Bajo el inclemente sol caleño, familiares de las seis víctimas mortales del atentado ocurrido el jueves en inmediaciones de la Base Aérea Marco Fidel Suárez se reunieron durante la mañana del viernes en las instalaciones del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses para obtener información.
Allí, don Alexander Zúñiga esperó pacientemente bajo un árbol para que le entregaran el cuerpo de uno de sus hijos, Jhon Alexander Zúñiga, de 24 años.
“Tremendo todo esto y no le deseo a ninguna familia este sufrimiento tan grande que estoy sintiendo. Trato de ser fuerte porque yo voy al pilar de mi casa”, relató a El País el padre.
“Mi hermana tiene una moto y le pidió el favor a mi hijo que la acompañara al centro a comprar una blusa”, narró el hombre con dolor, pues cuando iban pasando por la Carrera Octava, un camión cargado con explosivos detonó, acabando con la vida de Jhon Alexander de inmediato.
Tras la explosión, un transeúnte agarró el bolso de Nelcy Stella, tía del joven, y llamó a don Alexander. “Dijo que una bomba había detonado y que mi hijo estaba muerto, que me iba a mandar un video. Yo lo vi y me desmayé; eso es duro porque era mi hijo despedazado, el pie le quedó para un lado y mi hermana estaba tirada. Estamos destrozados”, dijo Zúñiga.
Nelcy Stella Zúñiga fue trasladada a la Clínica de Occidente, donde permanece en estado crítico.
“Mi hijo estaba esperando un nombramiento de Secretaría de Educación de Cali y posiblemente la otra semana iba a firmar el nombramiento porque ya le habían pedido la documentación”, aseguró con tristeza.
A unos cuantos metros de don Alexander se encontraba Leidy Riascos, hermana de Cristian Leandro Riascos, también de 24 años y quien se dirigía a recoger a su esposa del trabajo cuando detonó la bomba.
Tras enterarse de la tragedia, los familiares se dirigieron a la Carrera 8 para encontrar al joven, pero solo hallaron su motocicleta. “Lo empezamos a buscar en los hospitales toda la familia, amigos, conocidos y no nos daban razón. Después nos compartieron un video de una persona que estaba boca abajo y era él”.
En redes sociales los seres queridos de Cristián compartieron su fotografía con la esperanza de encontrarlo lesionado, pero la realidad los golpeó a las 7:00 p.m. “Uno de los muchachos que recogió el cuerpo dijo que el muchacho en la moto de placas tal estaba fallecido y ya nos dimos cuenta de que era él”.
Leidy dijo que él trabajaba como operario en una empresa de reciclaje y lamentó que tantas personas inocentes hayan resultado afectadas. “Queremos que se aclare esto porque mi hermano dejó una bebé de año y medio, a la familia destrozada y a su esposa destruida”.
Asimismo, Julián Duque, sobrino de Jhon Elder Parra, el taxista que falleció al interior de su vehículo, aseguró que el hombre de 59 años era alegre y trabajador. “Él murió en el acto, mi prima fue hasta la Octava y le dejaron ver a mi tío. Quedó irreconocible”.
Jhon Elder vivía con un hermano, pues su madre murió hace unos meses tras una enfermedad que él cuidó. Además, tiene un hijo que vive en España y no ha podido llegar a Cali.
“Mi tío fue muy buena persona, estaba trabajando cuando todo pasó. Esto es muy duro, él no era político, no le interesaba ni la izquierda ni la derecha; lo que siempre decía era que su esperanza era seguir trabajando duro para salir adelante”.
El más joven de los fallecidos fue Juan Diego Martínez, de 17 años, quien viajaba con su mamá a bordo de su motocicleta para hacer una diligencia en el centro de Cali. De acuerdo con los testigos, tras la explosión, la mujer rogaba a los socorristas que lo ayudaran primero, sin saber que había muerto.
“Estaba metido en el mundo de la barbería y era un buen muchacho, se veía tranquilo y no tenía problemas, solo lo veía enfocado en lo que hacía”, aseguró a este medio de comunicación uno de sus conocidos, quien compartía habitualmente con el menor de edad.
La señora Elena Echeverri, su mamá, está siendo atendida en un centro asistencial y fue sometida a una cirugía.
Otra de las víctimas mortales es Martha Lucía Agudelo, docente de transición de la Institución Educativa Gabriel García Márquez y quien iba con su esposo a visitar a su mamá cuando detonó el camión.
“A los niños les haremos todo un acompañamiento con la Secretaría de Paz y de Cultura Ciudadana”, dijo Sara Rodas, secretaria de Educación.
Más de 70 heridos
De acuerdo con la Secretaría de Salud de Cali, 79 personas resultaron lesionadas; tres de ellas se encuentran con pronóstico reservado en Unidades de Cuidados Intensivos de la ciudad. Además, 37 personas fueron dadas de alta tras su valoración médica.
Para apoyar a los centros hospitalarios que atienden a las víctimas, ayer se llevó a cabo una primera jornada de donación de sangre en el Bulevar del Río, donde cientos de caleños hicieron presencia. Además, hoy y mañana, desde las 8:00 a.m. hasta las 5:00 p.m., se continuará con la campaña.
“La única condición es que los ciudadanos estén en buen estado general de salud”, aseguró Germán Escobar, secretario de Salud de Cali, quien afirmó que en caso de que las personas no puedan llegar hasta el centro de la ciudad, pueden donar en los diferentes bancos de sangre.