A sus más de 730 mil seguidores en TikTok, Yuka Tomita, les dio a conocer la vergüenza que pasó con su esposo colombiano.
La japonesa, que se dedica a través de su cuenta a mostrar las diferencias que existen entre los latinos y los asiáticos, pasó un curioso momento dentro de un restaurante, el cual decidió plasmar en un video.
Por medio de su cuenta de TikTok, la mujer cuyo usuario es @yukatomita, aseguró sentirse apenada ante una de las acciones de su esposo.
Todo sucedió cuando al acudir a un restaurante, la pareja que esperaba su pedido, fue despachada por un robot.
“Amor llegó, robot”, dijo la mujer. A lo que su esposo lo saludó “hola, ¿cómo estás?“.
De inmediato la mujer empezó a mirar para las mesas cercanas, diciendo y sonriendo “qué pena es un robot, es un robot”.
La japonesa, muy apenada, trataba de persuadir a su esposo, haciendo énfasis en que era un robot y que no tenía que saludarlo.
A lo que su esposo continuaba con su conversación: “Gracias, muy amable”.
La mujer no paraba de sonreír y decía “Hay que pena”.
El momento terminó con su pareja, que tiene acento paisa, diciendo “saludes, chao”, acompañado con su gesto realizado con su mano.
De inmediato, sus seguidores llenaron de mensajes del video.
Algunos señalaban que lo mejor era agradecer.
“Pero porque no, yo le agradezco a ChatGPT”; “la educación por delante”; “la verdad es que todos los colombianos diríamos gracias al robot”; “la amabilidad nunca sale sobrando, no es por el robot, sino por uno mismo”; “nunca se sabe cuando se pueden revelar”; fueron algunos de los mensajes que publicaron sus seguidores y que al parecer estaban a favor de su esposo colombiano.
Algunos otros, en cambio, decidieron tomarse la situación con mucho humor y rescatar los valores colombianos.
“Cuando Skynet decida destruir al mundo, Colombia va a ser la que sobreviva. No tengo pruebas, pero tampoco dudas”; “cómo que no salude, ¿qué tal que se adueñen del mundo?, por lo menos que sepan que uno era considerado", “en un apocalipsis seremos los que menos sufran por ser amables con ellos”, insistieron.
Pero los comentarios siguieron “Al menos no le preguntó ‘¿qué más?’, ‘¿cómo ha estado la familia?’, ‘¿qué tal los hijos, ya grandes, juiciosos?’ o algo así. Bueno, pues Dios me lo bendiga, que te vaya bien, ¡cuídate mucho!”, “Esto es Colombia en toda su extensión, la amabilidad ante todo. Y muchas gracias que la virgen te acompañe”.