En estos días de calor infernal y electoral he cubierto manifestaciones, reuniones y entrevistas con algunos de los más de cien precandidatos presidenciales que brotan silvestres en esta fértil tierra.

En todos los eventos hay un común denominador: la lechona.

Es el plato fuerte de la gastronomía política y patrimonio cultural colombiano. Diez millones de toneladas de lechona, según Petro, vendidas en Japón lo demuestran.

Izquierda y derecha reparten la cajita con arepa y pedazo de cuero tostado.

La experta en etiqueta y protocolo Carmiña Villegas, da las siguientes recomendaciones para disfrutar de este manjar del Tolima grande: utilizar solo el tenedor, nunca la cuchara, para manejar cada bocado de forma controlada.

No usar la arepa como soporte de la carne de cerdo.

Mantener una postura erguida mientras se sostiene el plato, opino que la lechona servida en un plato, y no en la caja de icopor, no es lechona.

Morder porciones pequeñas del cuero de cerdo crujiente. Si está ‘chicludo’ es mejor no insistir.

Hasta el momento lleva la delantera la lechona que cortésmente brindaron en la reciente visita de Abelardo de la Espriella a Cali.

Haciendo honor al precandidato tenía el cuero demasiado duro para meterle el diente, pero una propuesta sencilla, elemental y muy tentadora.

Hice caso a doña Carmiña y degusté la propuesta en bocados pequeños, separando todos sus elementos, sin prisas para digerirla mejor.

Presentación: atractiva, pero el cuero, repito, muy duro, es cuero de tigre, insistieron los asistentes.

Aroma: intenso y apetitoso, no sé si promete sabores difíciles de lograr.

Cocción: lleva muchos años en fuego bajo pero le falta la cocina pública.

Sabor: intenso y complejo, difícil de descifrar a pesar de su simpleza.

Acompañamientos: no sabemos de dónde viene la arepa, si del Centro Democrático, de los generales retirados, de las sabanas ganaderas del Caribe y los Llanos o de los empresarios.

Creo que la presentación, el aroma y el sabor vienen seduciendo a muchos colombianos, vamos a ver qué traen las cajitas que ofrezcan los demás candidatos.

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