Condicionado por creencias religiosas, es posible que te veas como un miserable pecador.

Cada vez que alguien recita el rosario, repite 50 veces “ruega por nosotros pecadores”.

Si lo hace con fe, le sirve, pero no se da cuenta de que ancla más y más algo negativo en su inconsciente.

Las plegarias se crean según las creencias del tiempo que, no siempre, son las mejores.

En la muy antigua oración de La Salve, dedicada a María, encontramos estas expresiones:

“A ti llamamos los desterrados hijos de Eva, a ti suspiramos, gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.

Vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos, y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre”.

¡Oh! Muy grave ver la vida como un destierro y un valle de lágrimas donde estamos gimiendo y llorando.