La sustracción de joyas de la colección de la corona francesa en el Museo del Louvre ha encendido las alarmas en París. El robo, ejecutado en apenas siete minutos, dejó pérdidas que las autoridades calificaron de “valor inestimable”, al tratarse de piezas únicas de la historia imperial de Francia.

El hecho ocurrió el domingo 19 de octubre, cuando un grupo de hombres accedió a la Galería de Apolo, donde reposan los tesoros de la corona. Los asaltantes, provistos con herramientas especializadas, irrumpieron en dos vitrinas y se llevaron varias joyas pertenecientes a la emperatriz Eugenia de Montijo y a reinas como María Amalia de Borbón y Marie-Louise Bonaparte.

Peatones caminan por el Quai François Mitterrand mientras agentes de policía franceses se sitúan junto a un montacargas utilizado por ladrones para entrar en el Museo del Louvre. (Foto de Dimitar DILKOFF / AFP) | Foto: AFP or licensors

Las primeras pesquisas indican que el robo fue planificado con precisión, utilizando equipos de corte rápido y rutas de escape delimitadas. El Ministerio del Interior francés confirmó que la investigación está a cargo de la Brigada de Represión del Crimen Organizado y de la Oficina Central de Lucha contra el Tráfico de Bienes Culturales.

Entre los objetos sustraídos figura la tiara de la emperatriz Eugenia, compuesta por 200 perlas, 17 de ellas en forma de pera, 1.998 diamantes y 992 rosas.

También desapareció un collar de esmeraldas perteneciente a Marie-Louise, con 32 gemas, 10 en forma de pera, y una esmeralda central de 13,75 quilates. A esto se suma un broche relicario con 94 diamantes y el gran lazo del corpiño imperial, adornado con más de 4.000 piedras preciosas.

Los expertos en patrimonio coinciden en que estas joyas no pueden medirse solo por su peso en oro o piedras preciosas.

Su valor histórico las convierte en piezas irreemplazables, símbolos del poder y la elegancia del Segundo Imperio francés. Aun así, algunas casas de subastas han estimado que solo una de las coronas podría superar varias decenas de millones de euros si se ofreciera en el mercado internacional.

Aunque una de las coronas fue hallada rota cerca del museo, la mayor parte del botín sigue desaparecida. Las autoridades francesas mantienen acordonada la zona mientras avanzan las labores de rastreo. Hasta el momento, no se han producido capturas, pero el caso ha despertado preocupación por la seguridad de los museos nacionales.

El Louvre, que alberga obras como la Mona Lisa y la Venus de Milo, fue cerrado temporalmente tras el incidente. La institución lamentó la pérdida y aseguró que reforzará sus protocolos para evitar nuevos ataques a su patrimonio.

Pese a los intentos por calcular su valor, las joyas robadas del Museo del Louvre permanecen clasificadas como de “valor inestimable” por su carga histórica y cultural.

Pese a los intentos por calcular su valor, las joyas robadas del Museo del Louvre permanecen clasificadas como de “valor inestimable”. | Foto: AFP

La investigación continúa en curso y las autoridades confían en recuperar al menos una parte de las piezas, cuyo significado supera cualquier tasación económica.