Hace unos 4 meses me arriesgué a sugerir que si se cumplían dos condiciones el dólar podía llegar a $2.500 para el final de este año. Las condiciones eran que el precio del petróleo no bajará a menos de 70 dólares el barril y que no hubiera una salida acelerada de capitales golondrina.Como en más de una ocasión sale lo que no se espera, el precio del petróleo se desplomó por debajo de 50 dólares y la barrera de los $2.500 se superó mucho antes de lo esperado. Ahora es factible que el dólar llegué a los $3.000 pues parece que tampoco se va a cumplir la segunda condición.En efecto, el ingreso de capitales golondrina ya se ha frenado y mientras en las primeras 5 semanas de esta año entraron 1.100 millones de dólares, en las siguientes 2 semanas salieron 50 millones; sin duda este cambio de signo de los flujos de capital explica el brinco de más de $150 que ha dado la tasa de cambio el último mes, a pesar de que el precio del petróleo haya tenido una pequeña recuperación llegando a 53 dólares.En el corto plazo el mercado cambiario seguirá siendo muy volátil y no es de extrañar subidas o bajadas del precio del dólar de $100 en una semana. Lo importante es mirar los factores estructurales que determinan la oferta y demanda de dólares, -lo que llaman los técnicos los “fundamentales de la economía”- para tratar de anticipar cual puede ser la tendencia probable de la tasa de cambio.Con este enfoque, una publicación especializada del Bank of America (Compass FX) analiza las tasas de cambio de las monedas de los países emergentes, dando preponderancia al impacto del saldo de la cuenta corriente de la balanza de pagos, es decir al saldo del comercio exterior de bienes, servicios y las rentas del capital y el trabajo.La conclusión del estudio es que el peso colombiano es la moneda más cara (es decir sobrevaluada) entre los 30 países analizados, y para alcanzar el equilibrio en el sector externo la tasa de cambio debería llegar a $3.206 por dólar.No sorprende esta conclusión si se tiene en cuenta que Colombia tiene el mayor déficit en el comercio exterior –el año pasado fue de unos 18.000 millones de dólares que equivalen a 5% del PIB-, y que en el futuro no se van a tener los enormes ingresos de inversión extranjera, de deuda externa y de capitales golondrina que en los últimos años han creado un exceso de oferta de dólares que fue la causa de la funesta revaluación del peso. A una conclusión similar llegar un análisis menos técnico pero muy utilizado que es el Índice Big Mac de la revista The Economist, que compara los precios de esta hamburguesa alrededor del mundo. Según esta comparación, ajustada por el PIB per cápita de los países, la tasa de cambio apropiada para Colombia debería ser $2.902 por dólar.Hay que insistir que no se trata de proyecciones que se vayan a cumplir con total certeza, sino que dependen del comportamiento de los precios del petróleo y de los flujos de capitales. Pero con la próxima subida de las tasas de interés en Estados Unidos son bastante probables.* * *Coletilla: Por cuenta de la devaluación, el Banco de la República tuvo el año pasado utilidades de 22 billones de pesos que se originan en la revalorización de los 43.000 millones de dólares de las reservas por la nueva tasa de cambio.