Al cumplirse un año exacto desde que aparecieron los primeros restos humanos en el sector conocido como La Escombrera en Medellín, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) confirmó este jueves la plena identificación de una quinta víctima, que corresponde a una adolescente desaparecida por los paramilitares hace más de dos décadas.
El Grupo de Apoyo Técnico Forense (Gatef) de la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP logró establecer la identidad de la joven tras un riguroso proceso científico. Se trata de una niña de 17 años que vivía en la Comuna 13 y cuyo rastro se perdió el 24 de agosto de 2002 a manos del Bloque Cacique Nutibara.
La historia de esta víctima, según la JEP, revela la crudeza del conflicto urbano, pues el día que se la llevaron ella se dirigía en un autobús hacia el Hospital de San Cristóbal con la intención de internarse debido a un cuadro de inanición.
El cuerpo de la menor fue recuperado por los expertos forenses el pasado 15 de julio y gracias al trabajo conjunto con el Instituto Nacional de Medicina Legal se pudo confirmar quién era. Ahora las autoridades iniciaron los trámites necesarios para entregar el cuerpo a su familia de una manera digna, cerrando así un ciclo de incertidumbre que duró 23 años.
Este anuncio se dio en medio de la conmemoración del primer aniversario de los hallazgos en la zona. El 18 de diciembre de 2024 aparecieron los dos primeros cuerpos, un hecho que confirmó lo que las madres y familias buscadoras denunciaron durante casi 20 años: que ese lugar, utilizado habitualmente para botar escombros, sirvió en realidad como una fosa común para ocultar a las víctimas de desaparición forzada.
Durante el año 2025 la búsqueda judicial no se detuvo y arrojó resultados concretos. Gracias a que se amplió el área de excavación y se reforzó el equipo técnico, se recuperaron cinco cuerpos más en el transcurso del año, lo que elevó la cifra total a siete personas exhumadas desde que iniciaron las intervenciones en 2024.
De ese total de siete cuerpos recuperados, cinco ya fueron plenamente identificados. Hasta el momento, las autoridades realizaron la entrega digna de cuatro de ellos a sus seres queridos y ahora se preparan para realizar la quinta entrega correspondiente a la niña de 17 años recién identificada. Estos procesos se llevaron a cabo de forma reservada para proteger a las familias, quienes recibieron acompañamiento psicológico y jurídico durante todo el proceso.