.

Debes creer que es posible y debes querer hacerlo; entonces con toda seguridad lo harás.

Puedes cambiar en un abrir y cerrar de ojos si así lo escoges. Tú lo decides.

Ahora puedes estar caminando en lo viejo, y luego disfrutar una novedad gloriosa.

Deja que la paz y el amor divino te llenen y te envuelvan. Siente a Dios en tu ser.

Espiritualidad es cultivar con Dios una relación de amor, es caminar en su presencia.